En agosto de 1967 se publicó en el Reino Unido el primer LP de Pink Floyd, una banda de Rock Psicodélico que había asombrado en sus primeras actuaciones londinenses con su sonido imprevisible y “cósmico” y su vistosa puesta en escena. Fue el primer acto de una banda legendaria en la historia del rock que 40 años después es recordado como tal vez el mejor LP de debut de un grupo y uno de los mejores discos de la historia de la música popular. Una reedición de lujo conmemora la efeméride de un disco bastante diferente en cuanto a sonido y concepto de lo que Pink Floyd desarrollaría en los años siguientes de su dilatada carrera como marca de la casa, pero que es comúnmente aceptado por la crítica como el mejor trabajo de la banda en su historia. Hubo un factor que influyó decisivamente en que esto fuese así: la presencia del gran Syd Barret.
El nacimiento de un nuevo concepto de Long Play
La fiebre psicodélica se había plasmado en clubs (el UFO de Londres), y en nuevos grupos de lo que se había dado en llamar rock psicodélico, como Soft Machine (con Kevin Ayers y Robert Wyatt), Wilde Flowers, o Pink Floyd, con una aceptación inicial mas bien minoritaria. Curiosamente, en EEUU, la psicodelia caló mas fuerte y mantuvo una mayor vigencia en el tiempo gracias a su fusión con el Blues, al tiempo que Jefferson Airplane o Grateful Dead se convertían en bandas de referencia para los jóvenes músicos británicos. Era cierto que la cultura británica parecía muy proclive a consolidar un movimiento con bastantes connotaciones intelectuales, pero la tendencia al alargamiento en la duración de los temas que se daba en las bandas psicodélicas americanas no era del gusto de las discográficas británicas de aquel entonces, y se desaconsejaba a los grupos británicos grabar temas largos, lo que de alguna manera castró antes de tiempo al Rock Psicodélico británico. No obstante, se pusieron las bases de lo que pronto será conocido como Rock Progresivo o Rock Sinfónico, un sonido gestado en la psicodelia británica.
Sin duda alguna, ni Pink Floyd, nacidos en 1965, ni los otros grupos psicodélicos y pre progresivos británicos hubiese cultivado ese tipo de sonido sin la influencia del primer gran álbum de pop psicodélico de la historia: El Sgt. Pepper, de The Beatles, publicado en mayo de 1967. El hecho de que el mejor grupo del momento adoptase el sonido psicodélico fue decisivo para el Pop-Rock británico. Y si además el disco en cuestión fue enormemente innovador por su estructura y concepto, eso inevitablemente iba a dar pie a una nueva forma de concebir los LPs del que The Piper at the Gates of Dawn no iba a ser ajeno. Efectivamente, The Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band era un LP en donde las canciones pretendían tener un espíritu y un orden coherente, en una especie de suite-rock en donde incluso había temas entrelazados. Esto no hubiese sido posible sin la influencia de la psicodelia, por no hablar de la temática de las canciones, las letras y la atmósfera: puro delirio lisérgico. Los nuevos grupos ingleses tomaron nota.
TPGD fue grabado entre el 21 de febrero y el 5 de julio de 1967, en total 4 meses, un tiempo bastante amplio para la grabación de un LP en aquella época. Su productor, Norman Smith, de la platilla fija de EMI, el sello multinacional que editó el disco, ya conocía el trabajo con los mas grupos punteros del momento, no en vano había sido ingeniero de los Beatles en Rubber Soul (1965) y discípulo aventajado de George Martin. El primer LP de Pink Floyd, tras la publicación de dos singles previos aquel año 67 no presentes en la edición británica del álbum, se componía de 11 canciones. Algunas de ellas estaban unidas entre sí, al estilo de varias de Sgt.Pepper´s .
