A principios de los 90 el Heavy Metal (mejor dicho, el Heavy light, o mucho mejor, el Heavy más comercial…no, mejor así: el Hard Rock para todos los públicos) vivió su momento de gloria en cuanto aceptación popular a uno y otro lado del Atlántico, tras haber sido en la década de los 80 la música de los macarras. Se había superado la meliflua impostación del blandito Hair Metal de gente como Bon Jovi o Europe y la peña acabó por abrazar los sonidos mas metálicos y sin concesiones de, eso si, bandas que cultivaban un Heavy mas accesible, más Hard Rock que sonido metálico: Motley Crüe, Skid Row, L.A Guns, Def Leppard, los Metallica mas modositos de los 90 y nuevos grupos americanos como Guns N´Roses, la gran sensación USA de los primeros compases de los 90, pero que a mediados de la década literalmente se volatilizaron, con el Grunge convertido en la nueva música de guerra.
Use Your Illusion (1991), ambicioso LP publicado en dos entregas simultáneamente (I y II), fue la piedra angular de su carrera con miles con miles de copias vendidas, varios singles en las listas y un fragmento de “La Escuela de Atenas” de Rafael en la portada. Este November Rain, concretamente, fue el cuarto single del albúm, una balada rockista muy bien diseñada (fue compuesta por AXL Rose, al parecer, en 1983 y grabada en infinidad de demos previamente incluso a la formación del grupo) de más de nueve minutos de duración. La MTV realmente estaba postrada ante este quinteto californiano y el periodo 1991-92día si y otro también emitía los vídeos de AXL y sus muchachos. November Rain, fue el videoclip del grupo más ambiciosamente concebido, con millón y medio de dólares de presupuesto, más de nueve minutos de duración (los correspondientes a la canción), tomas aéreas en helicóptero, rodaje en Nuevo México con una iglesia abandonada y en una “reconstrucción” de dicha iglesia,..y una historia de amor y muerte, con boda y funeral incluidos. En efecto, asistimos aquí a una ficticia boda entre AXL Rose y su auténtica novia, Stephanie Seymour, la cual lucía un peculiar modelo de vestido de novia muy comentado, y poco después al funeral de esta sin que se sepa a ciencia cierta como muere la muchacha.
El video sigue siendo uno de los más caros de la historia y es considerado uno de los mejores vídeos musicales que se han hecho jamás. Mención especial merecen los planos con Slash ejecutando sus solos de guitarra. Diez minutos que describen fielmente el espíritu de una de las bandas de más extraña trayectoria que hayan existido.
viernes, diciembre 04, 2009
THE GREAT VIDEOCLIP LIBRARY (9). GUNS N¨ROSES: NOVEMBER RAIN (1992). HARD ROCK EN VIDEOSUPERPRODUCCIÓN
martes, diciembre 01, 2009
El aparatito de Lumiere - EL BAILE DE LA VICTORIA
** y 1/2
La última película de Fernando Trueba se esperaba como agua de mayo, sobre todo al saltar la noticia de su selección para representar a España en la selección de nominados a los Oscar, acto este que hace unos años pasaba desapercibido pero que hoy, con intereses claramente comerciales, se anuncia a los cuatro vientos. Sobra decir que Trueba, desd hace tiempo, es una de las vacas sagradas del cine español por mérito propio, sobre todo tras su oscar a la mejor película extranjera con Belle Epoque (1992), pero desde entonces su filmografía, tanto desde el aspecto artístico como el comercial, se ha mostrado extraña e irregular, con tan solo cuatro filmes narrativos en más de 15 años- además de tres documentales musicales- y una muy tibia acogida de su última película de ficción, El embrujo de Shangai (2002). En esta ocasión adaptando una novela del chileno Antonio Skármeta, Trueba intenta volver a enderezar su credibilidad con una historia más o menos ambiciosa rodada en Chile y con un reparto casi íntegramente latinoamericano (menos Ariadna Gil), encabezado por el gran intérprete argentino Ricardo Darín. El resultado es una película que se deja ver, resulta convincente en su mayor parte, pero que termina siendo una cosa muy extraña que no termina de situarse en ningún sitio ya pica un poco de todas partes: de la crítica política, de la crónica de amor, del realismo mágico, del thriller. Y al final, el espectador termina un poco desconcertado.
La historia empieza bien, con el encuentro de dos ex convictos comunes que salen de la cárcel en el Chile recién post-Pinochet, uno Nicolás Vergara Grey (Ricardo darín) un famoso ladrón argentino conocido por sus sonados golpes y que trata de recuperar a su familia una vez libre, y el otro, Ángel (Abel Ayala), un joven condenado por hurto menor que resentido tras sus vejaciones en prisión por parte de los feroces carceleros pinochetistas, encuentra el sentido de su vida al conocer a Victoria (Miranda Bohendofer) una joven y solitaria bailarina que ha perdido la facultad de hablar por traumas del pasado a la que Ángel planea convertirle en su Pigmalión. Este propósito se cruzará con la intención del joven ex preso de que su “maestro” Nicolás le ayude a llevar a cabo el consabido robo del siglo. No obstante, pronto la historia comienza a desarrollarse deficientemente, con recovecos absurdos, momentos prescindibles e insuficientes esfuerzos supuestamente poéticos. La historia se sigue muy bien y resulta hasta interesante, pero su desarrollo es francamente mejorable. El confuso final tampoco favorece demasiado a una historia con demasiados agujeros. No hay nada que reprochar a los esforzados intérpretes (especialmente al inconmensurable Darín), la cosa es que Trueba ya no es aquel director que a finales de los 80 y principios de los 90 se iba a comer el mundo. Tal vez viendo esta peli una segunda vez, pueda gustar más y hallarse calves perdidas, pero, sin obviar sus virtudes, en el primer visionado deja frío a uno.