El segundo escritor más traducido de la historia, el gran maestro de la literatura juvenil, el padre de la ciencia ficción, el hombre que aficionó a la lectura a millones y millones de lectores de diferentes generaciones en todo el mundo. Jules Verne (1828-1905), - Julio Verne, como se le conoce en los países de habla hispana -, ha contribuido decisivamente al la cultura y al imaginario universal con sus novelas de anticipación, que en el siglo XIX predijeron muchos de los avances científicos que estaba por venir, algunos de ellos con décadas y décadas de adelanto: la exploración del centro de la tierra, los viajes espaciales, la llegada del hombre a la luna, las travesías submarinas, los ingenios a vapor. Su larguísima obra de ficción (54 novelas y 18 relatos o compilaciones de ellos), repleta de relatos de aventuras, ficción científica primigenia, crónica histórica y parajes exóticos, ha legado un buen puñado de espacios comunes a la cultura universal, en forma tanto de novelas inmortales, como de personajes memorables, situaciones, aventuras, McGuffins, y no pocos objetos e “inventos”, todo ello sobradamente conocido generación tras generación.
Rememorar los highlights más importantes de la obra de Julio Verne es lo que se propone este post. Cuatro obras, cuatro personajes y cuatro inventos que forman parte de la galería de honor de la historia de la literatura universal. Sin ellos (y otros más elementos en la obra de Verne que por razones de espacio no hemos podido citar) nuestros sueños no serían lo que son ahora y ni la literatura ni el cine hubiesen tomado los derroteros que conocemos. Doce iconos vernianos.
Aventuras extraordinarias
Viaje al dentro de la tierra (1864) es tal vez la más espectacular de las novelas de Verne. Con varias adaptaciones cinematográficas y televisivas (algunas, como la última, totalmente olvidables) hasta hoy día sigue siendo la preferida por el gran público. Junto con los elementos de aventura, también aparecen momentos fantásticos, otros presuntamente científicos, y sobre todo una acción trepidante que ha hecho que esta obra sea una de laa novela de Verne más adaptadas a la gran pantalla. Hasta se hizo un disco conceptual de rock sinfónico con la historia, a cargo del teclista Rik Wakeman en 1974.
La historia esta narrada en primera persona por el joven alemán Axel, que se ha educado huérfano en compañía de su tío el profesor de geología de
Julio Verne sostuvo en esta novela su creencia de que en el centro de la tierra se habían ido acumulando las etapas geológicas anteriores de la historia de la humanidad, y ahí se tomo la licencia de incluir la supervivencia de la vida prehistórica en el interior de la tierra. Aunque en la época en la que se escribió el libro ya se conocía bastante de la prehistoria (incluida unas aún no muy desarrolladas ideas sobre los dinosaurios), esta claro que muchas de las descripciones que el autor hace de los supuestos paisajes prehistóricas subterráneos y de los dinosaurios que los protagonistas encuentran, son anacrónicos. La imaginación de Verne fue la que principalmente configuró todo lo descrito en esta novela, y hoy por hoy es la menos exacta de todas sus obras de carácter anticipatorio, pero no por ello menos entretenida y apasionante.
Si tuviésemos que otorgar el título de mejor novela de julio Verne, ese se lo daríamos a 20.000 leguas de viaje submarino (1870) una de las novelas de aventuras mas famosas de todos los tiempos y todo un inmortal de evasión de la historia de la literatura. Esta novela, por entonces de pura ciencia ficción, se anticipó al concepto moderno de submarino cuando tales artilugios apenas estaban dando sus primeros pasos en el mundo de la ciencia. Además introdujo al personaje más célebre de los creados por el escritor, el Capitán Nemo. Verne describió en este libro un completo viaje submarino que incluía exploración humana con trajes de buzo, años antes de la invención de estos. La historia esta narrada por uno de los personajes, el profesor francés de biología marina Pierre Aronnax, quien investigando los inquietantes ataques de un supuesto monstruo marino a varios barcos, es capturado por el “monstruo” durante una travesía por el océano pacífico junto con su ayudante Conseil y el bravo arponero canadiense Ned Land. La criatura no era otra cosa que el submarino Nautilus, un ingenio submarino movido por energía eléctrica y con una nutrida tripulación, a cuyo mando se encuentra el enigmático capitán Nemo. Nemo recibe a los tres secuestrados como huéspedes de honor de su embarcación y les comunica que fue construida en secreto y que su misión es explorar el fondo submarino. Aronnax se siente fascinado por las increíbles posibilidades que ofrece el capitán Nemo y su Nautilus a la hora de conocer los océanos, pero Land desconfía permanentemente de un hombre que antes había atentado contra varias embarcaciones. El Nautilus viaja a lo largo de loa océanos a través de diferentes maravillosos paisajes submarinos y por las ruinas de la mismísima Atlántida sumergida. Cazan tiburones y se las ven con un fabuloso calamar gigante (el monstruo de ficción más famoso de al obre de Verne). Nemo, un personaje que trata de ocultar su existencia al mundo y que trata de huir del resto de la sociedad, decide atacar un barco en señal de asco y rebeldía ante la sociedad, pese a las súplicas de Aronnax de que no lo haga. Tras esto, el profesor, Ned Land y Conseil deciden huir una vez el Nautilus llega a los fiordos de Noruega, algo que el marino, deprimido y errático tras su última acción criminal, acepta enigmáticamente.
