En la sociedad occidental hubo un antes y un después de la popularización de los PC, el acrónimo de Personal Computer que a mediados de los 80 comenzó a difundirse en todos las campos y ámbitos de la vida. Eran los primeros ordenadores personales, tal y como se conocían a los primigenios PC en España, cuya mención en el periodo 1982-84 evocaba un todo un mundo de posibilidades y de adelantos para la vida diaria que los hacia hacían deseables para todo bicho viviente: al parecer, podías hacer los deberes con ellos (no se sabía exactamente como, pero eso se creía), aprendías idiomas (había en el mercado español algún programa para aprender inglés bastante risible), te ayudaba a llevar la contabilidad del negocio, podías imprimir y guardar documentos (y era más cómodo que
Eran los comienzos de la informática en el puesto de trabajo y en el hogar. En el primer aspecto, la irrupción de la informática - que se había dado en Europa en la década de los 70 aunque no se extenderá masivamente hasta los 80- estaba clara y necesariamente justificada, pero en el segundo, aún era demasiado pronto. Era pronto porque no había aún necesidad alguna de informatizar el hogar, la vida y el ocio, y además a la hora de la verdad nadie se preocupaba por buscar la verdadera utilidad al ordenador personal ni de explotar sus posibilidades: se quería el ordenata para fardar ante las amistades y para hacer gala de estar a la última en tecnología. Y luego, ni contabilidad, ni datos, ni cálculos, ni leches: a jugar todo el mundo al comecocos, al Donkey Kong, o a los juegos olímpicos, desde las aparatosas superpantallas de los PC de entonces o desde la tele conectada al ordenador
¡Quiero un Amstrad!
Los mediados de de los 80 fueron los años de los Sinclair Spectrum, Dragon 32, Lynx, Commodore 64, las diferentes gamas de Ataris y Amstrad, los primeros libros y manuales sobre informática, y la familiarización popular con términos como Basic, Hardware, Software, chips, Kilo bites (los ks), disquette (pronúnciese en castellano “disquete”), chips, silicio, y la extensión polisémica hacia el ámbito zoológico con el ratón y la tortuga. Las otrora inaccesibles “computadoras” llegaban al mercado de la electrónica del hogar y en muy poco tiempo ya eran tan populares como el vídeo, con una irrupción en el mercado tan sonada como la que estos aparatos vivieron a comienzos de los 80 en todo el mundo.
1982 fue el año de pistoletazo de salida de la informática de andar por casa con la comercialización masiva de los PC. La cantidad de memoria de estas ya piezas de museo hoy en día suena a chiste: el megapopular Sinclair ZX Spectrum iba de los 16 Kb. a los 128, mientras que el Dragon 32, su más notable rival en esos años iba desde los 32 hasta los 64 Kb. Dentro de la encarnizada competencia en la edad de piedra de la informática en el hogar, el Spectrum se caracterizaba por ser uno de los primeros ordenadores en ofrecer imagen en color: el entrañable logo del arco iris cruzando la parte derecha del negro azabache teclado (¿Sería Clive Sinclair fan de Pink Floyd?), era de los que se te quedaban garbados en la retina.
Space Invaders: o lo que es lo mismo, los marcianitos
Las impresoras de los ordenadores personales de la primera mitad de los 80 parecían más una multicopista que una impresora propiamente dicha, aunque con impresión a calor, sistema este que estará vigente durante muchos años. Tan solo acordarse en las interminables sábanas de hojas que salían como una cosa mala de las impresoras aquellas produce un ataque de ansiedad retroactiva que hace dar gracias de haber superado aquella época de naftalina silícica. Que a nadie se le ocurriese imprimir las mismas cantidades de hojas que ahora se imprimen; el sistema saltaría por los aires.
La gente, por aquellos años en realidad no tenía muy claro para que quería un ordenador personal en su casa en una época en donde no había ni internet, ni office, ni profusión de software informático (los disquetes eran aún flexibles y delicados, además de caros), ni necesidad alguna de hacer dibujitos con programas gráficos en donde el concepto de píxel era sustituido por el de cuadritos digitales que componían geométricamente cuadriculados monigotes. La sensación 25 años mas tarde es que el mercado de los PC nació demasiado apresuradamente y pronto, en una sociedad de consumo que no estaba aún puesta al día sobre los beneficios y la utilidad real de la informática. Es cierto que el mundo de la empresa, la comunicación y los negocios en aquellos años vivieron un gran impulso gracias al auge de la informática, pero la gente de a pie poco partido podía sacarle a su Amstrad, Commodore o Atari. Por cierto, en aquellos 80 las marcas y modelos de ordenadores eran tan conocidas como las de los coches, algo que en la actualidad no sucede ni por asomo. No obstante, los críos de entonces ya sabían para que querían su ordenador: para fardar de máquina, como el que tiene un reloj o unas zapatillas, y sobre todo para jugar. Muchos padres de la segunda mitad de los 80 sufrieron el engaño de sus vástagos y el ordenador se convirtió en el regalo de reyes de cumpleaños estrella.
Los juegos de ordenador de los primeros tiempos del PC merecerían un capítulo aparte. Siempre hay que empezar diciendo que la industria de los videojuegos nació en varios frentes a parte del de la informática, ya que los mismos primeros juegos podían aparecer tanto en las primeras videoconsolas, como en las entrañables máquinas de bar (que revolucionaron el concepto de las máquinas lúdicas en los bares, terreno hasta entonces copado por las máquinas tragaperras y las de petacos) y en los rudimentarios videojuegos de bolsillo, aunque casi siempre en versión digital. De hecho, los videojuegos surgidos a principios de los 80 obtuvieron su popularidad en muchos países gracias a las máquinas de los bares (juegos conocidos como “arcade games”), cuando aún las videoconsolas y los juegos de ordenador eran un preciado objeto futurista. Ya en los 70 se habían aparecido con cuentagotas juegos arcade de echar moneda como
Dragon 32, el ordenador que vino de Gales
Bueno, ¿y que decir de la tortuga, famoso programa de ejecución de gráficos que tuvo plena vigencia hasta finales de los 89? Pues que era la estrella en las primeras clases de informática que se daban en las escuelas, ya que presentaban toda una amplia gama de posibilidades de dibujo, realizables por uno mismo: casas, árboles, muñequitos, tetas, pichas. Se empezaba a dar mal uso a la informática. Y habría que añadir programas de aprendizaje para preescolares (letras y números), hojas de cálculo arcaicas, dispositivos de sonido que no se sabía a ciencia cierta si eran tales…miles y miles de publicaciones sobre Basic (lenguaje de programación vendido como el idioma del futuro), hardware, y mantenimiento de PCs y muchos más signos de primigenia apoteósis informática. Aún Bill Gates y Microsoft no habían extendido sus zarpas en el mundo de la informática (ocurriría a partir de 1985, cuando Microsft Windows puso en jaque al sistema MS DOS creado en 1980 por Seattle Computer Products), y entonces todo empezará avanzar a pasos agigantados.
Ordenadores de 48 o 64 K, sincopados ruiditos electrónicos, brillos de colores sobre fondo negro en la pantalla, teclados de llamativa pinta, pantallas de dimensiones colosales, el molesto ruido de la impresora a calor, recalentamiento aberrante del ordenador por exceso de uso. Esa fue la prehistoria del Home Computer, la era jurásica del ordenata en casa. Se podría escribir mucho, mucho más, pero unas cuantas pinceladas ya sirven para hacerse a al idea de lo mucho que el mundo de la informática ha ido avanzando.
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