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y 1/2
Un
honesto y bien llevado melodrama-comedia cuya principal virtud (y posiblemente,
defecto) es dejar el casi totalmente el peso de la película en todos sus
sentidos en ese enorme actor que es Omar Sy, en una esforzada aunque algo
irregular producción francesa (con participación británica y rodaje en el RU)
remake de la película mexicana No se
aceptan devoluciones (2013). Una película amable y familiar que disecciona
con delicadeza pero sin arriesgarse mucho los entresijos de la paternidad y
todo lo que un progenitor es capaz de hacer por su hijo/a. No se puede negar
una más que correcta combinación entre la comedia y los elementos dramáticos y
el encanto de un estilo narrativo pulcro y sencillo donde brilla la
interpretación de Omar Sy muy bien secundado por esa pequeña gran actriz que es
Gloria Colston en el papel de Gloria, la inesperada hija del irresponsable pero
“reformado” por su fortuita paternidad Samuel, pero a la película le falta un
tanto de credibilidad y decididamente flojea en su parte más dramática. No
obstante, nada se puede reprochar a una puesta en escena elegante y sutil al
servicio de una historia emotiva y amable en un producto demasiado escorado a
las maneras de la comedia norteamericana.
La
fábula de crecimiento personal de un joven francés fiestero e irresponsable cuya
paternidad ilegitima de una niña nacida de una ligue inglesa le cambia la vida
completamente incluida una nueva residencia en Inglaterra y un nuevo y curioso
trabajo es la base a partir de la cual se desarrolla una historia honesta y esforzada
pese a sus carencias, en donde los momentos más emotivos (teóricamente al final
de la película) dejan una sensación un tanto confuso no tanto por su claridad y
por el correcto componente emocional sino por la sensación de apresuramiento que
parece ponerse en relieve ya de manera definitiva después de que en todo el metraje
uno tiene la sensación de que la acción avanza un tanto acelerada e incluso aturullada.
Pero no importa, unas interpretaciones protagonistas de muchos kilates y un tono de optimismo que es de agradecer en
historias de este tipo consiguen hacer de este filme una buena opción de tarde
o noche de cine.