La obra de Julio Verne más adaptada en cine y televisión, 20.000 leguas de viaje submarino, es la novela del autor más lograda poéticamente, gracias principalmente al fascinante personaje del capitán Nemo. Una novela posterior de Verne, La isla misteriosa (1874), continúa parte de la historia haciendo reaparecer al capitán y su Nautilus, algo infrecuente en la literatura verniana. Este es tal vez el libro más leído y gustado del autor, toda una oda al mundo submarino y un prodigio profético de la ciencia: Verne creo en la ficción el concepto total de submarino antes de que se inventase.
Sin elementos propios de la ciencia ficción, otra de las novelas más inmortales de Julio Verne, es La vuelta al mundo en 80 días (1873). Al igual que las dos obras anteriores, también ha conocido infinidad de adaptaciones audiovisuales y una enorme aceptación entre el público infantil y adolescente de varias generaciones. En esta ocasión, el novelista hace una clara apología del progreso de la ciencia y de la técnica en materia de viajes, proponiendo una premisa argumental que aunque en aquel tiempo podía parecer objetable, era perfectamente factible. Y no era otra que dar la vuelta al mundo en 80 días, en la década de 1870, utilizando trenes, carruajes o incluso medios de locomoción animales.
La novela, ambientada en diversos países del mundo -aunque las localizaciones exóticas y la situación de historias en diferentes países eran ya constantes en la obra narrativa verniana, en esta novela aparecen más países y escenarios que en ningún otro - era una especie de curiosa guía turística decimonónica, un libro de viajes ficticio que demostraba el amor de Verne por la geografía, la antropología, las culturas del mundo, y los viajes, aunque su visión no deja de ser la de la época, maniquea y occidentalista. Hay que decir que en aquel 1873 en el que se publicó la novela, nadie había dado la vuelta al mundo en semejante tiempo, a partir de la publicación del libro se realizaron viajes siguiendo los pasos de los protagonistas de la obre de Verne, los cuales duraron aún menos (aunque se dice que un tal George Francis Train, en el cual Verne pudo inspirarse realizó en 1870 un viaje alrededor del mundo en 80 días). Esta obra es una de las mas y mejor documentadas de Verne y para muchos su obra maestra.
