*** y 1/2
No es sencillo hacer melodramas con material poco dado
a ello; léase, como en este caso, una mujer de mediana edad que toda su vida la
ha dedicado al servicio doméstico, un entorno anodino como la Argentina rural del sur
del país, la búsqueda del sentido de la existencia de personajes de edad a los
que la vida no parece darles ya más…Pero con La Novia del Desierto, ópera prima del tandem de
directoras argentinas formado por Cecilia Atán y Valeria Privato se ha
conseguido un drama inusual y extraño en donde el costumbrismo y la anécdota
son el trasfondo de una inesperada historia de amor- tampoco muy convencional-
en donde el mensaje de que nunca es tarde para la búsqueda de la felicidad es más
que el leiv motiv predominante.
Esta coproducción entre Argentina y Chile anuncia a
dos directoras que se postulan como unas cineastas a tener en cuenta gracias su
habilidad no ya solo por captar unas imágenes tan sencillas como al mismo
tiempo significativas especialmente cuando capta con tino los sentimientos y
tribulaciones de sus protagonistas- con la ayuda de un excelente trabajo de los
intérpretes- sino por hacer una narración perfectamente planteada, salpicada
con multitud de pasajes tanto anecdóticos como explicativos y con una
emotividad muy contenida y fría que refuerza la credibilidad de la historia más
allá de lo que podría llegar a ser un drama estomagante, algo a lo que
afortunadamente este filme no llega. La actriz chilena Paulina García encarna a
Teresa, una mujer de cincuentaitantos que ha decidido abandonar su profesión de
asistenta y a al familia a la que servía desde prácticamente toda su vida tras
una peregrinación al célebre santuario de la Difunta Correa (una mujer a al
que se venera como una santa) en el
árido sur del Argentina cerca de la frontera con Chile. Esa ruptura con la
única vida que conocía parece un auténtico salto al vacío para una humilde
mujer de provincias con pocas o nulas perspectivas vitales, pero el encuentro
fortuito con un vendedor ambulante apodado el Gringo (Caludio Rissi) añadirá un
inesperado plus a la existencia de Teresa. Muy centrada en su protagonista,
esta película más que apostar por el drama psicológico se inclina por el
melodrama existencial y generacional en donde resulta sencillo empatizar con su
protagonista, una antiheroína a su pesar que lucha por un nuevo estadío vital y
contra una herencia vital condicionada por las penurias de un país
especialmente lamentables para ciertas clases sociales. Paulina García es la
película cien por cien con un trabajo realmente notable. El desértico paisaje
es un protagonista más del filme aunque cuando la película trata de convertirse
en una road movie se cae en los tópicos. Otro nuevo acierto del cine
sudamericano.