martes, junio 17, 2025

LA RECETA PERFECTA (VINGT DIEUX)

 


*** y 1/2

Con planteamiento modesto, una historia sencilla y sin ningún actor profesional esta consigue ser una estupenda película que deja palpable que el cine costumbrista aún tiene vigencia y que cualquier entorno puede ser el escenario de una interesante historia. Un pequeño pueblo de Borgoña es la localización y el contexto es algo tan inusual como la elaboración del preciado queso de la zona, algo en lo que gira la cultura de esta región francesa de donde procede la directora de este filme, la joven Louise Courvoisier, una debutante que además cofirma el guión y cuya familia ha intervenido en diferentes aspectos del mismo (su madre y su hermano han compuesto la curiosa banda sonora, otro hermano es diseñador de producción); en esta ambientación rural discurre una historia de maduración y de paso fortuito de la adolescencia a la vida adulta, la que vive su protagonista el chaval de 18 años Totone (Clément Faveau) quien tras perder a sus padres tiene que lidiar con múltiples responsabilidades y hacerse cargo de su hermana de siete años, él precisamente que era un joven despreocupado y cabezaloca. La fabricación de un queso Comté para presentarlo en un concurso (y que gane) se plantea como una meta para Totone ya que con el dinero del premio podrá hacer frente a las dificultades económicas. A ello se dedicará con ahínco con la ayuda de sus (descerebrados) colegas del pueblo y la inesperada complicidad de una joven ganadera, Marie-Lise (Maïwène Barthèlemy) con la que vivirá una relación más allá de la instrumentalización sexual con las chicas a la que el muchacho está acostumbrado.

Totone es un inicialmente un antihéroe en esta historia, un chaval sin oficio ni beneficio y alocado cuya bravuconería y carisma le hace ser una de las personas más populares de su pueblo, pero pronto torna en un héroe a la usanza cuando una desgracia golpea su vida y entonces asume que debe luchar por el futuro de su hermanita y conseguir finalidades y objetivos, por una vez en la vida, nobles, que en esta película toman la forma de un tipo de queso del que Totone se propone elaborar la mejor versión posible. A ratos con tono de comedia, otros de melodrama, muchos de estudio psicológico de la adolescencia y siempre con la maduración como telón de fondo, Vingt Dieux es una película sencilla pero elegante -no todos los entornos rurales son capaces de alcanzar una estilización y un encanto similares al del campo francés- y que deja un buen sabor de boca a públicos variopintos por lo universal de su mensaje. Siempre se espera mucho del cine francés y sus mejores películas siempre cumplen.

lunes, junio 09, 2025

SIRAT

 


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Puede que no resulte muy fácil sumergirse en esta nueva demostración de la maestría fílmica de Oliver Laxe (Mimosas, O que arde), al menos al principio, pero conforme va transcurriendo el metraje uno, de un modo u otro, se va sintiendo más y más atrapado por un trabajo excelso, extraño, sugerente y poliédrico que según su director -un autor que no ha necesitado mucho ni tan siquiera pretenciosidad para alcanzar ese restringido título- pasa por ser su filme más político y poético de su aún no muy extensa filmografía. Pero más que esos dos adjetivos, que en realidad parecen cumplir una función muy contextual y simbólica, Sirat resulta una película onírica, social y con carácter de cuento-fábula. Si, es el mejor trabajo de Oliver Laxe hasta la fecha y por el momento la mejor película española del año, pero más allá de cualquier contexto espacio-temporal, Sirat resulta un filme poderoso e impactante con un mensaje universal que de nuevo nos pone en frente de las contradicciones de nuestra sociedad occidental. El Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2025 es un galardón más que merecido para esta inusual obra.

