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Interesante primer filme americano del belga Michäel R. Roskam, responsable de Bullhead (2011) que a partir de un relato escrito por Dennis Lehane (autor de novelas que de las que han surgido grandes películas de los últimos años como Mystic River o Shutter Island) ha realizado un thriller creíble y más que correcto que trata de insertar coordenadas estilísticas del cine independiente norteamericano en una producción de grandes estudios, eso sí con un presupuesto modesto y un rodaje artesanal pero eficaz y trabajado. Una historia de clase obrera neoyorkina acosada por serios problemas con la justicia y las mafias chechenas que operan en la ciudad de los rascacielos, con dos personajes con el agua al cuello: Bob (Tom Hardy, actor que hace poco vimos en la excelente Locke ) camarero de un bar de Brooklyn y su primo y jefe Marv (el fallecido James Galdonfini en su última interpretación), quienes sufren en el bar un atraco que parece esconder una verdad y un oscuro entramado que se va agrandando por momentos dejando a Bob confuso y desnortado sobe todo en la relación con su primo. La adopción de Bob de un cachorro de pitbull que encuentra herido en una papelera se convierte además en un inesperado McGuffin que llevará a Bob a actuar de una determinada manera en todo el confuso asunto, además de permitirle conocer a su vecina Nadia (Noomi Rapace)
Con una trama muy bien construida y con aliento naturalista, la historia aunque con bastantes altibajos en su intensidad se sigue con interés y soltura pese a que a muchos espectadores les parecerá una película fría y con recovecos innecesarios en la trama, pero nada de eso: el guión está estupendamente construido con una historia oscura pero suavizada por el calor humano que desprenden sus protagonistas, personajes que pese a todo se ven incapaces de desplegar toda su humanidad debido a lo esquivo del entorno y a la necesidad de obtener bienes materiales por encima de todo aunque sea de manera más bien penosa. Con un excelente Tom Hardy que va creciendo enteros y enteros como actor y una atmósfera urbana y deprimente, The Drop no es un thriller redondo pero hará las delicias de los degustadores de historias noir con mensaje.