Grace Jones (1948), cantante, modelo y actriz jamaicana residente en USA, logró en los 80 una enorme fama, mas que por su carrera musical o cinematográfica, por su tendencia a estar oblicuamente en todo artefacto mediático (portada de revistas, desfile, sesión fotográfica, fiestas cool, anuncios) con pretensiones de trascendencia. Su por aquel entonces (primera mitad de los 80) extravagante corte de pelo, su no menos extravagante comportamiento público de dominatrix de diseño y su calculada e impactante presencia andrógina hicieron de ella un símbolo de la modernidad en EEUU. Parte de la culpa la tuvo su marido y manager, el estilista y diseñador Jean Paul Goude, que también fue fundamental en la carrera musical de al polifacética artista afroamericana.
Musicalmente, la Jones tenía también su talento; componía, tocaba el acordeón y tenía una poderosa voz semimasculina. Pese a que su canción más recordada es la versión de La Vie en Rose de Edith Piaf, este Slave to The Rythm, del disco del mismo título, es su composición propia mas célebre. Fue publicado en un año especialmente hiperactivo para ella, 1985, en el que interpretó en al pantalla su papel cinematográfico mas recordado, el de la malvada May Day en la película de la serie 007 Panorama para matar e intervino en diferentes campañas publicitarias que se vieron en todo el mundo. A finales de ese año se publica dicho LP, producido por el gran Trevor Horn y de carácter semiconceptual, con este single por bandera. La canción es una buena muestra de Art Pop de calidad, pero mucho mejor es el vídeo, dirigido por Jean Paul Goude. Algo Arty y pedante, es cierto, pero una muy buena muestra de vanguardia videográfica de los 80, como no podía ser menos para arropar a un personaje del calibre de Miss Jones. Ninguna imagen tiene desperdicio, especialmente cuando sale la susodicha. Es que esa mujer daba miedo.
Este videoclip incluyó deslumbrantes imágenes de un anuncio que Jones rodó para Citroën aquel año: la campaña, del automóvil Citroën CX GTi Turbo se llamó en España ¡Turbodiabólico! Y a pesar de que el spot no se vio en nuestras televisiones (solo en Francia) si tuvimos presentes durante unos meses la jeta de Grace en carteles y vallas. Las imágenes del anuncio tampoco tienen desperdicio. Pocos vídeos así se hacen ahora.
Musicalmente, la Jones tenía también su talento; componía, tocaba el acordeón y tenía una poderosa voz semimasculina. Pese a que su canción más recordada es la versión de La Vie en Rose de Edith Piaf, este Slave to The Rythm, del disco del mismo título, es su composición propia mas célebre. Fue publicado en un año especialmente hiperactivo para ella, 1985, en el que interpretó en al pantalla su papel cinematográfico mas recordado, el de la malvada May Day en la película de la serie 007 Panorama para matar e intervino en diferentes campañas publicitarias que se vieron en todo el mundo. A finales de ese año se publica dicho LP, producido por el gran Trevor Horn y de carácter semiconceptual, con este single por bandera. La canción es una buena muestra de Art Pop de calidad, pero mucho mejor es el vídeo, dirigido por Jean Paul Goude. Algo Arty y pedante, es cierto, pero una muy buena muestra de vanguardia videográfica de los 80, como no podía ser menos para arropar a un personaje del calibre de Miss Jones. Ninguna imagen tiene desperdicio, especialmente cuando sale la susodicha. Es que esa mujer daba miedo.
Este videoclip incluyó deslumbrantes imágenes de un anuncio que Jones rodó para Citroën aquel año: la campaña, del automóvil Citroën CX GTi Turbo se llamó en España ¡Turbodiabólico! Y a pesar de que el spot no se vio en nuestras televisiones (solo en Francia) si tuvimos presentes durante unos meses la jeta de Grace en carteles y vallas. Las imágenes del anuncio tampoco tienen desperdicio. Pocos vídeos así se hacen ahora.
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