La zona desértica del sur de Marruecos es el escenario íntegro de la historia (aunque además del país norteafricano parte haya sido rodada en Teruel y Zaragoza), todo en exterior, todo en parajes naturales y con estilo casi de documental geográfico, porque aquí el paisaje, el terreno cumplen el papel fundamental. Actores aficionados -en su mayoría de nacionalidad francesa- conforman el reparto donde un descomunal Sergi López- intérprete de hecho con bastantes vinculaciones con Francia- es el único intérprete profesional dando vida a Luis, el personaje central de la historia. El protagonista acude junto con su hijo menor, Esteban (Bruno Nuñez, pequeño gran actor) a una aislada rave en el desierto poblada de la consabida fauna pastillera y colgada bailando al son de una hipnótica música electrónica; su finalidad es encontrar a al hija mayor, una adolescente que se fue de casa un día sin decir nada y de la qque su familia piensa que tal vez se encuentre. El entorno al principio es extraño, marciano e inquietante para Luis y Esteban y también para el espectador, que asiste desde el comienzo a una sucesión de imágenes y sonidos (electrónicos) sin apenas diálogos que dicen bastante claro que va a comenzar un viaje alucinante. La búsqueda de la muchacha parece infructuosa pero Luis no se rinde y termina aliándose con un quinteto de ravers franchutes que se desenvuelven bastante bien en castellano: Stefania Gadda, Richard “Bigui” Bellamy, Jade Oukid, Joshua Liam Henderson y Tonin Janvier, todos ellos (excelentes) actores no profesionales que se interpretan a si mismos: una extraña troupe de outsiders que en si misma representa en el relato el lado más oculto, freak y alternativo de una sociedad que se nos presenta como fracasada. Junto con padre e hijo, conforman una especie de “seis magníficos” contemporáneos que irán en busca de una persona extraviada en una película cuya estructura y estética le debe mucho al western, pero también a William Borroughs, David Lynch, Alejandro Jodorowsky y Lars Von Trier. Hasta hay alguna traza del Bergman del El Séptimo Sello y la saga Mad Max. Pronto lo que parece la trama central del filme se revelará como un McGuffin tramposo mientras la película proseguirá con su carácter visual y simbólico mientras los personajes llevan a cabo su viaje hacia ninguna parte encontrándose en medio con la tragedia y el caos.

Es este un filme que fluctúa con mucha maestría entre lo mágico (en apariencia) y cálidamente humano y lo social y realista: la guerra de Marruecos con el Sahara aparece de refilón y también el tema de los refugiados, siempre con la visión generalista de los desastres de la guerra que poco a poco se va adueñándose de la historia hasta extenderse y engrandecerse con el mal producido por el ser humano en general. El dolor, la pérdida, la desesperación se irán apoderando de los personajes en un viaje espiritual que no sabemos muy bien a donde lleva y de hecho cuando finaliza la película seguimos sin saberlo. La crudeza de muchos momentos azota literalmente la película y nos hace partícipes de ese extraño viaje que cada vez es más hipnótico y también más desesperado, captado por una poderosa fotografía y un sonido alucinante -más allá de la machacona y a veces desagradable pero a ratos fascinante música trance electrónica que se oye- que convierten a esta película en un muy grata experiencia cinéfila. Totalmente recomendable.

miércoles, junio 04, 2025

LOS TORTUGA

 


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Fue la película triunfadora en el Festival de Málaga y desde luego que merecidamente. Belén Funes, que con La hija de un ladrón (2019) entusiasmó a todos con su manejo del drama social en contextos más bien incómodos y de difícil narrativa en esta ocasión se doctora con un drama multitemático y muy bien ensamblado en sus aparentemente diferentes y heterogéneas piezas que conmueve y encandila y todo con mínimos estilísticos y narrativos eso si muy efectivos y con un enorme poder evocador y emocional. La inmigración (dentro de España y desde otros países), las dificultades de la España rural, la precariedad económica de muchos trabajadores, las dudas de la juventud, las relaciones familiares (y especialmente la maternofiliales), los desahucios y el duelo ante la muerte aparecen en este estupendo filme de una manera clara y muy directa (tal y como al directora hizo en su citada anterior película) y sin atenuantes. Diferentes escenarios geográficos (Andalucía, Catalunya), diferentes contextos (el rural, el urbano) y personajes casi todos marcados por el infortunio y la modestia económica conforman un retrato identificable convertido en una historia poderosa por su desagradable y verista sencillez. Belén Funes ya se postula como una gran directora.

