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La comedia más taquillera en USA de la historia, que se dice pronto. La sorpresa del verano, es una comedia alocada y políticamente incorrecta que bebe igualmente de las comedias americanas testosterónicas y gamberras de principios de los 80 (léase Porky´s, Desmadre a la americana), como de los últimos productos que en los últimos 15 años han teñido la puritana cultura audiovisual estadounidense de incorrección política, ironía crítica, desmesura histriónica y cierta escatología. El paradigma anterior de la comedia gamberra USA podría haber sido Algo pasa con Mary (1998), pero este filme supera con creces la impostada risotada del anterior y productos posteriores similares. No es que Resacón en las Vegas sea una gran película ni mucho menos, pero se deja ver con ganas y resulta un divertimento con cierta inteligencia, aunque solo se quede en eso, en divertimento.
Resulta, pese a todo, incomprensibles las astronómicas taquillas de este filme de Todd Philips, protagonizado por un cuarteto de actores treintañeros forjados en televisión que resultan, eso si, de lo más eficaces, pero que pone de relieve una vez más que para hacer una comedia comercial (en cualquier parte) es bastante importante ofrecer gags exagerados, tetas, culos, personajes simples, diálogos cómicamente memorables por diversos motivos, y risotada exagerada. Pero sería injusto calificar a esta película de solamente una anécdota gamberra, ya que su cierto sentido crítico con el comportamiento del género masculino (visto también con cierta compasiva comprensión) y con las miserias y ridiculeces de la sociedad de bienestar en la que vivimos, es de recibo aunque no sea muy relevante en el devenir de la película. La ciudad de Las Vegas, símbolo del exceso en la cultura USA y escenario de infinidad de películas, es el marco en el cual transcurre esta divertida cinta y en el cual se celebra la despedida de soltero de Doug (Justin Bartha), un joven tranquilo y responsable que acaba de dar el braguetazo con una hija de familia bien; le acompañan sus amigos Phil (Bradley Cooper), un hipócrita liante y Stu ( Ed Helms) un hipocondríaco dentista, además de Alan (Zach Galifianakis), su impresentable, irresponsable e inmaduro cuñado. Tras una salvaje primera noche en donde ninguno recuerda casi nada, se encuentran en la suite del hotel rodeados de vestigios de haber vivido una jornada delirante y lo que es peor, con Doug desaparecido a un día de su boda. El proceso de reconstrucción de lo que ocurrió aquella noche es el motor argumental de la peli, en donde las situaciones más cómicas y extravagantes se suceden a ritmo frenético. Tal vez ese proceso casi detectivesco de intento de reconstrucción de la historia sea la aportación más original de esta comedia, exagerada, brutal y escatológica y que sirve estupendamente para pasar el rato y echarse unas risas bien sanas, aunque no sea plato para todos los gustos.
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