La historia comienza en Londres, donde el flemático y meticuloso caballero inglés Mr. Phileas Fogg acepta la apuesta con los miembros del club al que asiste de que es capaz de dar la vuelta al mundo en 80 días. Pese a que Fogg no es precisamente una persona muy viajera, esta dispuesto a llevar a cabo el reto y parte junto con su nuevo mayordomo francés Passepartout. Fogg y su criado viajarán por Egipto, a India, Hong Kong, Japón y Estados Unidos entre otros países antes de llega a Londres. Su propósito no es fácil ya que serán no pocas las dificultades que encuentren y que les harán perder tiempo, especialmente en
Un capitán de 15 años (1878), enmarcada en el género de aventuras, es considerada todo un clásico literario del mismo. Aquí no hay sucesos extraordinarios sino un marco de aventuras, navales y exóticas, que en realidad esconden una historia de maduración y paso de niño a adulto (la de su protagonista), y una crítica a al trata de esclavos del siglo XIX. Sin ser tan popular como las tres anteriores. Un capitán de 15 años, es de lo mejor y más emocionante de la producción literaria de Julio Verne. La historia comienza a bordo de la goleta norteamericana Pilgrim, al mando del capitán Hull. La embarcación, pese a ser ballenera, lleva como tripulantes, desde Nueva Zelanda a San Francisco, a
Esta obra pasa por ser una de las más completas de Verne, pese a que no hay ni elementos fantásticos ni de anticipación científica. Una aventura muy bien narrada que en el siglo XX inspirará no pocas películas y cómics de aventuras
Personajes inmortales
Como ya dijimos antes,e l personaje verniano por excelencia no es otro que el Capitán Nemo , protagonista de 20.000 leguas de viaje submarino y también personaje en La isla misteriosa. Mitad héroe, mitad villano, el capitán Nemo (nadie, en latín), aparece en 20.00 leguas como un hombre educado, refinado, de enorme cultura, amplio conocedor de los mares, exceelnte intérprete de órgano y con conocimientos científicos adelantados a su tiempo. Sin embargo, sediento de venganza tras al muerte de su esposa e hijos en dramáticas circunstancias, no duda en atacar con el mástil de su Nautilus a cualquier navío que se encuentre a su paso, y pese a que tras estas acciones acabe con grandes remordimientos de conciencia. El caso es que el capitán odia el mundo exterior, aquel que esta en tierra firme, y no se anda con remilgos para demostrarlo.
Muy poco se dice de la historia personal del personaje en 20.00 leguas, lo que acentúa el halo enigmático del personaje y lo hace más atractivo. No obstante, en La isla misteriosa, se añade información sobre el marino: en ella, se desvela que Nemo es hindú, hijo de un rajá, y que tras la revuelta de 1857 contra los británicos, pierde a su reino y a su familia. Refugiado en una isla, profundiza en la ciencia y en la técnica y construye un vehículo submarino. Se hace con un grupo de seguidores que comparten sus ideas de odio al imperialismo y a al justicia y les convierte en la tripulación del Nautilus, con el que surcará el fondo de los mares aplicando su peculiar venganza. Es curios que, no obstante, la mayoría de las versiones cinematográficas de la obra representan a Nemo como un caucasiano, pese a la aclaración que Verne dispuso ulteriormente, al parecer sugerida por sus editores.
La representación del capitán Nemo como un ser tan preocupado por defender a los débiles y oprimidos como tendente al tormento interior no sería completa si no tuviésemos en cuenta todo lo que se dice de él en La isla misteriosa (donde cumple un papel mas bien secundario). Resulta sin embargo mucho más llamativo su declarado sentimiento de total libertad en el mar, más allá de las convenciones e imposiciones del mundo exterior. Verne trazó un personaje romántico y con cierta complejidad que ha quedado como uno de los paradigmas literarios de la rebeldía y de la búsqueda de la libertad. Personaje inquietante y manipulador, en no pocos pasajes de 20.000 leguas puede parecer un pérfido villano, pero el profesor Aronnax no tardará en entender que no hay maldad verdadera en sus inexplicables acciones. El La isla misteriosa, Verne mata al personaje, no sin antes salvar a los náufragos norteamericanos protagonistas de la historia. El capitán Nemo sigue siendo uno de los personajes de ficción mas sugerentes de cuentos existen. Una golosina para los actores que le interpretan en la pantalla, de su figura y aventuras se han realizado varios pastiches y reinterpretaciones, lo que indica el calado del capitán Nemo en al cultura occidental.
El protagonista de La vuelta al mundo en 80 días, Phileas Fogg, también tiene un gran peso en el universo verniano y en la historia de la literatura. El escritor lo caracterizó como el típico gentleman victoriano, flemático y meticuloso hasta la caricatura. Socio del Reform Club, acepta algo tan británico como una apuesta, y a pesar de su tendencia a la vida sedentaria y su acomodamiento. En su periplo internacional sacará a relucir siempre que haya ocasión su flemático comportamiento, lo que pese a malentendidos iniciales le aportará éxito indudable. Mr. Fogg enseñará su lado mas humano al final de la novela, cuando declara sus sentimientos a la india Aouda, en el happy ending de rigor.
El contraste del carácter de Phileas Fogg con su criado francés Passepartout tiene mucho de Quijote y Sancho. Al estiramiento y meticulosidad del británico le contrasta el carácter alegre, práctico e intrépido del francés, un hombre de pequeña estatura que durante su anterior vida profesional ejerció multitud de profesiones, entre ellas las de acróbata de circo. Una pareja literaria verdaderamente celebre, Fogg y Passepartout son dos de los personajes literarios del siglo XIX más inolvidables.
