domingo, octubre 27, 2024

RITA

 


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El debut en la dirección de la actriz Paz Vega no solo ha sido satisfactorio si no que también podría decirse que la intérprete andaluza puede tener un interesante futuro detrás de las cámaras. Rita es un interesante ejercicio que plantea el cine denuncia desde el recuerdo nostálgico que atraviesa la crónica histórica española situando la narración en 1984, una época en la que la aún joven nueva democracia española seguía arrastrando males endémicos de la sociedad de la dictadura y en la que la emancipación real de la mujer daba sus primeros pasos reales en el contexto de una recién aprobada ley de divorcio. Pero el principal atractivo (y acierto) del filme es situar esta historia de vejación y maltrato a una mujer en un barrio obrero sevillano bajo el punto de vista de una niña, la Rita del título, una pequeña de siete años que trata de vivir feliz el comienzo del verano del 84 junto con sus padres y Lolo, su hermanito de 5 años mientras con su inocencia es testigo del maltrato psicológico de su padre hacia su madre. Sofía Allepuz, pequeña gran actriz, está excelente como una cría que vive, disfruta, sufre y observa todo con meticulosidad en un barrio cuya modestia parece lastrar definitivamente las vidas y aspiraciones de su habitantes: un enorme trabajo el de la chiquilla, lleno de vitalidad y de ternura, que entronca con algunas memorables interpretaciones infantiles del cine español como la Ana Torrent de El Espíritu de la Colmena o Cría Cuervos y que consigue una total credibilidad como foco de la película y narradora indirecta, un metáfora de lo que era entonces una aún inocente sociedad española postfranquista y el estatus de la mujer en aquellos primeros 80 con aún muchas cosas por hacer. En general, las interpretaciones infantiles en esta película son para quitarse el sombrero, con un Alejandro Escamilla de cinco años también excepcional.

El rol de la madre, encarnado por la propia Paz Vega (que es además guionista de la película) es sin embargo el rol clave, un ama de casa que trata de sacar adelante su familia cuya libertad y felicidad se ven condicionas por un marido irascible y despótico (Roberto Álamo) que la desprecia y la pone en ridículo continuamente mientras que Rita y Lolo, que sienten cariño por los dos y que ese verano sueñan con pasarlo en la playa, lo observan todo extrañados y consternados, aunque Rita trata de evadirse de cualquier forma que su curiosidad e imaginación le permita dentro de su barrio y con sus vecinos. Paz Vega demuestra tener buena mano para el cine costumbrista y se le nota que trata con mimo y cuidado todo lo concerniente al mundo de aquel barrio Sevillano similar al que ella creció trazando historias para personajes secundarios, por mínimas que sean y tratando de recrear lo más fielmente posible aquella atmósfera urbana y obrera de la vida de muchos barrios españoles en la primera mitad de los 80. Puede que en ocasiones el guion de pasos en falso o que haya algunos elementos o detalles innecesarios pero en general Rita es una película sugerente y honesta que sabe conjugar diversos propósitos y que consigue transmitir claramente su denuncia la poderosa perspectiva de la mirada infantil.