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Interesante
biopic rodado con clase por el noruego Morten Tyldum en una lujosa producción
británico-americana que aspira a llevarse algún Oscar o al menos uno para su
actor protagonista Benedict Cumberbatch, que realiza su mejor interpretación
hasta la fecha en un papel complejo en el que el inglés echa el resto. Alan
Turing (1912-1954), matemático, filósofo, criptoanalista y pionero de la
informática es el sujeto de esta biografía centrada esencialmente en la época
de la II Guerra
Mundial en la que este genial, extraño y peculiar científico que alumbró muchas
beses de la informática moderna estuvo colaborando con el gobierno británico en
el desciframiento de la máquina criptográfica alemana Enigma, artilugio
mediante el cual los alemanes enviaban sus mensajes cifrados durante la
contienda y que ya ha sido objeto de alguna película como Enigma (2001). El filme se centra en dos focos: el carácter asocial
y frío de Turing y las consecuencias de este comportamiento en la relación
compañeros de misión, superiores y su propia prometida Joan (Keira Knightley)
además de su oculta condición de homosexual que le valió un cruel castigo penal
siguiendo las leyes británicas de los años 50 y el injusto desprecio social en
su país; y por otra parte todos los avatares que experimentó junto a su equipo
de colaboradores en su encomienda de descifrar los mensajes de Enigma, algo que
logró gracias a una máquina de su invención Christopher,
casi un prototipo de ordenador. Ambos aspectos vertebran una película
apasionante y muy bien contada con un perfecto equilibrio entre el drama, la
intriga y el retrato psicológico todo con una ambientación histórica perfecta y
unas buenas interpretaciones.
Puede
que The Imitation Game se quede corto
a la hora de mostrar algunos aspectos de
la vida de Alan Turing que no aparecen muy desarrollados (su faceta de atleta,
por ejemplo, solo sale con flashes y sin explicar) y que también pueden dar más
claves sobre el personaje, pero en líneas generales la película no solo respeta
la figura de Alan Turing sino que además
hace que el espectador ame al personaje mostrando sus logros en medio de no
pocas dificultades personales y materiales en lo que es también un drama
personal en medio de una historia de superación donde un hombre que sufrió el
rechazo social por ser diferente pudo salvar a todo un país gracias a su
genialidad, a su tesón y sobre todo a su peculiar carácter. Merecen también
mención los flashbacks de la adolescencia de Turing en la elitista Sherborne
School, con el joven Alex Lawther haciendo un excelente aunque breve trabajo.
Estupendo filme que además hace justicia a un personaje calve en la historiad
el siglo XX no muy conocido fuera del Reino Unido
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