Mediados de los 70: la rebelión de los hijos de la crisis
En el Reino Unido la crisis del petróleo del 73 había dejado en los años inmediatamente posteriores un grave malestar en al sociedad británica, con un índice de paro que iba aumentando por momentos. Los jóvenes se empotran en las colas de las oficinas de empleo y crece el hastío. Adolescentes y veinteañeros comienzan a deambular por las calles sin ningún rumbo y los pubs aumentan su clientela juvenil. Los años 1975-1976 serán testigo de la rabia y la desesperación de una generación de chavales a los que la crisis ha arrebatado cualquier ilusión, una generación, la nacida entre 1955 y 1962, que simplemente se aburre y las ve venir.
El rock en tiempos no muy lejanos había sido al música de la rebeldía juvenil, pero estos muchachos ya no se identificaban con una música que había dejado de hablar de los problemas cotidianos, de las inquietudes de la juventud y de la realidad de al calle. Ni Pink Floyd, ni Supertramp, ni la ELO, ni Genesis conectaban con la cultura urbana ni con la realidad del momento, perdidos en divagaciones metafísicas y en pretenciosos temas. La industria del disco había absorbido también a edulcorados con ínfulas como Elton John o Billy Joel; el Hard Rock era cada vez mas pedante, sus conciertos eran muy caros y todo era pretencioso y sin conexión con la realidad, Led Zeppelin o Black Sabbath no eran rebeldes. Ya no les importaba a muchos jóvenes británicos la calidad que podían alcanzar Rod Stewart o David Bowie (aunque a este último le perdonarán mas), porque la muchachada que por aquellos años comenzaba a montar sus propios grupos jamás podía aspirar a sonar como ellos porque no tenían dinero para equipos de amplificación como dios manda o para teclados. Ni los Rolling Stones parecían suscitar entusiasmo entre estos nuevos jóvenes airados.
Ejemplar de la fauna londinense del 77. Posiblemente hoy sea gerente de una empresa de telecomunicaciones.
Por aquellos años surgen en el Reino Unido grupos de rock formados por adolescentes y postadolescentes que tratan de expresar su rabia por su penosa situación económica y su desazón con la sociedad que les ha tocado vivir, estrujando las guitarras eléctricas hasta el máximo, aporreando la batería como posesos y chillando cual energúmenos consignas contra la sociedad, la clase política y el poder establecido. Su propia rabia les inspira la ejecución de un rock mas que duro bestia y rudimentario y una actitud malencarada que mantienen fuera del campo musical, en su comportamiento y en su vida diaria. No importa que muchos de los que hacia 1975-76 formaban parte de esos emergentes y ruidosos no supiesen tocar ningún instrumento, su propio afán exhibicionista, sus ganas terribles de hacer algo para matar el tiempo que generaba el desempleo y el espoleo que insufabla el ser parte de una floreciente cultura juvenil que se estaba gestando en las calles británicas, hacían el resto. ¿Qué estaba pasando?
30 años despues la cultura punk sigue consus publicaciones. Is punk dead?
Aquel lema del No Future
Los hijos del agobio británicos buscaron en su nueva música referencias que iban atrás en el tiempo: los primeros Stones, The Who, The Troggs y algunas bandas británicas y americanas que nunca pasaron de lo marginal pero que los pre-punks estaban redescubriendo debido a muchas concomitancias con la música que estos hacían con su propia rebeldía salvaje, a parte de otras consideraciones estéticas, como su admirado desaliño y su tendencia a la chaqueta de cuero negro, símbolo rocker americano por excelencia que los jóvenes británicos intentarán recuperar. Curiosamente, ya a finales de los 60 y principios de los 70 muchos grupos habían sido clasificados como de “punk-rock”, etiqueta nacida en USA pero que se reinventará en UK con la conceptualización que todos conocemos.
Sid Vicious, el martir punk por excelencia.