Otro personaje que se ha convertido en un clásico de la historia de la literatura es Miguel Strogoff, protagonista de la novela del mismo título aparecida en 1876. Miguel Strogoff, no era una novela de ciencia ficción, sino un relato de aventuras con trasfondo histórico. Strogoff es un joven ruso de origen siberiano correo del zar al que se le encomienda la misión de avisar al gobernador de ciudad siberiana de Irkustk de que el militar ruso Ivan Ogarref ha hecho un pacto con los tártaros para que estos puedan llevar a cabo su ofensiva de invasión contra Rusia. Strogoff efectúa el largo viaje en compañía de otra agente del zar, Nadia, con al que vivirá la consabida historia de amor, y dos corresponsales de guerra, un inglés y un francés. Apresado por los tártaros con al colaboración de Ogarref, estos le dejan aparéntemente ciego con el hierro candente de una espada a fuego vivo. Pero esto al final no resulta ser así, y Miguel y Nadia consiguen huir de los tártaros y Ogarref y avisar a tiempo al gobernador.
Mezcla de aventuras (encuentro con un enfurecido oso siberiano, huida de bosques en llamas) y crónica bélica, Miguel Strogoff es otra de las obras mas conocidas del autor francés. La figura heróica de su protagonista es el prototipo del hombre de acción y ha inspirado no pocos personajes posteriores de las mismas características, (es decir, espías, aventureros, mercenarios). ¿James Bond? Es posible. La falsa ceguera de Strogoff es uno de los trampantojos preferidos de la historia de la literatura popular, y también resulta especialmente memorable el fragmento en el que un Strogoff de incógnito tiene que ignorar a su anciana madre, para no ser descubierto por los tártaros, mandándola literalmente a paseo tras reconocerla esta en una taberna de Siberia.
También el profesor Otto Linderbrock es un personaje que se ha ganado por derecho propio su espacio dentro de la literatura popular. El verdadero protagonista de Viaje al centro de la tierra, aunque toda la historia es según el punto de vista de su sobrino Axel, el narrador de la misma, nos parece en la narración según el joven Axel como un loco idealista que ha arriesgado tres vidas humanas en quimérico y peligrosísimo viaje. Al final del libro, Axel comprende que su tío era un genio, un visionario cuyos conocimientos impidieron que los tres viajeros perecieran en el intento de llegar al centro de la tierra, sorteando inteligentemente los millares de peligros a los que se vieron abocados.
Gran parte de la novela muestra el lenguaje académico y las teorías de Linderbrock sobre el viaje, basadas en los conocimientos que hasta el momento se tenía sobre geología y de los que Verne incluyó una buena muestra. Prototipo del aventurero y científico idealista, Linderbrock parece haber servido de modelo a no pocos aventureros y exploradores de lo imposible del mundo de la ficción posterior. La dialéctica entre el profesor y su sobrino y acompañante en el viaje, es al de la valentía y el idealismo frente a al prudencia y la cordura, aunque al final lo temerario termine ganando, no sin advertir antes que en ello había unas grandes dosis de ciencia y de razón, las aportadas por un genio incomprendido y adelantado a su tiempo al que al final los acontecimientos terminarán por darle al razón; aunque tampo hay que olvidar al decisiva influencia de la sensatez aportada pro Axel.
Ingenios e inventos: el Verne visionario
Ya en su primera novela, Cinco semanas en globo Verne presento un ingenio que en aquel 1863 sonaba a todo un dispendio de tecnología, aunque ya existiese desde hacía casi un siglo: el globo aerostático. En la novela, los protagonistas emprenden un fabuloso viaje en este vehículo aéreo para viajar por el continente africano. El globo de esta obra era un ingenio propulsado por hidrógeno, y no deja de simbolizar el triunfo de la ciencia occidental en pos de la exploración y el avance científico, temas bastante recurridos por el autor galo. Verne incluyo una más o menos completa descripción técnica del funcionamiento del globo que incluye no pocos elementos propios de la ciencia ficción, para otorgar al aeróstato una condición de vehículo revolucionario. No obstante, muchos de esos elementos que describe fundamentalmente en la propulsión del aparato incluso hoy día resultan imposibles.
