Pocos discos gustan y entusiasman a gente tan dispar como London Calling: amantes del rock and roll, punks de la vieja escuela, nuevaoleros clásicos, seguidores del funk y de los ritmos bailables americanos surgidos a finales de los 70, viejos rockeros, adolescentes, rockeros duros, skin heads, fortofos del reggae y el rock tropical, skatalíticos, puristas del pop rock de calidad, macarras, pijos, moradores de casas okupas, obreros, ejecutivos…y así año tras año desde hace más de 3 lustros. Y es que London Calling, obra maestra de The Clash y uno de los mejores discos de la historia fue un LP que solo pudo ser parido una sola vez, concebido por un grupo que era consciente de que su encasillamiento en un estilo tan hermético como el punk les iba a perjudicar tanto artística como comercialmente y que por ello decidieron abrirse a diferentes estilos dentro de un mismo álbum, un doble LP con 19 temas (que se vendió a precio de un único LP) que constituye un magnífico y maravillosamente delirante cajón de sastre de sonidos de diferente pelaje (reggae, rock americano, rockabilly, rock and roll, rythm and blues, pop rock new wave, funk o ska) pasados por un versátil tamiz punk de guitarras insistentes y voces histriónicas que resultó totalmente efectivo y creó escuela para muchas bandas punks (y no punks) en la década de los 80. Y todo ello además con canciones de letras comprometidas al más puro estilo The Clash que fluctuaban entre la crítica social, la denuncia y la ácida e irónica crónica costumbrista. Una suerte de Sgt. Pepper´s del punk que no ha perdido un ápice de frescura.
The Clash grabaron en verano y otoño de 1979 todas las canciones de su tercer LP bajo la atenta mirada del controvertido productor Guy Stevens, una elección al final acertada. Finalmente se incluyeron 16 nuevas canciones del grupo más tres versiones de otros artistas, aunque todo el álbum mantiene una perfecta coherencia como pocos álbumes en la historia han tenido. Joe Strummer compuso la mayor parte de las letras y Mick Jones la mayor parte de la música, y ya fuera del tándem compostivo principal del cuarteto, el bajista Paul Simonon se estrenó como cantante y compositor con un tema. London Calling, la canción que da título al álbum fue el único single británico del mismo, ya que The Clash estaban acostumbrados a editar uno o dos sencillos por LP además de gran cantidad de singles no pertenecientes a álbumes, aunque para el mercado USA extrajeron un segundo single Train in Vain y en otros países editaron sin pena no gloria Clampdown. No obstante, el LP esta repleto de otros singles potenciales: Rudie Can’t Fail, I´m Not Down, Lost in The Supermarket, Revolution Rock, Lover´s Rock o Spanish Bombs son un buen ejemplo cada uno de comercialidad bien combinada con calidad. El tema que sin embargo se llevó la palma del éxito en listas fue London Calling, nº 11 en las listas de UK (el mayor puesto conseguido por The Clash en activo), un enérgico himno-torbellino que creó el punk pop con esta especie de canto apocalíptico sobre los cambios sociales en el RU envuelto en compases semi reggae y reminiscencias cabareteras británicas: hoy en día es todo un estándar rock y la canción mas conocida de The Clash, además de ser una de las canciones de combate preferidas por la peña año tras año. Similar tono vehemente y musicalmente taquicárdico tiene Hateful rockabilly-punk con efectivos compases guitarreros americanizantes, como también mira al otro lado del atlántico el rythm and blues con arreglos de metal jazzísticos The Right Profile y sobre todo el Funk Rock Train in Vain (Stand by Me,) la mejor de las canciones con Mick Jones como vocalista principal y que llegó a entrar en las listas AOR yankis: como si una banda norteamericana de rock adulto la hubiese grabado. Verdaderamente, The Clash eran musicalmente unos chicos hábiles y geniales, más que los de cualquier otro grupo punk de la época.