Las dos actrices principales mueven la película compartiendo protagonismo y una relación entre sus personajes complicada y cambiante, como pueden serla las de una madre y una hija marcadas en un primer término por la tragedia (la pérdida del padre/marido) y también por diferentes circunstancia que han terminado en un cierto distanciamiento. Anabel (Elvira Lara) una postadolescente barcelonesa de 18 años vive dividida entre el recuerdo de su padre andaluz -fallecido tiempo atrás- junto con la sencillez de la vida en una aldea cuando pasa veranos en el pueblo de Jaén con su familia paterna, y la influencia de su madre Delia (Antonia Zegers), una inmigrante chilena que trabaja de taxista en la ciudad condal que con su carácter despreocupado parece no haber asumido ni valorado del todo la muerte de su marido y las necesidades actuales de su hija, una muchacha que aspira a ser alguien - estudia comunicación audiovisual- y superar sus penas, complejos y los problemas económicos de su familia. Planteada como una historia cambiante con variaciones inesperadas y siempre centrada en las dos mujeres (especialmente en Anabel), la película se deja ver con enorme interés gracias a la calidez e inmediatez de las situaciones, que si bien muchas veces parecen no llevar a ninguna parte hacen que las protagonistas, con gestos, reacciones y diálogos nos muestren los entresijos y claves de su incomoda relación. Tanto Lara como Zegers están las dos impecables. El filme va cobrando interés a medida que va avanzando y todos esos apuntes del natural que se nos presentan y que- muchas veces por desgracia- reconocemos no hacen más que hacerse ganar nuestra complicidad como espectadores. Una pequeña grata sorpresa en lo que llevamos de año para el cine español.


lunes, junio 02, 2025

LA TRAMA FENICIA (THE PHOENICIAN SCHEME)

 


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Wes Anderson no solo se ha convertido en uno de los mejores directores de la actualidad sino que es ahora mismo uno de los cineastas con mayor tirón entre el público pese a lo aparentemente escaso comercial de su propuesta. Últimamente muy activo- sus últimas Asteroid City y el mediometraje de Netflix La maravillosa historia de Henry Sugar son relativamente recientes- Anderson deja un poco el perfil más modesto de Asteroid City para ejecutar de nuevo una obra ambiciosa que por supuesto contiene todos los elementos distintivos de su cine: imagineria artístico-manierista, colores chillones, encuadres estudiados, coreografiados y arty, inspiración comiquera, cierto surrealismo. No tan brillante como su obra maestra, La crónica francesa (2021) pero de nuevo una gran película, The Phoenician Scheme -echando mano otra vez de la ironía y la caricatura con afán de crítica- se sumerge esta vez en una visión bufa del capitalismo y la religión con unos resultados bastante sugerentes. El reparto coral de rigor del cine de Wes Anderson moviéndose entre engolados e imposibles escenarios que evocan a unos estéticamente unos exagerados años 50 en plena Guerra Fría nos regala personajes (ridículamente) muy interesantes e interpretaciones de chapó en una puesta en escena deslumbrante y divertida que consigue llevar a buen puerto una fábula muy gruesa y anecdótica en apariencia pero en realidad enormemente profunda y evocadora.

Hay que decir que el propio reparto hace destacar a tres personajes: Zsa-Zsa Korda (Benicio del Toro) un todopoderoso y realmente siniestro y despiadado magnate de un país indeterminado de Europa deseoso de eliminar a quienes precisamente tratan de eliminarle por su enorme poder, para, lógicamente, ver aumentada aún más su riqueza e influencia; su hija Liesl (Mia Theperton) una excéntrica novicia que se convierte en la principal aliada de su padre en su megalómano plan aunque hayan estado distanciados seis años, y el profesor Bjorn Lund (Michael Cera), un entomólogo noruego tutor de los hijos menores de Korda y tercera pata del vértice en los planes del empresario. Unas curiosas cajas con ciertos contenidos tienen la clave de los nuevos negocios de Korda, quien tras sufiir diferentes atentados contra su vida se encuentra casi siempre de paso en el Cielo y ante Dios en impagables secuencias de inspiración montypithiana, y una inexistente Fenicia del siglo XX será el país en el cual el millonario fije sus objetivos. Todos los entresijos del capitalismo en su mayor expresión aparecen caricaturizados en este perfecto grandguiñol de tiralíneas con explicaciones bizarras marca de la casa discurridas en el siempre pasmante espectáculo visual y narrativo de Anderson. Tampoco faltan críticas a la ambición humana, la hipocresía, la muchas veces apestosa relación entre política y riqueza, y el poder ambiguo de la religión tanto desde el aspecto personal-espiritual como el material.

