La infantería de los Pirineos
Principios del siglo XIII en la península ibérica.
modo de vida de los habitantes de las aldeas aragonesas más remotas y al no permitir los árabes el asentamiento de sus pastos, corrían peligro de morir de hambre. Nutridos grupos de pastores rudimentariamente armados con lanzas fabricadas por ellos mismos, se dedican entonces a penetrar sigilosamente en territorio moro para allanar el camino al pastoreo luchando contra los árabes que custodiaban las tierras.
Estas incursiones clandestinas, que normalmente eran acompañadas de saqueo y robo de armas y botines, cada vez fueron mas frecuentes, llegando a diezmar a las tropas árabes y a ganar bastos territorios árabes para la corona de Aragón. Estos montañeses iban sin armadura ataviados con una simple camisa de piel de animal, una túnica corta del mismo material, calzas de piel, antiparas, y albarcas. Mas tarde incorporarían a su rústico atuendo- que apenas variará en décadas- una especie de red de hierro que en ocasiones era de cuero. Su imagen era más similar a la de un guerrero prerrománico que la de un soldado medieval. Pronto abandonan el ganado y se dedican a la guerrilla y a la consecución de botines, facetas por las cuales comienzan a hacerse famosos en el reino de Aragón. Su vida a la intemperie y su habilidad para sortear todo tipo de obstáculos naturales les convertirá en unos guerreros de asombrosa resistencia.
Los montañeses pirenaicos reclutaron a un buen número de mozarabes desertores de los musulmanes que deseaban volver a suelo cristiano, los cuales trajeron métodos de lucha de infantería árabe con los que podían vencer más fácilmente a los musulmanes. También se unieron, al parecer mercenarios de las fronteras cristianas-musulmanas, árabes aventureros desertores, e hidalgos y cazadores de fortuna de las ciudades. No obstante, estas tropas no cambiaron su forma de guerrear- básica y primitiva- su indumentaria guerrera y sus tipos de armas. Serán los descendientes de árabes de estas tropas de choque -cuya fama hacia la primera mitad del XIII era ya inmensa en todo Aragón- quienes las bauticen; aunque los historiadores y lingüistas no se ponen de acuerdo si como al-mugavar (los que provocan algaradas) o al-mukhavir (portador de noticias). En todo caso, castellanizados eran los almogávares.
Saqueadores al servicio de
Los almogávares en la época de Jaime el Conquistador (1218- 1275) eran unas milicias que pese a su rudimentaria estampa siempre salían victoriosos de sus combates con los árabes: sin casco, ni coraza, ni escudo, se valían de su espada corta (coltell), un chuzo lanzador de dardos y una azcona (lanza corta arrojadiza). Algunas crónicas hablan de otras armas que también utilizaron. Como objetos de supervivencia llevaban consigo un zurrón con provisiones y un yesquero colgando de la correa de la cintura, con el cual hacían fuego o golpeaban sus armas, produciendo chispas que atemorizaban a sus enemigos. Tanto en invierno como en verano llevaban la misma camisa y túnica de piel.
Sus expediciones musulmanas eran realizadas en escuadrones de doce hombres y solían durar uno o dos días, capitaneadas por un almugaten (del árabe al-mucaddem, el capitán). No obstante, la frecuencia de estas expediciones les había terminado de arruinar. La dureza de su vida guerrera en un entorno tan salvaje como los campos aragoneses, en donde dormían a la intemperie y pasaban largas temporadas de hambre y privación, había acabado con al eficacia de cualquier compensación obtenida mediante botín. Y ello, a pesar de que las diferentes bandas almogávares actuaban independientemente unas de otras.
Los almogávares también actúan en las batallas de Valencia y Murcia. El rey Pedro III el Grande, Hijo de Jaime el Conquistador, quien reina entre 1275 y 1285, vuelve a sacar a los almogávares de los valles de Zaragoza y Teruel para menesteres guerreros, en este caso en la guerra de Sicilia contra los franceses, en la cual los aragoneses combatieron junto con los sicilianos. Pedro III en 1282 conquista Sicilia y Malta gracias a los almogávares y se proclama rey de al primera. Los rudos almogávares estaban ayudando decisivamente en la conversión de corona de Aragón en todo un imperio europeo. El infausto recuerdo que se llevan los franceses de la fiereza almogávar durará durante centurias.
