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Un
esfuerzo muy bien recompensado el del debut en el largo del director de
animación Enrique Gato, que ha conseguido realizar la película de animación
española más comercial (que no la mejor) de la historia después de años de
trabajo en lo que ha supuesto el salto del personaje de Tadeo Jones, creado en
2006 y protagonista de dos cortos animados, al largo. Se demuestra una vez más
que en el cada día más globalizado campo de la animación por ordenador en 3D
las producciones europeas poco tienen que envidiar desde el punto de vista
técnico a los filmes norteamericanos de la Pixar o Dreamworks, ya que si bien
aún hay cierta distancia entre el cine animado 3D USA y el de otros países sobre todo gracias a
los magnos logros visuales de los primeros merced a la aplicación de las más
punteras innovaciones tecnológicas, es evidente que las distancias se van
achicando. Y para muestra, esta interesante producción española que nos
presenta una típica y genuina historia de aventuras y búsqueda de tesoros orientada
a los pequeños de la casa y parodiando al mismísimo Indiana Jones de Lucas y
Spielberg por medio de su protagonista, el albañil y arqueólogo aficionado
Tadeo Jones, cuya indumentaria (y nombre, por supuesto) inevitablemente remite
al ya mítico personaje interpretado por Harrison Ford. Una película entretenida
y divertida que sin ofrecer nada del otro jueves y sin tan siquiera tener
demasiada originalidad (es el típico refrito de varias cosas) resulta bonita de
ver y visualmente vistosa gracias a una más que correcta factura técnica y a un
guión donde cada escena y gag esta currado hasta el más mínimo detalle tal y
como corresponde a una buena película de animación (y más si se trata de
animación infográfica).
El
protagonista, Tadeo Jones, se mete casi de improvista en una aventura que el
llevará a la selva de Perú en busca de una prodigiosa estatuilla de oro que se
encuentra supuestamente en un templo inca perdido y cuya ubicación resulta un
misterio. Junto con su perro Jeff, el profesor Humbert, Sara
la atractiva hija de este y el guía local Freddy, trataran llegar hasta
el templo esquivando las maquinaciones
de la siniestra corporación Odysseus, que también busca el mismo objetivo.
Humor y acción a raudales en una historia que además de a la serie Indiana
Jones remite a los cómics de Tintín y también por su componente heróico-
paródico dirigido a los niños, a los de Superlopez, sin olvidar los inevitables
tics y guiños habituales de los filmes de dibujos animados de los últimos años
(ternura fácil, giros argumentales previsibles) cuyo abuso muchas veces da la
impresión que no se trata al espectador infantil con la inteligencia que
debería de tratar, y es una pena porque la película tiene premisa material goloso
de sobra, incluido algún homenaje gamberro a filmes míticos. En ese sentido, da
la impresión de que el guión es mejorable y que la película esta supeditada en
gran parte a su vocación de producto vendible internacionalmente, con muchos
carteles y textos en inglés (aunque en la versión española se han traducido la
mayoría de los digamos importantes) y el hecho de que al protagonista se le
haya “nacionalizado” estadounidense, si bien en un flash de su pasaporte
comprobamos que paradójicamente es natural de Valladolid. Con respecto al
doblaje, bueno en general, se puede poner el pero de la presencia del cada vez
mas cansino José Mota doblando a Freddy, el simpático guía peruano, al que el
actor y humorista ha incorporado innecesariamente sus coletillas cómicas y sin ni siquiera poner acento peruano. Por lo
demás, Oscar Barberán (Tadeo) y Michelle Jenner (Sara), cumplen con creces. En
definitiva, una buena ocasión para sentirse niño otra vez y una buena excusa
para acompañar locos bajitos a las salas.
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