Si se conoce más o menos el cine de Wes Anderson, se pueden prever pistas falsas y trampantojos que estallan de manera magistral y no por ello dejar de disfrutarlas, pero es posible que el expectador neófito o no acostumbrado a este tipo de cine se vea un tanto desconcertado. Hay que dejarse llevar siempre por el estilo sublime, audaz y realmente sugestivo de este gran autor que ha conseguido fusionar como nadie el estilo del cómic (y la ilustración en general) con el del cine. Tom Hanks, Willem Dafoe, Scarlett Johannson, Mathieu Almaric, Jeffrey Wright, Charlotte Gainsboourg, Riz Ahmed, Bryan Cranston, Bill Murray, Benedict Cumberbatch o F. Murray Abraham desfilan también por un filme que como todos los del director conviene ver y degustar.

lunes, mayo 19, 2025

JANE AUSTEN ARRUINÓ MI VIDA (JANE AUSTEN A GÂCHÉ MA VIE)

 


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Es increíble como la figura y obra de Jane Austen (1775-1817) sigue presente en la cultura del siglo XXI e incluso el mundo del cine sigue haciéndose eco de su legado. No son pocas las películas inspiradas en ella -incluso llevando su nombre en el título- a parte de biopics, y es que la autora de Emma o Sentido y Sensibilidad pese al paso del tiempo tiene en su obra tropos y temas que se han mantenido siempre, como las ansias de superación de la mujer joven o los dilemas del amor. En el caso de esta producción francesa debut en la dirección de la guionista Laura Piani (con algunos tintes autobiográficos) nos encontramos con la imposible traslación del mundo de la escritora británica a la vida de una joven parisina, Agathe (Camille Rutherford), bibliófila, culta, soñadora y admiradora de Austen, empleada en la famosa librería parisina especializada en literatura inglesa Shakespeare and Company, pero negada sentimentalmente e insegura pese a su brillantez intelectual. Aspira a encontrar el amor de su vida a la Austen y lógicamente esa meta por su dificultad no le plantea satisfacciones precisamente. Una gran oportunidad llega a su vida cuando se traslada a la campiña inglesa para participar junto con aspirantes a literatos e intelectuales en una residencia-seminario sobre la autora, gestionada por una familia de descendientes de esta. Allí Agathe conoce a Oliver (Charlie Anson) el hijo de sus anfitriones, un joven educado y muy british que parece mejor opción que Felix (Pablo Pauly), su no muy oficializado novio.

El filme supone una aproximación a manierismos del cine británico desde la óptica francesa en una operación que se salda con éxito y que no resulta ni paródica ni de homenaje complaciente. Moviéndose entre la comedia romántica (las más de las veces) y el melodrama, el filme está rodado con exquisitez y buen hacer con varios momentos muy bien llevados. Las escenas inglesas son casi siempre en interiores (los de la mansión de la residencia) en clara conexión con la tendencia inglesa a las ficciones audiovisuales sin apenas exteriores, algo en lo que fueron maestros -especialmente en televisión-en la segunda mitad del siglo XX. No obstante, lo mejor es todo lo que rodea a su protagonista y sus circunstancias, un pequeño y modesto estudio psicológico de la mujer del siglo XXI que desea vivir en el mundo de Austen de principios del XIX en lo tocante a las relaciones amorosas, ocasionando frustración, desarraigo y también por que no momentos divertidos. Una película modesta pero bonita, recomendable en tiempos tan poco edificantes como estos.

lunes, mayo 12, 2025

UNA QUINTA PORTUGUESA

 




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Un claro ejemplo de como con una historia muy sencilla se puede hacer una excelente película. Avelina Prat, que con su primer filme Vasil (2022) dejó muy buen regusto, en esta ocasión supera el listón con este curioso melodrama de corte psicológico sustentado en sus muy competentes intérpretes: no solo su protagonista principal, ese actor ya veterano pero redescubierto que es Manolo Solo, y su actriz principal la polifacética y superdotada María de Medeiros están sublimes, la serbia Branca Katic, que se hace cargo de un rol secundario pero fundamental y pivotal en la historia, está estupenda. No podía dejar de ser casi perfecto el trabajo actoral en una película donde la interacción de los personajes, especialmente entre los dos principales, es fundamental. Dos seres que en diferentes momentos reubican y rediseñan su vida de cero, viviendo de diferentes falsedades para huir de un pasado doloroso. Y junto a ello, el mensaje de entendimiento (y coincidencia) entre diferentes nacionalidades, idiomas y culturas, con la constatación de que determinadas situaciones y sentimeintos son comunes en todos los seres humanos; mensaje que ya aparecía en la anterior película de la directora, un valor en alza que supone una muestra más de la excelente nueva generación de realizadoras españolas que ha surgido en los últimos años.

