martes, enero 05, 2021

EL PADRE (THE FATHER)

 


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Anthony Hopkins haciendo una de las mejores interpretaciones de su larga carrera, o tal vez la mejor. Así de claro se puede decir. De nuevo en el Reino Unido, Hopkins encabeza este esforzado y verdaderamente sorprendente drama que transitando entre los psicológico, lo social y sobre todo en lo emocional nos regala enormes momentos de buen cine sustentados en las dos armas más poderosas de este medio: el guión y la interpretación. El actor galés es desde luego la fuerza y el alma de este soberbio trabajo que nos hace reflexionar sobre el drama de la vejez, especialmente cuando este estadio vital conlleva males tales como el deterioro cognitivo. La película acierta además al demostrárnoslo en primera persona, desde el punto de vista de su protagonista también llamado Anthony, un octogenario viudo cuya cada vez más acelerada pérdida de memoria pone en jaque a su preocupada hija Anne (Olivia Colman) y a su marido Paul (Rufus Sewell) y sobre todo supone una total tortura para él mismo. Salvo en algunos momentos que la trama se focaliza en Anne, casi todo lo vemos bajo los ojos de Anthony: la confusión de los rostros de las personas, su desubicación espacial, la duda en su algo ha sucedido o no. Esto se ha conseguido de manera magistral mediante recursos tales como la utilización de otros actores, la descoordinación narrativa-temporal intencionada y otros trampantojos que literalmente nos meten en la mente del protagonista produciendo un efecto que no puede ser más inquietante y hasta terrorífico.

Sobra decir que este es un filme duro y difícil y que precisa de muchas cosas por parte del espectador: entereza, perspicacia, empatía, sensibilidad y sobre todo entrega. Anthony Hopkins y el resto del elenco lo hacen todo muy fácil con sus estupendos trabajos, llegando a veces a unos niveles de dramatismo de grado supino que literalmente no dan respiro al espectador. El director Florian Zeller, dramaturgo metido a cineasta que con esta adaptación de su propia obra debuta como realizador, ha conseguido un espléndido trabajo en donde se nota enormemente su formación teatral ya que el espacio es prácticamente único en este filme. Una obra emotiva, emocionante y sobre todo muy original y arriesgada que pone de manifiesto que el cine aún nos depara muy agradables sorpresas.

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