Lo cierto es que a mediados de los 60 muchas bandas americanas se caracterizaron por su enorme energía instrumental, su afán por generar un volumen instrumental fuera de lo ordinario y su marcada actitud de rebeldía adolescente, algo de lo que el punk británico tomará nota. The Seeds, Question Mark and The Mysterians o mas tarde los hippis renegados Blue Cheer respondían a estas características. Pero fue a finales de los 60 en Detroit, Michigan donde nació lo que es bautizado hoy por la crítica como el Proto-punk musical: un sonido crudo, sucio, tosco, ruidoso, bastante menso cómodo de oír de lo que era por aquel entonces el embrionario hard rock de grupos como Deed Purple. MC5 y los Stooges de Iggy Pop a principios de los 70 ya realizaban un sonido muy similar al que a finales de los 70 realizaban los punks británicos, musicalmente ellos fueron los padres del punk rock e influencia clara para el punk inglés. Fueron estos, sin embargo, grupos malditos en su época, lo que no impidió que fuesen imitados en el viejo continente convirtiéndose en bandas de culto por parte de la juventud británica, lo mismo que New York Dolls, grupo cuyo manager era un caradura inglés que influirá decisivamente en el nacimiento del punk propiamente dicho: Malcom McClaren.
El término “punk” fue aceptado hacia 1976 por los jóvenes rebeldes británicos para definir su música y la subcultura marginal y alternativa que estaba creando. El uso musical de esta palabra provenía también de USA, donde en 1970 el crítico Dave Marsh la usó por primera vez para definir el sonido y la actitud de Question Mark and The Mystierians (los creadores de 96 tears). Este concepto, que trataba de definirán rock tosco y potente y de actitud extremadamente rebelde (y casi macarra) se extendió por EEUU en la primera mitad de los 70. La palabra “punk” literalmente se refiere a la resina de ciertos árboles, pero en el argot popular es también basura o patán, sinvergüenza, gañán; significados que se tuvieron en cuenta sin duda para bautizar a esta música. En inglés británico además, es una arcaica denominación popular de puta o ramera.
Ramones fueron pioneros desde USA. Jamás se quitaron sus chupas
Bruce Springsteen o Patti Smith, por increíble que parezca, también fueron descritos como cultivadores de punk rock por la prensa especializada yanki cuando aún el término no se había consolidado. Pero fue un grupo neoyorkino surgido en 1972, Ramones, quienes más se aproximaron a lo que vendría después desde el Reino Unido: arrogancia teenager, guitarras contundentes y veloces, ritmo endiablado, rebeldía primigenia, chupas de cuero, vaqueros rotos y costumbrismo marginal en sus letras. Cuando el punk estalló en todo el mundo, ellos se subieron al carro sin desentonar en absoluto. En 1975-76, en New York se hablará de la “punk scene” en torno al club CBGB y la revista Punk, quienes defendían el lado mas por entonces alternativo, oscuro y salvaje del rock, inspirándose en la mítica banda Velvet Underground. En 1976 los británicos tomaron nota del concepto y de parte de su estética (camisetas y pantalones rotos, cuero, peinados historiados) como un modo ideal de contestación a una sociedad que les había dado la espalda y a sus mayores, a los que culpabilizaban de ofrecerles una sociedad sin futuro. La música ya no era solo el medio de la protesta, también estaba la imagen.
Los autodenominados “punks” británicos transformaron esa influencia norteamericana en algo propio adaptado a su marco espaciotemporal y exagerando al estética del cuero hasta extremos casi inconcebibles se lanzan a la provocación pura y dura al adoptar una pose sadomaso con clavos, imperdibles en la oreja o en la cara, mutilaciones en las orejas y creación de peinados imposibles a base de laca, con pelos pincho o encrestados. Total, no tenían ningún futuro, ¿Qué les importaba ya nada? Un “tio mayor” que tenía una tienda de ropa en el Soho equipará de arriba abajo a estos mozalbetes reinventando la “punk fashion” americana transformándola en algo propio y diferenciado.
