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Ángeles y personas mágicas dispuestas a ayudar a gente
en apuros han dado mucho de sí en la historia del cine, pero ya a estas alturas
historias similares teóricamente poco ya pueden aportar en un filme con
pretensiones. Eso si, si se aplica algún enfoque si no novedoso por lo menos
sugestivo y no mil veces visto la cosa puede funcionar medianamente bien tal y
como lo demuestra esta película italiana cuya efectividad reside principalmente
en el buen hacer y el carisma de su actor protagonista, Toni Servillo, desde
hace unos años el intérprete transalpino más reconocido internacionalmente (su
éxito le llegó en la madurez) y sin duda uno de los solicitados en dicho país.
Servillo encarga a un misterioso personaje sin nombre que ofrece a cuatro
personas a punto de suicidarse ver como sería la vida si llevan a cabo su
trágico propósito (hummm. ¿a que suena esto?) en una especie de comunidad terapéutica
con un “programa de actividades” que dura una semana. Huelga decir que las
buenas intenciones y el discurso de reflexiones psicológicas sobre el individuo
y su relación con la vida guía buen
parte de el desarrollo de la historia con consabidos momentos más o menos
melodramáticos y elocuentes frases existenciales, pero el hecho de no escorarse
decididamente a lo edulcorado (solo en instantes puntuales) y la solidez de una
historia más de relato urbano costumbrista que cuento de hadas consiguen que
esta película sea una obra interesante y con bastantes buenos momentos.
Además del personaje central que interpreta Servillo, los otros cuatro caracteres también se antojan sólidos y con poca tontería: un comunicador de autoayuda de éxito pero que se siente infeliz (Valerio Mastandrea), una policía de mediana edad que ha perdido a su hija adolescente (Margherita Buy), una veinteañera exgimnasta confinada en una silla de ruedas por una lesión que ya no encuentra sentido a su existencia (Sara Serraiocco), y un niño de 11 años victima de bulling que se ha metido a youtuber por presión de sus padres (Giorgio Tirabassi) son los cuatro suicidas a los que se les ofrece reflexionar y dar marcha atrás en su decisión. Sus historias aparecen trazadas lo justo pero lo suficiente aunque la resolución de algunas de ellas se antoje desdibujada. Lógicamente hay elementos fantásticos en este filme y una estructura narrativa de saltos en el tiempo (hacia atrás y hacia delante) de la que por fortuna no se abusa. El Primer Día de tu Vida es una película con interesantes matices que no hará historia pero que se deja ver y hace reflexionar.
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