En realidad, Cinco semanas en globo tiene más elementos de novela de viajes que de historia de ficción científica, aunque el bueno de Julito metió la gamba varias veces en su descripción del continente africano. Con todo, Cinco semanas, contribuyó decisivamente a popularizar el concepto de globo como vehículo de largo viaje. El globo se ha convertido por cierto un símbolo de la obra del autor
Aunque no es excesivamente conocida,
Propulsado a vapor, este ingenio, que hoy calificaríamos como Steam Punk, tenía una parte frontal en forma de elefante con trompa y colmillos incluidos y el resto era imitaba a una suntuosa edificación hindú. En el viajan un grupo de notables ingleses por
El Nautilus de 20.00 leguas de viaje submarino, es la “invención “de Verne mas visionaria de cuantas ha hecho. Este ingenio submarino estaba inspirado en los primeros aparatos que desde finales del siglo XIX trataron de hacer llegar al hombre hasta el fondo del mar. Aunque hasta 1870, fecha en la que se publicó el libro, se había teorizado sobre el submarino y se habían construido y probado algunos prototipos (como los Ictineo del catalán Monturiol a mediados del siglo XIX), todo intento de viaje submarino había fracasado. Verne ideó un fabuloso vehículo eléctrico que al poco tiempo se convirtió en uno de los primeros símbolos del incipiente género literario de la ciencia ficción.
Como en todos sus vehículos, Verne incluyó una completa información técnica del Nautilus: su sistema de propulsión, la toma de aire, el funcionamiento de la maquinaria. El submarino tenía además lujosos salones, estancias y camarotes. Es famosa la nutrida biblioteca del capitán Nemo, el órgano que este tocaba y el hecho de que todos los productos y objetos que reencontraban a bordo estaban hechos con material vegetal, animal o mineral extraído de las profundidades marinas. La descripción que se hace del Nautilus lo asemeja en muchos aspectos al de una nave espacial, y no será escasa la influencia de este submarino en la concepción de muchos vehículos estelares en la historia de la ciencia ficción. Y, por supuesto, los submarinos que se desarrollaron a finales del XIX le deben muchísimo al inmortal Nautilus verniano, aquel ingenio que el capitán construyó en una isla desierta con materiales procedentes de distintas partes del mundo.
El proyectil lunar Columbiad de De la tierra a la luna (1865) y su secuela Alrededor de la luna (1870) - posteriormente publicadas en conjunto y con el título de la primera- es por su significación como percusor del concepto de las naves espaciales, singularmente atractivo. En la novela, la sociedad norteamericana Gun Club, dedicada al diseño de proyectiles y armas, planea la construcción de un proyectil colosal que será enviado a la luna desde Tampa, Florida, como consecuencia de la apuesta que su presidente Barbicane, hace con el capitán Nicholl, un militar dedicado a la fabricación de protección anti proyectiles. Cuando el aparato esta finalizado, el aventurero francés Michel Ardan solicita a Barbicane viajar en el proyectil. Finalmnte, no solo el francés viajará, sino que también lo harán Barbicane y Nichol, Durante varios días de viaje gravitacional alrededor del satélite, consiguen aproximarse a la luna y observar sus cráteres, además de evidencias sobre una vida inteligente que la habitó en el pasado.
El Columbiad no era más que una bala de cañón hueca con tres tíos dentro, sin ningún mando ni mecanismo. Es decir, no era ningún vehículo propiamente dicho y por lo tanto no puede ser considerada una nave especial, pero si el primer “aparato tecnológico” que hizo un viaje a la luna en la historia de la literatura. No obstante, su evidente forma de futuro cohete no hace más que recordarnos que el Columbiad anticipó la idea de los modernos viajes espaciales y de las naves y transbordadores espaciales. Que la salida del proyectil se efectuase en Florida, cerca de Cabo Cañaveral, es otra predicción acertada. Y tampoco deben de pasarse por alto la similitud de la misión descrita en esta novela con la de la que propició la primera llegada del hombre a al luna, la del Apolo XI en 1969.
A partir de ese momento muchas obras de ciencia ficción tocaron el tema de un hipotético viaje del hombre a la luna, hasta que en el último tercio del siglo XX esto se cumplió. Es evidente que Verne ya intuía que al mejor forma de un vehículo que realizase un viaje espacial sería al de una bala, tal y como sucedió a mediados del siglo XX en los cohetes. Ya un siglo antes, al imaginación de un escritor francés, como en otras muchas cosas había llegado antes.
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