Cara A
- "Astronomy Domine" (Syd Barret) – 4:12
- Voz: Syd Barrett y Rick Wright
- "Lucifer Sam" (Syd Barret) – 3:07
- Voz: Syd Barrett
- "Matilda Mother" (Syd Barret) – 3:08
- Voz: Syd Barrett y Rick Wright
- "Flaming" (Syd Barret) – 2:46
- Voz: Syd Barrett
- "Pow R. Toc H." (Syd Barrett, Roger Waters, Rick Wright, Nick Mason) – 4:26
- Efectos de voz: Syd Barrett y Roger Waters
- "Take Up Thy Stethoscope and Walk" (Roger Waters) – 3:05
- Voz: Roger Waters
Cara B
- "Interstellar Overdrive" (Syd Barrett, Roger Waters, Rick Wright, Nick Mason) – 9:41
- Instrumental
- "The Gnome" (Syd Barret) – 2:13
- Voz: Syd Barrett
- "Chapter 24" (Syd Barret) – 3:42
- Voz: Syd Barrett
- "The Scarecrow" (Syd Barret) – 2:11
- Voz: Syd Barrett
- "Bike" (Syd Barret) – 3:21
- Voz: Syd Barrett
Músicos
- Syd Barret- Guitarra principal, guitarra rítmica.
- Roger Waters- Bajo
- Rick Wright- Farfisa Compact Duo, hammond, piano, sintetizador, vibráfono.
- Nick Mason- Batería, percusión.
Resto de personal
Norman Smith - Productor.
Peter Brown - Ingeniero.
Peter Jenner –Diálogo introductorio en “Astronomy Domine”
Vic Singh – Fotografía y diseño de la portada
Syd Barret – Diseño de la contraportada
La edición norteamericana y al japonesa difieren en cuanto a canciones. De ellas hablaremos mas adelante. La edición británica es la internacional.
El mundo ante los ojos de Syd Barret
Como dijimos antes, Pink Floyd nació en 1965, inaugurando una de las carreras mas gloriosas de un grupo en al historia del Rock. La verdad es que pocas o ninguna presentación hace falta para una de las bandas más influyentes de la música popular del siglo XX, con una impresionante trayectoria de grandes discos a sus espaldas que concluyó a mediados de los 90, aunque el grupo nunca ha hecho pública su definitiva separación (en 2005 se reunieron en un escenario 11 años después de al última vez). Aunque el nombre Pink Floyd se asocia al Rock progresivo de los 70, estilo del que fueron unos de sus precursores, sus comienzos a mediados de la década de los 60 estaban enmarcados en el Pop y más tarde en el nacimiento del Rock Psicodélico, género en el que se enmarca TPGD, poco que ver con su producción siguiente
El grupo no adaptó su nombre final hasta 1966. Durante 1965 funcionaron con el nombre de Tea Set. En la primerísimo formación de la banda se encontraban Roger Waters (1944), guitarra y voz, Richard Wright (1943) teclados y voz (en grupos anteriores había tocado instrumentos de viento), Nick Mason (1944) batería, y Bob Klose, guitarrista. Los cuatro habían coincidido en varios grupos previos. Eran estudiantes de arquitectura que no tardarían en trasladar sus matemáticos y espaciales conocimientos en la “construcción” de sus discos, aunque fuese en etapas posteriores a TPGD. A principios de 1966, un estudiante de arte llamado Syd Barret (1946) entra en el grupo como quinto miembro, haciéndose cargo de la guitarra y compartiendo tareas vocales con Waters y Wright, aunque no tardará en convertirse en el cantante principal. Waters se convierte en bajista (puesto vacante). El grupo debe cambiar su nombre ya que coincide en una actuación con una banda tocaya, y Barret propone The Pink Floyd Sound, en homenaje a los bluesmen ingleses Pink Anderson y Floyd Council. Meses después acortan su nombre a The Pink Floyd, con el “The” con el nombre oficial hasta 1968 (año de la salida de Barret del grupo), aunque tanto en TPGD y en otras fuentes aparecerá acreditado simplemente como Pink Floyd.
Barret era un chaval imaginativo, inteligente, con un gran amor por la música y con bastantes ideas que se hizo enseguida con el liderato del grupo. Era además un guapito que las volvía locas en sus actuaciones en directo, pero era emocionalmente inestable e irresponsable. Ya cuando entró en la banda era un consumidor masivo de LSD, lo cual aumentaba su inestabilidad mental, pero el grupo no lo notó durante 1966, en donde la banda se convirtió en la sensación de al temporada con sus puestas en escena puramente psicodélicas y alucinantes, con filminas de colorines proyectadas sobre la banda, además de imágenes en movimiento. Barret componía la mayor parte de los temas, de clara influencia psicodélica. Clubs como el UFO, el Marquee y Rondhouse, templos de la balbuceante psicodelia londinense fueron los escenarios en donde el grupo se convirtió en una referencia obligada en la primera escena en el tiempo de Rock Underground europea. Klose termina por abandonar la banda, que se convierte en cuarteto.
