ELEGY
Keppes, un sexagenario y brillante profesor universitario y crítico literario, al que da vida un magistral Ben Kingsley, vive una existencia placentera pero inconscientemente lastrada por su incipiente vejez, a la que le cuesta aceptar Comenzar una relación con Consuela, una joven alumna de origen cubano (Penélope Cruz) le supone un nuevo e inesperado impulso a su vida, pero la relación es mas difícil de lo que parece: los propios complejos y prejuicios internos de Keppes sobre la diferencia de edad, sobre el “que dirán” y especialmente un sentimiento de autocompasión y cobardía del intelectual ante esta arriesgada aventura ponen en serias dificultades una historia de amor realmente sentida por ambos. Y todo se cuenta en una historia sencilla, lineal y prácticamente centrada única y exclusivamente en los dos personajes principales. Una narración magistral, puesta bajo el punto de vista de Keppes, consigue construir una historia fascinante en donde la complejidad del personaje de Keppes lleva a vericuetos emocionales de alto octanaje.
Buena parte de la culpa de la magistralidad del filme se debe a la portentosa interpretación de Ben Kinsgsley, que firma una de las mejores interpretaciones de su larga carrera: sencillamente inolvidable. Penélope Cruz, hace también un gran trabajo, tal vez lo mejor que ha hecho la actriz de San Sebastián de Los Reyes en su filmografía, en donde abundan interpretaciones mas bien mediocres. Dennis Hopper, que interpreta un rol secundario como el amigo poeta de Keppes, esta también sensacional. Tod, en definitiva, funciona como un reloj en esta magistral película en donde diálogos hay los justos, e imágenes emotivas y de enorme simbolismo, a patadas. Una auténtica delicatessen especialmente recomendable para paladares sensibles.
Correcto e interesante thriller policial que peca de irregular y de malamente pretencioso, al intentar insertar un mensaje ético y moralizante de manera un tanto previsible y torpe. Pese a todo, no le faltan a esta película buenos momentos, intenso dramatismo y un desarrollo inteligente. El filme, ambientado a finales de loa 80, cuenta la historia de Los Grusinsky, una familia en la que el padre, Bert (Robert Duvall) y el hijo mayor Joe (Mark Wahlberg) son dos reputados jefes de policía neoyorquinos, mientras que el pequeño, Bobby (Joaquin Phoenix) es el gerente de una famosa discoteca propiedad de una familia rusa exiliada, y en la que pese a su fama, se hacen oscuros trapicheos relacionados con el tráfico de drogas en los que están involucrados ciudadanos rusos relacionados con el patrón de Bobby, Moshonov, el propietario de local y de otros negocios de pieles. Bobby, consumidor de drogas y que hace la vista a los movimientos sospechosos que detecta en al discoteca, se verá pronto implicado en las delictivas actividades que rodean a la sala ante la desesperación y estupor de su familia policía.