Londres 1977: el maravilloso mundo de Mr. McLaren
Malcom McLaren. Sir anti-show Biz
La capital británica fue el centro neurálgico del incipiente movimiento punk británico y donde se extendió a todo el mundo. En 1975, Malcom McLaren regresó a Londres después de una aberrante experiencia como representante de uno de los grupos de culto de inspiración del punk, New York Dolls. En el mes de Mayo inaugura su anti-boutioque SEX, especializada en la anti-moda y promulgadora del anti-sistema, lo que el gana fama y reputación entre los jóvenes desempleados británicos, quienes llenan su tienda en busca de indumentarias provocadoras que reflejen su asco por la sociedad del momento. Ya en 1976 polulan en Londres muchos grupos de punk rock, muchos de ellos “ahijados” y clientes de McLaren. Son bandas de jóvenes con poca o ninguna formación musical que con un estridente baños sonoros de fondo vomitan y berrean contra el sistema, las más de las veces con clara inspiración política izquierdista, como no podía ser de otra manera en unos hijos de la crisis. Las primeras bandas punks británicas actúan en clubs, pubs y convocan a un buen puñado de jóvenes-muchos de ellos de los extrarradios urbanos- que conectan con el discurso rebelde y contestatario de su música. El punk se extiende como la pólvora y en poco tiempo inunda todo Londres, que se llena de cuero, cabellos pintados de rojo o verde, imperdibles, collares caninos o minifaldas de cuero para las chicas. En septiembre de 1976 en el 100 Club se celebra el primer festival de punk, actúa la primera gran hornada del punk rock: Dammed, Clash, Vibrators, Buzzcoks, Subway Sect, Siouxsie y (redoble de tambores) Sex Pistols.
The Damned, los primeros punkies ingleses que hicieron las américas
Aunque en verano de 1976 ya actuaron en UK Ramones junto con los ingleses Stranglers, este es musicalmente el primer evento punk de envergadura que tuvo lugar en Gran Bretaña. Antes de que finalice al año la nómina de grupos aumenta y surgen los primeros singles, autoeditados o editados por insignificantes compañías independientes. Pánico en la Albión: los punkies son muy estrafalarios, violentos, comienzan a consumir drogas (esnifar pegamento, básicamente), son maleducados y se declaran enemigos del sistema. Ya no valen los valores de la sociedad actual, hay que revelarse contra una sociedad que trata la juventud como basura. Los valores británicos tradicionales están en peligro y al prensa y al opinión pública clama contra los punks, tachándoles de vagos, delincuentes y alborotadores. Por si fuera poco, la industria del espectáculo los comienza a ningunear dada su ineptitud musical y su amateurismo (do it yourself, será el lema), por no hablar de su enemistad declarada contra las estrellas del rock establecidas, si bien la primera hornada punk tendrá muchas referencias en el glam de Roxy Music, Slade, T Rex o Bowie. ¿Estaba el mismísimo rock en peligro? ¿podía el punk acabar con el?.
El impacto social del punk en 1977 no sería el mismo sin un nombre clave: Sex Pistols. Malcom McLaren fue el genio en al sombra que puso en marcho el artefacto cuando dos años antes conoció en su tienda a John Lydon. Meses después, Lydon tenía un grupo punk junto con Steve Jones y Paul Cook, y McLaren y su por entonces socia, la modista Vivianne Westwood (diseñadora de mucha de la vestimenta que se vendía en SEX) les propusieron formar una superbanda punk capaz de arrasar y de triunfar que el propio Malcom dirigiría. A principios de 1976, con Lydon, apodado ya Johnny Rotten y con la incorporación de un cuarto miembro, Glenn Matlock, generan el caos en sus actuaciones en pequeños locales y consiguen lo que McLaren quería: que fuesen los gamberros oficiales de Londres, que muestren todo el valor contracultural del punk y que están en boca de todo el mundo. Los Sex Pistols (nombre ideado por su mentor) son la perfecta encarnación del espíritu punk y se convierten en al cara visible, musical y social, del movimiento en 1977, el año en que el punk explota y se da a conocer en todo el mundo. Aparece a principios de este año el legendario single Anarchy in the UK, editado por toda una multinacional, EMI. Una surrealista entrevista en el programa Thames Today en donde Johnny repite una y otra vez varios tacos monta el pollo, el punk se convierte en una pesadilla para el Reino Unido y EMI rescinde el contrato a los Pistols.
Vicious, Jones, Rotten y Cook. Listos para hacer historia
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