A principios del 67 el grupo fue filmado en unas actuaciones por el cineasta Pete whitehead para su filme Tonite Let's All Make Love in London, estrenado en 1968. Tras fundar una pequeña compañía independiente junto a sus dos managers de entonces, Peter Jenner y Andrew King, Blackhill Enterprises, editan en Marzo del 67 su primer single, Arnold Layne, pop psicodélico que llega al número 20 de las listas. En Junio editan el segundo, See Emiliy Play número 6 y su primer gran éxito. A principios de año habían firmado un contrato con EMI para la grabación de un LP, que tardarán varios meses en grabar.
Ácido en el estudio de grabación
Norman Smith, el productor, quiso un LP más pop y asequible, y aunque no consiguió su objetivo al cien por cien, si influyó en el resultado final del álbum, que, con todo, no era muy comercial para la época. No existe unanimidad en las fuentes sobre como fue la grabación: Smith llegó a señalar mas tarde que el proceso degrabación de un álbum que al final resulto enormemente complejo y freak fue tedioso, ya que tuvieron que hacerse tomas y tomas. No obstante, hay canciones que se grabaron en una sola toma, como The Gnome y Scarecrow, debido al deseo de Barret de captar la esencia excéntrica del momento. El batería Nick Mason, al contrario, recalca la eficiencia del proceso de grabación, en donde se hicieron varias tomas para una sola canción; Interestellar Overdrive, es un ejemplo. El grupo se dosificó en las sesiones y demostró su pericia instrumental, con un Barret cada vez mas toxicómano, lo que no impidió que fuese el el auténtico padre del grupo y el compositor de la mayor parte de los temas. El concepto y las letras del álbum, fueron idea totalmente suya.
La cabeza de Syd Barret estaba repleta de historias de gnomos, hadas y mitología céltico-germánica que trató de reflejar en las letras del disco, así como su inclinación por los temas fantásticos y propios de cuentos infantiles (el mismo nombre del disco, como veremos luego, esta inspirado en un clásico de la literatura infantil). Una inspiración literaria Lewiscarrolliana que fusionaba el delirio psicodélico con un universo absurdo propio del autor de Alicia en el país de las Maravillas. No todo eran viñetas de fábula, también había sitio para textos típicos del viaje lisérgico, haciendo referencia al cosmos y a lo onírico. El carácter enigmático de las letras de este álbum le confiere un atractivo que no ha decrecido con el paso de los años y que ha sido enormemente influyente en muchos grupos y solistas en las décadas sucesivas que han pretendido insuflar delirio y surrealismo y su música y sus letras. Sobra decir que el LSD tenía bastante culpa en esto.
Musicalmente, el disco se lanzó de cabeza a la experimentación rompiendo incluso las barreras de la psicodelia de entonces a ambos lados del atlántico. Temas instrumentales como Interestellar Overdrive o Pow R. Toc H son pura excentricidad sonora que anuncia la inminente llegada del Rock Sinfónico. El grupo, con la ayuda de Norman Smith, dispuso de la más avanzada tecnología del momento para dar forma a sus avanzados conceptos musicales: cintas editadas y superpuestas, efectos estereofónicos, ecos, sonidos solapados, juegos en las voces. Richard Wright contó con sintetizadores de última generación y el estudio de grabación se puso a al altura de las exigencias musicales del grupo. Tras este disco, Pink Floyd fue considerada la mejor banda de Rock Psicodélico inglesa del momento y la creadora del Rock de vanguardia británico, germen del Rock progresivo.
El título del disco fue tomado del título séptimo capitulo de la inmortal novela infantil Viento en los Sauces de Kenneth Grahame. En dicho capítulo se hace referencia a la música, en boca de uno de los protagonistas, el Sr. Rata, quien experimenta una especie de trace místico: “Este es el lugar de mi sueño hecho canción, el lugar donde la música sonaba para mi”. Ese flautista a las puertas del amanecer no es otro que Pan, el dios griego de la música.
Las once canciones
Astronomy Domine
Una de las piezas mas célebres del disco que con el tiempo se ha convertido en un clásico de Pink Floyd, incluso interpretado por la banda en los 90 en directo, cuando llevaba mas de 25 años sin ejecutar el repertorio de la era Barret. Se ha convertido también en un clásico modélico del Rock psicodélico. Suele estar presente en discos en directo y recopilaciones de la banda.
