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Interesante producción de época española con una premisa poco usual en estos tiempos que corren: llevar a la pantalla una pequeña pero apasionante parte de la vida del insigne dramaturgo y poeta del Siglo de Oro español Lope de Vega (1562-1635). El resultado, una película que con ciertas concesiones a la biografía adornada y enriquecida para hacerla atractiva al pública (véase ejemplos tan geniales como Amadeus, o en menor medida la más reciente Shakespeare In Love, la cual toma en parte como referencia) consigue ser pese a todo un filme sólido, honesto, inteligente y además entretenido. Un Lope de Vega pre treinteañero mujeriego, romántico y rebelde a partes iguales es lo que nos presenta esta película, la crónica de un hombre tan talentoso como de personalidad arrolladora y desordenada, lo que ponía en serio peligro sus pretensiones artísticas y vitales. Un buen guión (tal vez demasiado sencillo) firmado por Jordi Gasull e Ignacio Del Moral guía el no menos excelente trabajo en la dirección del brasileño Andrucha Waddington en su primera incursión en el cine español. Imágenes y escenografías muy elaboradas, excelente vestuario, cuidada ambientación, sugerente fotografía de Ricardo Della Rosa y nada desdeñable música de Fernando Velázquez, que entusiasmarán a los amantes del cine de época.
El joven poeta Lope de Vega, interpretado excelentemente por Alberto Amann, la revelación el año pasado con Celda 211 vive un gran dilema al tener que elegir entre dos mujeres: Elena Osorio (Pilar López de Ayala) la hija de el hombre que puede lanzarle como dramaturgo, y Isabel de Urbina (Leonor Watling) un antiguo amor al que le ha dedicado varios poemas. Intrigas, adulterio, corrupción y duelos a espada sazonan el filme con diversas gotas de cine de género, aunque en ningún momento se cae en lo comercial. Buenas interpretaciones en general, donde a parte de la Amann cabe destacar la de Juan Diego como el mecenas teatral Jerónimo Velázquez, por el contrario, la presencia de Miguel Angel Muñoz como un nada creíble Tomás de Perrenot, rival de Lope, no es acertada. Otro pero que se puede poner al Lope es lo poco cuidado que esta el castellano del siglo XVI (prácticamente utilizando el del siglo XXI) y una insuficiente explotación de la obra poética de Lope, que en el filme se oye pero esta regularmente recitada (es interesante el momento en el cual el joven literato improvisa aquello de “Un soneto me manda ser violante…”, pero podía estar mejor logrado). Por lo demás la película tiene de todo, aunque en pequeñas y fragmentadas dosis: acción, intrigas, amor, drama, comedia y también algo de sexo. Nada del otro jueves, desde luego, pero al fin de cuentas una película oportuna y recomendable.
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