Tras la conquista de Sicilia, las luchas de Aragón contra Francia no cesarían, debido a que los franceses aún reclamaban el Reino de Sicilia gracias a la intercesión papal. Jaime II, rey de Sicilia desde 1285 (su hermano Alfonso reinaba en Aragón) e hijo de Pedro III, otorga en 1291 el reinado de la isla a su hermano menor Federico II, el cual combate a los franceses en Sicilia con tropas catalanas, reforzadas por los almogávares. Jaime II, que por su parte se había proclamado rey de Aragón a la muerte de su hermano Alfonso, termina en 1302 con la guerra al casarse con al hija del pretendiente galo de Sicilia (Paz de Caltabellotta), dejando Nápoles (parte del reino siciliano) para la casa francesa de Anjou, con lo que la cuestión de la isla itálica había concluido. Pero los almogávares, quienes para esta última guerra se habían establecido en su totalidad en Sicilia, se encuentran ociosos sin ningún conflicto bélico en el que combatir. Como era de esperar, se dedican al pillaje y al saqueo en la isla y se convierten en pocos meses de estallar la paz en un problema para Federico II. Tenía que quitárselos del medio como fuese.
El golpe de gracia para los almogávares, por el que la historia universal les recordará, llegará entonces. El Imperio de Constantinopla, vecino mediterráneo de los itálicos, era el heredero del desaparecido Imperio Bizantino, a su vez heredero del Imperio Romano de Oriente. Sin el esplendor de la época bizantina (no digamos ya de la anterior), Constantinopla estaba amenazada seriamente por el empuje turco desde oriente. El emperador Andrónico II Paleólogo no tenía un ejército lo suficientemente poderoso para combatir a sus enemigos y necesitaba tropas mercenarias. Andrónico, sabedor “del desempleo” almogávar reclama a los mercenarios catalano-aragoneses (ya había mayoría catalana en sus filas, además de haber un buen número de sicilianos) para luchar con Constantinopla, cosa a la que, lógicamente, Federico accede mas contento que unas pascuas. Nace entonces
Un templario llamado Roger de Flor
Roger de Flor, cuyo verdadero nombre era Rutger Blume (el nombre por el que ha pasado a la historia de España es una catalanización) había nacido en Brindisi, en el sur de Italia, por entonces perteneciente al Sacro Imperio Germánico. Su padre era un oficial de cetrería alemán que sirvió al emperador germánico Federico II muerto en el campo de batalla, mientras que su madre era italiana. Tras la muerte de su progenitor, la familia de Rutger se arruinó, y su madre el confió a un caballero de
Roger exigió no obstante condiciones al emperador bizantino; pidió ser nombrado Mega Dux y una esposa, peticiones que le fueron otorgadas, esta últiam en al persoan de María, sobrina del emperador e hija del zar de Bulgaria. Los almogávares, que en su expedición marítima fueron aprendiendo el oficio de la marina y las tácticas guerreras navales, gracias a al experiencia en tales lides de Roger de Flor, daban un nuevo salto cualitativo y se convertían en piratas. Constantinopla les esperaba; el grito de Desperta Ferro iba a turbulenciar las tranquilas aguas del Mediterráneo.
El Mega Dux de Constantinopla
Los almogávares lucharon incluso contra invasores alanos que penetraron en Constantinopla en 1304. El emperador Andrónico no podía estar más satisfecho por los servicios prestados por su mega Dux y sus mercenarios, ya que, al menos hasta el momento, había logrado hacer cesar la amenaza turca, cosa que los bizantinos por su cuenta y riesgo no habrían podido hacer nunca. Estas campañas habían dejado a los almogávares, no obstante, en una situación precaria, y ávidos de batalla marcharon hacia Tesalia a luchar contra los francos que un siglo antes, en
La venganza catalana o el lado oscuro de los Almogávares
A principios de 1305, los almogávares, quienes junto con Roger de Flor han pasado un invierno pacífico en Gallipolli, planean volver a plantar cara a los turcos, quienes no obstante ya habían escarmentado de la belicosidad almogávar. En el mes de abril de aquel año, antes de que los mercenarios emprendiesen la marcha, Miguel invitó a Roger de Flor y a un centenar de jefes almogávares a una celebración en su honor en Adrianópolis, en Grecia, en la cual el militar italo-alemán es asesinado vilmente junto con su guardia por unos mercenarios alanos contratados por Miguel. El vástago del emperador confiaba