Una turbación sonora basada en un por entonces innovador uso del stereo y unos teclados repetitivos y compulsivos que se dan paso a través de una batería omnipresente y poderosa. Típico ejemplo de la psicodelia “espacial” en donde una cobertura instrumental psicodélica y escapista arropa una especia de letanía vocal de connotaciones casi de música sacra, a cargo de Barret y Wright, cada uno en un altavoz diferente. La guitarra de Barret protagoniza un solo lisérgico muy inspirado sobre la enérgicamente aporreada batería de Mason. Las voces y los efectos de cinta del principio de la canción (con la voz del manager Peter Jenner), fue totalmente revolucionario, y con el paso del tiempo este tipo de efectos serán marca de la casa Pink Floyd.
La letra es la típica descripción del viaje ácido con logradas referencias a la sensación de fluido e ingravidez, el sistema solar, Sueño de una Noche de Veranode Shakespeare y el personaje de cómic Dan Dare.
Lucifer Sam
Pop psicodélico guatequero bastante asequible y bailable, tal y como lo era también See Emily Play. Juego rítmico de bajo y batería con diferentes variaciones estereofónicas y muy buenos cambios de ritmo. Barret consiguió en el solo sacar a su guitarra un sonido casi de violín tocado rápidamente. La voz del guitarrista suena imponente.
Mathilda Mother
Otra de las mejores piezas del álbum. Barret sacó a relucir su gusto por la literatura infantil y los cuentos en una especie de diálogo entre un libro que cuenta la historia de un rey justo y fabuloso y su lector, quien proclama la influencia que los cuentos hantenido en su concepción optimista y escapista de la vida.
Hay dos tipos de estrofas: una especie de canto de trovador medieval que se repite tres veces (las dos primeras cantado por Rick Wright y la ultima por Barret) y un falso estribillo pop que Barret interpreta con un curioso falsete coreado por Waters al final. Los juegos vocales están muy bien conseguidos, incluyendo efectos y ruidos salidos de la garganta de Barret en el momento del barroco solo de órgano; aunque no son menos los falsetes y sensaciones corales a cargo de Barret, Wright y Barret. El grupo demostraba que también podía ser una banda vocal al margen de sus indudables cualidades instrumentales.
Flaming
Otro de los clásicos del disco. Un poema romántico-simbolista de Syd Barret musicado en un, por entonces, turbador e insólito tema entre folk, pop y experimental. Tras un breve comienzo de onomatopeyas vocales surge una inspirada melodía arropada por vibráfonos e instrumentación mínima, que va evolucionando hasta un crescendo que luego desaparece para dar paso a la siguiente estrofa, que repite al misma estructura.
Las guitarras acústicas al final de varias de las estrofas son preciosas. Un piano minimalista y repetitivo en el solo instrumental y que va marcando además los clímax, y que, junto con el órgano, ayuda a engrandecer la canción. Muy insólitos efectos sonoros y de guitarra en aquella época. (“No puedes oírme, pero yo si”). Decir que fue el único single cara A específico del álbum, si bien solo en USA (noviembre 1967) y sin ningún éxito, en una versión diferente a la del álbum.
Pow R. Toc H.
Este tema instrumental con excentricidades vocales a cargo de Waters y Barret en forma de efectos tiene una clara inspiración jazz, especialmente en el piano de Wright en la primera mitad del tema, aunque pronto muta en un sonido gutural y áspero merced al potente bajo y a la retumbante batería, con Syd y Roger riendo como lunáticos. Posteriormente el tema se hace mas tranquilo y reposado pero con evidente poso psicodélico. Los instantes finales de anárquica orgía instrumental mostraban a un grupo con evidentes ganas de sorprender. Típico tema de composición improvisada, que en esta ocasión fue de todo el grupo en comandita.
Take the Stethoscope and walk
La única canción escrita en solitario (además de cantada) por Roger Waters se hace notar y mucho. Es proto rock progresivo con todas las de la ley, y junto con Interstellar Overdrive es la canción que más se aproxima a aquel sonido que el grupo estaba creando.
Un juego entre la percusión y la voz de Waters (con un doctor, doctor repetido de forma casi onomatopéyica) es el espectacular y directo arranque de un tema en donde el teclado de Wright pronto se hace dueño, con ritmos puramente psicodélicos y sesenteros. Waters toca el bajo como si fuese una guitarra y Barret trata de insertar sus alocadas pinceladas guitarrísticas en el largo solo instrumental. Se notaba que el grupo había encontrada una inspiración en al música clásica y en el jazz.