Fernando, un profesor universitario de Geografía, se encuentra de la noche a la mañana con que su mujer de origen serbio, Milena, con la que en realidad llevaba poco tiempo, ha desaparecido sin dejar rastro (el espectador conoce que ha abandonado a su marido sin previo aviso). Desesperado y desorientado, viaja a Portugal a olvidarlo todo donde conoce a Manuel, un jardinero español que muere súbitamente de un infarto. Fernando tomará la documentación de Manuel y viaja a la lujosa quinta donde el auténtico jardinero iba a trabajar para ocupar su lugar . Allí conoce a la propietaria de la propiedad, Amalia, una mujer rica y culta de afable carácter que pronto conectará con Fernando (al que aparentemente cree el verdadero Manuel) pero que también parece esconder o huir de algo. La excelente interpretación de aquella actriz que en buena parte de los 90 se convirtió en la estrella europea del momento empuja la película a momentos realmente sublimes en donde el intentar averiguar la verdad por parte de los personajes parece una necesidad que se alcanza de maneras inesperadas. Manolo Solo por su parte está perfectamente creíble como un hombre perdido y con muchas preguntas que en aquella mansión portuguesa llena de belleza decadente logra por fin la estabilidad hasta que casi por casualidad un hallazgo sobre lo que le impulsó a cambar de vida parece dar una nueva dimensión a todo. Se cambian muy bien los contextos dramáticos en esta película y ello constituye un espectáculo narrativo de primer orden, llegando hasta la curiosa catarsis final. Filme elaborado y grato de ver que no debe ebn modo algunos pasar desapercibido.

martes, mayo 06, 2025

LA HISTORIA DE SOULEYMANE (L´HISTORIE DE SOULEYMANE)

 


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Una nueva aproximación europea al fenómeno de la inmigración, y concretamente desde el cine francés, siempre acertado con cualquier temática social, con la novedad de que en esta ocasión se tocan items dentro del mismo tema que rara vez han sido objeto de una ficción, como es el caso de los “negocios” de personas que traman historias falsas para que un inmigrante consiga su regularización como refugiado político o las dificultades que el colectivo migrante en situación irregular tiene en sus trabajos no regularizados. Este filme de Boris Lojkine apuesta por un estilo verista y docuemntal centrándose en un personaje, Souleymane (Abou Sangare) un joven de Guinea Conarky que llegó a París poco tiempo atrás y que permiso de residencia ni de trabajo ejerce de repartidor en bici. Su esperanza es conseguir estatus de refugiado político para acelerar su regularización aunque en realidad no lo sea, pero otro individuo de origen africano le ayuda inventándose una falsa historia vital como perseguido en su país por razones política. Souleymane al principio de la película está a dos días de la decisiva entrevista con las autoridades de inmigración y trata de memorizar el falso relato mientras trata de hacer bien su trabajo- que le ocupa hasta altas horas de la noche-, se relaciona con otros jóvenes africanos y con sus clientes y pernocta en un concurrido refugio de sin techo. Se palpa su ansiedad por que todo salga lo mejor posible y su preocupación: un psicodrama muy bien planteado que además huye de convencionalismos sin dejar de estar centrado en los sentimientos del propio protagonista ante una situación límite.

Al estar la historia enmarcada en tres días, el factor tiempo y el ritmo de la narración son esenciales en este filme donde todo trtat de transcurrir de forma lineal mostrandoa demás los progresivos cambios en el estado de ánimo de Souleymane. Casi cámara en mano con planos largos y casi siempre en entorno urbano, la película consigue una total credibilidad y en sus instantes finales, el momento crítico para el muchacho, hace estallar toda una catarsis que de por si resulta enormemente esclarecedora e ilustrativa de la situación de muchas personas inmigrantes. La historia verdadera se enfrenta a la historia falsa, en un combate en el que se atisba que lo real tiene que ganar por sus propias características. Es muy esclarecedor el mensaje final que deja la peli y en ese sentido el propósito del filme se justifica por si solo. Queremos más películas así, por favor.

martes, abril 29, 2025

TODO LO QUE NO SÉ

 


