EXPIACIÓN (ATONEMENT)
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Impecablemente modelado y cincelado dramón de factura inequívocamente británica, aunque con participación norteamericana en su producción. Basada en una conocida novela de Ian McEwan, Expiación es una película que se esfuerza por conservar el carácter metaliterario que al parecer la novela original que no he leído) tiene, y lo cierto es que tanto narrativamente como en la construcción de la historia se ha conseguido un magistral juego de diferentes puntos de vista según el personaje y de distorsiones de la narración. El resultado final es un excelente drama con tintes psicológicos muy bien planteado y que transcurre de una manera apasionada y muy interesante de seguir. Muy bien ambientada a finales de los 30 y en
La película se divide en dos actos: primero el que se sucede a finales de los años 30 y en segundo lugar el que tiene lugar algunos años después en la contienda bélica. La historia gira en torno a una acaudalada familia, los Tallis cuya hija pequeña, Briony (Saoirse Ronan) es una niña de 12 años imaginativa, inteligente y con precoces habilidades literarias. Briony siente celos de su hermana mayor Cecilia (Keira Knightley), una veinteañera coqueta y despreocupada enamorada de Robbie (James McAvoy) hijo del ama de llaves de la familia, amor que también comparte con Briony. Precisamente esa rivalidad y una serie de malentendidos propios de una mentalidad preadolescente y fantasiosa llevará a Briony a deshacer el romance entre su hermana y Robbie de una forma extremadamente terrible. Ya años después, en la guerra, una Briony de 18 años (Romola Garai) vivirá infeliz su acción.
El filme es buena muestra de saber hacer en casi todos los sentidos: interpretación, fotografía, escenografía, música. Destaca un genial plano secuencia en
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Julian Schnabel puede caer mejor o peor por su egolatría y afán de protagonismo (omnipresente en todo sarao artístico y cinematográfico en los cinco continentes), pero con este su tercer filme tras Basquiat (1996) y Antes de que anochezca (1999) ha conseguido una auténtica obra maestra llena de sensibilidad y buen hacer en todos los sentidos demostrando que además de ser un artista plástico excepcional es un grandísimo director. Esta debía de ser una excelente película ya que la historia que se cuenta es algo mas que material de primera magnitud: la historia real de Jean- Dominique Bauby, el redactor jefe de la famosísima revista francesa Elle que tras una embolia quedó paralizado siendo solo capaz de mover su ojo izquierdo: Recluido aislado en un hospital de larga estancia, Bauby, que hasta entonces había sido un ser vitalista y despreocupado pero de gran corazón y una enorme cultura deberá de hacer frente a su trágica situación, atrapado en su propio cuerpo pero gracias a la persistencia de su actividad mental y su imaginación logrará evadirse pudiendo además expresar todos su profundos pensamientos , inquietudes y temores ante la nueva situación gracias al parpadeo de su ojo intacto, mediante el cual dictará el contenido de un libro que pretende escribir con todas sus desesperadas reflexiones y su biografía: La escafandra y la mariposa.
Lo que mas sorprende y entusiasma de la película es sin duda la habilidad con la que se plasmas los sentimientos y el universo poético que en su dictada autobiografía Jean-Dominique expresa. Un prodigio de narración y de expresión cinematográfica que juega con todos los niveles imaginables: el irreal, el onírico, el realista, el de la realidad alternativa, el del monólogo interno. La interpretación de Mathieu Almaric es formidable, y el resto de intérpretes, entre los que se encuentran Emanuelle Seigner, Max Von Sydow y la donostiarra Olatz Lopez Garmendia, mujer de Schnabel, no se quedan atrás. Pura delicatessen.
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