Interestellar Overdrive
Al igual que Pow R. Toc H.es un tema instrumental escrito en comandita. Su duración (casi 10 minutos), insólita para el pop de la época, anuncia que estamos ante el nacimiento del Rock Sinfónico. Este tema es el que mejor se identifica con al obra del grupo posterior a Barret, por lo menos hasta Mother Athom Herart (1970), por ello el grupo lo interpreto en directo hasta ese año.
La canción tiene un comienzo de Rithm and Blues pasado de vueltas lisérgicas que pronto cambia en sonidos mas ambiéntales y excéntricos, para luego llegar a un clímax delirante y experimental, con los instrumentos interpretando riffs distorsionados prácticamente inconexos entre si. Un momento cumbre con juego estereofónico, que sorprendió a los oídos de entonces, devuelve una variación de la melodía inicial.
Barret en el pasaje mas lisérgico distorsiona su guitarra al máximo, mientras el teclado de Wright llega a registros atronadores. Son varios los movimientos que tiene este tema, que buscaba sobre todo sorprender al oyente en una experiencia sonora inspirada en la por entonces recurrente ficción científica. Un tema muy avanzado para la época.
The Gnome
Sin ningún silencio respecto al tema anterior, irrumpe casi sorpresivamente esta especie de broma en forma de canción tradicional y una letra realmente muy divertida, puramente Barretiana. La historia de un gnomo que busca su lugar en al vida es una metáfora sobre la condición de las personas aquejadas de enanismo, que fascinaban a Barret.
La voz de Barret destaca sobre manera en una instrumentación bastante menos prominente que en otros temas. Tal vez sea una de sus mejores interpretaciones vocales, teatral y afectada. Guitarras acústicas folkies y vibráfonos para una cancioncilla que se ha convertido en una de las tonadas mas recordadas del repertorio de Syd Barret.
Chapter 24
Una letra poética muy bonita para una especie de balada inquietante y turbadora. Es clara la influencia Beatle en este tema, aunque Barret se tomó la libertad de insertar un estribillo musicalmente descontextualizado para reforzar el efecto lunático. Buenos juegos de voces y cierto aroma hindú-oriental al gusto de los Fab Four en aquella época.
Scarecrow
Otro de los temas más logrados. Una letanía folk (Barret comenzó con este estilo de música y se nota en todo el disco) sui géneris que habla del destino y de la imposibilidad de huir de él, a través del espantapájaros negro y verde de la canción.
Las rítmicas percusiones de crótalos del inicio son de lo mas recordado del tema, así como la preciosa melodía de órgano de Wright, cuya voz en los coros en este tema se compenetra perfectamente con la de Barret. Las guitarras acústicas finales también son un primor en esta pequeña cancioncilla, que fue la primera canción del álbum publicada ya que fue la cara B de See Emily Play, cuando TPGD aún no había aparecido.
The Bike
La canción que cierra el disco se ha convertido con el paso del tiempo en una de las más queridas por los fans del grupo. Una letra infantil y vacilona con un Barret que, además de cantarla de maravilla, ve como su voz es arropada por unos sugerentes efectos de eco y de repetición en varias pistas. Casi una canción de cabaret, sin apenas batería y con preeminencia del piano. Cuando termina el tema comienza uno de los momentos clave del disco: un coitus interruptus de campanas, cascabeles, arrastre de objetos y chirridos varios coronado por unas supuestas voces humanas distorsionadas que suenan como bocinas.
El fotógrafo Vic Singh, realizó la conocida foto caleidoscópica de los cuatro miembros del grupo. Al igual que muchos otros discos de finales de los 60, no aparece el título del mismo en la portada sino en la contraportada. Esta fue diseñada y ejecutada por Syd Barret, gran dibujante. En algunos países hubo variaciones en el diseño de la portada; en Italia, donde el disco se editó en 1968 cuando Barret había abandonado el grupo y David Gilmour (1946) ya había llegado, aparece incomprensiblemente una fotografía de la nueva formación con Gilmour, quien no tomó parte en el álbum, aunque conservaba la contraportada original.