que la muerte de su líder propiciaría la rendición y desbandad de los molestos almogávares, pero nadas más lejos de la realidad. Encabritados, los almogávares - quienes repelieron bravamente un primer ataque de las tropas imperiales- se dedican a arrasar aldeas griegas en Tracia y Macedonia sembrando el caos y la desolación en una auténtica sangría al mando de d´Entença, que puso en evidencia que la violencia era la única vía de expresión de unos guerreros que se habían convertido en todo un pueblo nómada, pero un pueblo que solo creía en lo único que había vivido, en al guerra y en la muerte. Esta salvaje y vil acción es conocida como la “venganza catalana”, un acontecimiento clásico cuando se intenta ilustrar en
El Consell de Dotze y la conquista de Neopatria y Atenas
Los almogávares eran ya toda una colonia de gentes mediterráneas (catalanes, sicilianos, aragoneses, oriundos árabes o de pueblos del norte de la península ibérica) que se habían asentado en Grecia con sus familias, con el catalán como lengua común y por primera vez con un simulacro de organización política; el consejo de gobierno llamado Consell de Dotze. El duque de Atenas, ciudad que por entonces era de los últimos reductos del efímero Imperio Latino (sucesor a pequeño formato del imperio romano en Grecia y parte de Turquía), decide contratarlos para luchar contra los griegos bizantinos. Tras la exitosa campaña bélica, el soberano (de origen franco) se niega a pagarles y los almogávares, como era de esperar, le derrotan en 1311 en al batalla del rio Celfis. Los almogávares aprovechan para seguir avanzando hacia el Este y llegan hasta Neopatria, antiguan propiedad del Duque de Tesalia, la cual conquistan. Los hombres de d´Entença y Bernart de Rocafort ofrecen sus conquistas de Atenas y Neopatria al rey Jaime II de Aragón, el cual las acepta y entonces ambos territorios se convierten en estados catalano-aragoneses, con los almogávares como colonos y gobernadores.
El fin de los almogávares
Estupendo artículo!!!
ResponderEliminarMuy bueno y muy docomentado.
Enhorabuena.
www.almogavares.net
Una puntualizacion: El coltell no era una espada corta, más bien se parece a las hachas de carnicero, mas o menos como esta (http://www.aceros-de-hispania.com/imagen/hacha-menaje/cuchillo-carniceria.jpg) pero con la hoja mas larga i el lomo recto. A parte de eso, el resto esta muy bien y muy completo, ademas.
ResponderEliminarBuen articulo, aunque parece que te has documentado con algunas fuentes catalanistas, pues hay varias imprecisiones, como lo de que se hablaba catalán en Atenas y Neopatria. Léete la compañía de almogávares y veras lo que quiero decir.
ResponderEliminarUn saludo.
www.laverdaddelosalmogavares.com/
Soy otro anónimo.
ResponderEliminarHay aspectos interesantes, pero buena parte de ellos no dejan de ser parte de la leyenda.
De todos modos, enhorabuena por el artículo.
La historia es un tema complicadísimo, y qué decir que la figura del almogávar da para un estudio más profundo de lo aquí explicado, por parte de historiadores, por supuesto, sino se puede hacer un flaco favor a la historia.
Al grupo de recreación de almogávares, preguntar cabe ¿de dónde deducís que el coltell es un cuchillo en forma de cuchillo de carnicero? ¿del cuadro "romántico" de José Morneno de 1888?... ;)
El coltell aparece en repertorios nobiliares (duelos judiciales, herencias...)( a parte de otros testimonios), como cuchillo cuyo uso en combate se daría para rematar al adversario o en combate cerrado cuando la espada no servía, para apuñalar y cortar. De hecho Martí de Riquer lo cita así en "L' arnés del cavaller".
Ahí lo dejo, pues el tema puede dar mucho de sí.
Un saludo.
" Desperta Ferro " Catalá Catalá " Gloria Eterna a mis Ancestros Bravíos. La Traición y la Injusticia llevó a estos Valientes Hombres a Vengarse de estos Cobardes Ruínes Organizados.Un Abrazo Grande a mis Amigos de todo el Mundo,que Luchan contra la Iniquidad y la Injusticia contra los débiles e indefensos.
ResponderEliminarel catalán como lengua común?ni de coña,la tropa hablaba cada digamos unidad su propia lengua,luego los oficiales tenían que saber dicha lengua y latín que si que era su lengua común entre los oficiales
ResponderEliminarotra cosa nunca se llamo compañía catalana ni nada parecido,ese nombre sale de un zarzuela del siglo XIX ellos y todo el mundo les llamaban la gran compañía franca