*** y 1/2

Un debut prometedor en el largo el de la directora vizcaina Ana Lanbarri con un drama psicológico-costumbrista de texturas ásperas y sin edulcorante. Un ejercicio de psicodrama centrado en la lucha y ambición personal defendiendo lo que uno cree contra viento y marea y como esa lucha además de todo lo difícil que pueda llegar a ser, erosiona, condiciona e incluso daña a la propia persona. Con un guion muy directo y conciso y apoyada en el muy eficiente trabajo actoral , la película conmueve y hace cómplice al espectador, que logra empatizar con su protagonista, Laura (Susana Abaitua), una joven de 35 años ingeniera informática que intenta salir de la mediocridad personal en la que vive desde tiempo atrás (vivienda en piso compartido, trabajo de dependienta de una cadena de tiendas, ciertos problemas familiares) ante la repentina oportunidad que se le presenta de poder llevar a cabo un proyecto informático que ha intentado vender desde tiempo atrás. No será fácil la mayor dedicación a ese sueño que puede cumplir ya que su padre enferma terminalmente teniendo que cuidar de él a turnos junto con su hermana casada y con hijos y también la no muy clara relación con su novio comenzará a resentirse. El carácter de la mujer será cada vez más irascible afectando a la relación con sus seres queridos.

Hay mucha naturalidad en las situaciones descritas y la estupenda interpretación de Susana Abaitua ayuda mucho a magnificar un filme modesto en su aspecto formal pero con pretensiones narrativas y temáticas ambiciosas que llegan a muy buen puerto. En el reparto de secundarios brillan Natalia Huarte, Ane Gabarain, Andrés Lima, Francesco Carril e Iñaki Ardanaz. Muy bien filme que esperemos se mantenga bien en cartelera.


sábado, abril 26, 2025

CONFIDENCIAL (BLACK FLAG)

 


* y 1/2

Steven Soderbergh es un director empecinadamente prolífico además de irregular. En su basta filmografía hay títulos de todo pelaje y género y pese a que haya algún clásico como su ópera prima Sexo, Mentiras y Cintas de Video (1989), Grey´s Anathomy (1996) o el éxito comercial Erin Brochovic (2000) predomina lo olvidable y lo irrelevante- este es su segundo estreno de 2024 tras la cinta de terror psicológico Presence, la cual pasó desapercibida como muchas películas suyas anteriores- aunque se siga esperando alguna sorpresa que no llega y ni tiene visos de hacerlo. Jugando engañosamente entre el mainstream y lo indie cuando en realidad es un director comercial, Soderbergh vuelve a estrenar -y se acerca al largometraje 40 en 36 años de carrera- y lo hace con un thriller de espionaje supuestamente psicológico escrito por el prolífico David Koepp (otro autor sobrevalorado) que sencillamente no convence. Entremezclándose con el drama amoroso y ciertos tintes políticos, Black Flag resulta un filme predecible y rutinario que no se encuentra así mismo en ningun momento. Si, es un acierto que trate de evadirse de la norma de un thriller al uso con un planteamiento de personajes concretos y casi teatral con profusión de escenas de interior (mucho se desarrolla en el hogar de la pareja protagonista), pero la manera de contarlo todo no tiene ninguna originalidad no como filme de intriga resulta atrayente ni emocionante, por no hablar de el elemento dramático que resulta muy poco relevante.

Al tratar de apostar por los actores, la película se ha rodeado de intérpretes eficientes que sencillamente cumplen en un pequeño desaguisado. Michael Fassbender interpreta a George Woodhouse, un agente del Servicio de Inteligencia británico al que se el comñunica que su esposa Kathryn (Cate Blanchett), otra agente del MI6, es sospechosa de traición. El matrimonio, que ya de pos sí tenía una relación anómala debido a su ocupación, entrará en un crisis aún mayor de la parecía comenzar a vivir y comenzará un juego al gato y al ratón en el que entrarán los amigos y compañeros de la pareja, todos llenos de secretos personales y profesionales. Pese algún momento de lucidez aislado, el filme no llega a despegar en ningún momento con unos minutos finales tediosos-. Es curiosa la presencia-homenaje de Pierce Brosnan como un jefe del Servicio de Inteligencia, aunque su papel no aporte mucho. ESsuna pena constatar en lo que se ha convertido la carrera de un en otro tiempo cineasta muy prometedor.