También hubo variaciones en el Track Listing en algunos países. En USA, Tower Records publicó una versión de 9 canciones genéricamente titulada Pink Floyd (aunque TPGD apareciese también en la contraportada), donde se eliminaron Astronomy Domine, Flaming y Bike (tres de las mejores canciones), y se añadió el single previo See Emily Play. Razones: desconocidas. En publicaciones posteriores, en vinilo y CD, se recurrió al listado de canciones original. See Emily Play también se puede encontrar al final de la edición japonesa en CD.
El comienzo de la leyenda
The Piper at the Gates of Dawn tuvo un importante éxito de crítica tras su publicación, el cual situó a Pink Floyd como uno de los grupos nuevos con mas futuro. Se recalcó bastante la creación de un nuevo sonido psicodélico y lo innovador de un sonido técnicamente abrumador y sorprendente para la época. Las innovaciones en el estudio de grabación fue lo que mas sorprendió a crítica y público. Estrellas consolidadas como Pete Townsehend y Paul McCartney elogiaron el álbum y a la nueva banda.
Editado en dos versiones (monoaural y estereofónica, esta en el mes de septiembre), TPGD logró el número 6 en las listas británicas de LPs. En EEUU, en cambio, su impacto inicial fue testimonial, ya que no superó el 131 del Billboard.
Una vez que Syd Barret, ya completamente enfermo mental por sus abusos con las drogas, abandona el grupo en abril de 1968, el grupo, con el cantante, guitarrista y compositor David Gilmour, amigo desde la infancia de Barret que había entrado a principios de año para a ver si el bueno de Syd se centraba y espabilaba, el grupo irá paulatinamente abandonando la psicodelia (cada vez mas demodé) para adentrarse en terrenos de experimentación sonora inspirados en la música clásica y el blues-rock. A Saurceful of Secrets (1968), con Gilmour integrado en la banda, contiene aportaciones testimoniales de Barret con solo una canción compuesta por el: Jugband Blues. Esta y el single Apples and Oranges de noviembre de 1967 serán las últimas composiciones de Syd con el grupo, quien en 1970 grabó dos sorprendentes discos para años después enclaustrarse en su Cambridge natal, deteriorando su salud mental durante mas de 30 años. Fallece en 2006.
Durante los 70, TPGD, al ser un disco alejado del sonido que Pink Floyd cultivaba con éxito masivo en aquel entonces y tener como protagonista a alguien que ya no formaba parte del grupo, no fue un disco que importase mucho a los fans que la banda iba ganando. Pero sus primeros seguidores y al crítica seguían manteniendo al álbum en un lugar principal entre sus preferencias, y a partir de los 80, TPGD se convierte en un LP de referencia obligada para muchos nuevos grupos y solistas.
Si bien la minigira que Pink Floyd llevo a cabo por Irlanda, Escandinavia y USA presentando el LP fue un relativo fracaso por el estado de Syd Barret, la siguiente formación mantuvo hasta 1970 en su repertorio en vivo los temas Flaming, Pow R. Toc H. (estos hasta 1968) Interstellar Overdrive y Astronomy Domine, con la parte de Barret cantada por Gilmour. Una versión de este tema en directo aparece en Unmagumma (1969). El cambio de sonido del grupo en los 70 suprimió cualquier tema de la era Barret durante varios lustros, lo que mantuvo al disco en una especie de malditismo que no se superará por el público hasta finales de los 70. La revalorización que experimenta este disco en los años sucesivos le hace justicia: varias reediciones en CD y nuevas mezclas y masterizaciones en los 80 y 90 terminan volando de las estanterías de las tiendas de discos. En la última gira de al banda de 1994, se recuperó tras 24 años Astronomy Domine como homenaje al enfermo Syd Barret. El álbum se encuentra casi siempre en cualquier lista de los mejores discos de Rock de la historia y para muchos sigue siendo la obra maestra de Pink Floyd.
En 2007, con motivo del 40 aniversario del álbum, se ha editado una edición de lujo de TPGD de 3 CDs, con la versión stereo, la mono, y un tercer CD con rarezas que incluye los singles y caras B del 67 y versiones alternativas de canciones del discos sacadas de las sesiones de grabación. El flautista a las puertas del amanecer sigue tocando. Y Syd Barret desde ahí arriba, con el rey de los ojos plateados, el gato Lucifer, el gnomo Grimble Gromble, el unicornio, el ratón Gerald, la bici y el espantapájaros, le aplaudirán.
Excelente información, muy interesante todo!!
ResponderEliminarMuy Bueno,me encanto!
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