Nick Kershaw (Bristol, 1958) fue un cantante, multiinstrumentista, compositor y productor británico que gozó de gran éxito internacional en el breve periodo 1982-85 con su Pop-Rock comercial pero con unas letras y tratamiento inusualmente intelectuales y con responsabilidad creativa absoluta de su obra, aspectos prácticamente inexistentes en los ídolos del pop comercial actuales. Aunque sus dos primeros álbumes llegaron al top 10 de las listas británicas y en 1984 batió el record de permanencia anual de un solista en las listas británicas, a partir de la segunda mitad de los 80 su estrella declinó y pese a firmar los mejores LPs de su carrera, ya no vendía ni una escoba. En los 90 se convierte en productor y compositor para otros artistas y a finales de esa decide volver a grabar, aunque ya nada será igual. Para la posteridad dejó buenos temas de pop-rock liviano y sintesista y videoclips memorables, como este que nos ocupa.
The Riddle, fue el primer single de su segundo LP del mismo nombre, publicado a finales de 1984 y se convirtió en su tema de amyor éxito en todo el mundo al llegar al número 3 en el Reino Unido y ocupar el top 10 en varios países. Es curioso como en España algunas emisoras especializadas en clásicos insisten en emitir únicamente Wouldn´t it be good (de su primer LP de 1983) como si fuese el único éxito del músico cuando incluso en España tuvo más éxito The Riddle, pegadiza y lograda tonada con una curiosa y enigmática letra (por algo este tema se llama El Enigma). El video de al canción, es un vistoso y surrealista volcado de imágenes en donde Kershaw se encarna en una especie de ladrón de guante blanco en el interior de un desconcertante apartamento, y en donde aparecen como “invitados”, personajes como el malvado villano Enigma de Batman y los Tweedledee y Tweedledum de Alicia. Una muestra de cómo en los 80 se podían hacer cosas en el Show Business que hoy resultarían un poco grotescas.
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