No se veía ningún atisbo de incomodidad en el abordaje de estilos que la banda acometía por vez primera, más bien todo lo contrario; así Rudie Can´t Fail era rock latino-tropical (con metales a lo mariachi y todo) pero era también una vehemente canción de punk rock comercial sobre un tío ridículamente violento; Clampdown estaba más cerca del rock urbano americano que de la New Wave, pero no perdió ni un ápice del característico sonido (y actitud) Clash. Similares pretensiones a los de este tema tiene también Death or Glory, aunque el sonido de este tema era más nuevaoleramente británico. El rock semibailable por sus connotaciones disco y funky (estábamos en plena época de la night fever) de Lover´s Rock parecía anticipar el sonido que The Clash cultivarían en los 80 y que también figura en I´m Not Down ,esta vez mucho más estilizado y con guitarras entre el hard y el funk.
Un par de temas se metían de lleno y con convicción en los sonidos reggae: la versión del reggae purista de Danny Ray Revolution Rock y el estreno de Paul Simonon como cantante principal y compositor The Guns of Brixton, patibulario y sombrío reggae rock blanqueado de rítmica mortecina sobre la brutalidad policial (tema casi estrella en la época dorada del punk). Y si había que hacer pogo, hay estaban los sonidos skatalíticos de Wrong’ Em Boyo , divertida y eficaz versión de un clásico ska con una genial interpretación vocal de Joe Strummer y la aún más veloz Koka Kola, una feroz crítica clashiana al consumismo occidental que combinaba este ritmo jamaicano con el rock and roll. El pegadizo estribillo del pop rock a lo Elvis Costello de Spanish Bombs es otro de los momentos cumbres de London Calling, una particular visión de Strummer de la guerra civil española y de la cultura hispánica -que él conocía y admiraba por su frecuentes estancias en Granada- cantada con pintorescos insertos en un sui géneris spanglish. Y en fin, Lost in the Supermarket, excelente tema de pop comercial, es otra de las pequeñas joyas que Mick Jones, el segundo de abordo en la banda, compuso e interpretó como voz principal dejando patente que Joe Strummer no era el único líder del cuarteto.
The Clash nunca estuvieron tan geniales en todos los sentidos como en este disco. Sin London Calling, el punk rock hubiera muerto en los 80 y cosas como el postpunk, el pop rock alternativo británico de los 80, el nuevo punk o incluso el rock radical vasco no hubiesen existido. Más allá de que estemos hartos de ver en camisetas o en posters la inmortal foto de la portada con Paul Simonon machacando el bajo y las letras calcadas de la tipografía del primer disco de Elvis Presley, hay que ser conscientes de que London Calling es toda una joya, de esas que hay que tener en la discoteca particular por narices si se es un amante de la música, y si no se tiene, pues hay que comprarla. Palabra, no te arrepentirás.
FICHA TÉCNICA
Géneros: Punk, New Wave, Rock and Roll, Reggae, Funk Rock, Pop Rock, Rock Tropical, Ska, Jazz Rock, Rhythm and Blues, Rockabilly
Publicación: diciembre 1979
Sello original: CBS
Producción: Guy Stevens y Mick Jones
Duración: 65:07 (doble Lp)
Músicos:
Joe Strummer: voz, guitarra rítmica, piano, coros
Mick Jones: voz, guitarra principal, piano, harmónica, coros
Paul Simonon: bajo, coros, voz principal en The Guns of Brixton
Topper Headon: batería, percusión
Mickey Gallagher: órgano
The Irish Horns: sección de metal
Track listing
1- London Calling
2- Brand New Cadillac
3- Jimmy Jazz
4- Hateful
5- Rudie Can´t Fail
6- Spanish Bombs
7- The Right Profile
8- Lost in The Supermarket
9- Clampdown
10- The Guns of Brixton
11- Wrong ’Em Boyo
12- Death or Glory
13- Koka Kola
14- The Card Cheat
15- Lover´s Rock
16- Four Horsmen
17- I´m Not Down
18- Revolution Rock
19- Train in Vain
¡Menudo coñazo de disco y The Clash en general! ¡Prefiero mil veces a The Jam, dónde va a parar, hombre!
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