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Christopher Nolan ha debutado con buen pie en el cine
bélico-histórico con una historia ya llevada al cine en otras ocasiones como es la batalla de Dunkerque, un insólito
episodio de la II Guerra
Mundial en el cual los ejércitos aliados fueron evacuados a mediados de 1940 en
la playa de Dunkerque (Francia) ante el asedio y avance de las tropas alemanas.
Aunque en esta ocasión Nolan no ha realizado una gran película sino más bien una
obra correcta y sobre toda rodada con profesionalidad y oficio de excelente
director, al menos ha logrado avanzar unos metros de la previsibilidad del cine
bélico y ha conseguido un filme que no se deja contagiar con los
convencionalismos del género ni por la comercialidad que va unida a las
superproducciones históricas, un drama de personajes y situaciones que se
presentan de forma realista y nada glamourosa consiguiendo una épica verista que
resulta de agradecer en lugar de una posible pompa heróica mil veces vista. Con
un reparto eficaz y una excelente puesta en escena que trata de reproducir fielmente
el transcurso del acontecimiento bélico, tal vez la aridez de su guión y lo
poco definidas que están las situaciones lastran el resultado final de lo que
podría haber sido una gran película. No faltan sin embargo buenos momentos ni
destellos de cine con mayúsculas en un conjunto esforzado pero desigual.
Un reparto coral e internacional consigue aportar lo
que siempre se agradece en este tipo de cine: hondura humana, expresada a través
de los miedos de los soldados que desean huir del frente, los temores y la mescal
de ansiedad y esperanza de los civiles que con sus embarcaciones en la costa se
ofrecen a ayudar a los militares, la decisión y también las dudas de de los
combatientes en el frente de la batalla…un interesante catálogo de emociones en
una situación límite que constituyen lo mejor de la película. Mark Rylance, Tom
Hardy, Fion Whitehead, Aneurin Barnard, James D´Arcy, Harry Styles, Cillian
Murphy o Kenneth Brannagh están más que correctos en sus respectivos papeles
con el mensaje de que siempre los civiles serán las primeras víctimas en una
guerra. El gran Hans Zimmer firma una Banda Sonora que es de lo más curioso y
original que ha hecho en los últimos años. Una película para los que piensan
que el cine de guerras puede ser algo más.
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