miércoles, julio 24, 2013

El Aparatito Lumiere STAR TREK: EN LA OSCURIDAD (STAR TREK: INTO DARKNESS)




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Cuatro años después del reboot cinematográfico de la franquicia Star Trek parece que los productores de aquella Star Trek (2009) reiniciadora quieren dar continuidad a una saga eterna de ciencia ficción con casi 50 años de vida primero en la televisión y después en el cine y con ya doce largometrajes y cinco series de televisión. Tras casi medio siglo el tirón de Star Treck no decae y aunque en cada entrega en pantalla grande  desde 1979 y en las diferentes series de televisión secuela de la serie original creada por Gene Roddenberry en 1966 se nos cuenta más y más de lo mismo, toda la mitología creada alrededor de la nave USS Enterprise, del Capitán Kirk, de Mr. Spock, de Scotty y demás familia parece que nunca remitirá. Ya todo un standard de la cultura del entretenimiento, la franquicia Star Trek aún sigue coleando en 2013 aunque lo haga con más pena que gloria.

JJ Abrams, creador de últimos éxitos televisivos como Perdidos o Alias repite como director de la segunda entrega de la saga reboot y esta vez no se ha encontrado tan inspirado como en la anterior película. Aunque sigue partiendo con la acertada premisa de atraer al universo trekkie a nuevos seguidores y a no iniciados en la saga, no logra dar con el tono de una digna película de ciencia ficción y aventura y aquí falta épica y melodrama y sobra parafernalia catastrofista, un mensaje paranoico antiterrorista que cada vez es más omnipresente en el cine norteamericano y una violencia un tanto inédita en el universo StarTrek. No parece muy adecuado este tono oscuro y malamente tenebroso que se ha tratado de aplicar a la película para al final contar una historia predecible y muy poco desarrollada. Con unos efectos especiales eso sí fascinantes, poca chicha se puede sacar en un producto que pese a varios buenos momentos cae finalmente en la asepsia total. De nuevo repite el nuevo reparto encargado de dar vida a la tripulación de toda la vida del Enterprise con Chris Pine como el capitán James T. Kirk y Zachary Quinto como Spock como cabezas de reparto y cumpliendo con creces - sobre todo el segundo, clon absoluto de Leonard Nimoy- pero sin las más que interesantes aristas interpretativas de la anterior entrega. No obstante, el mejor del reparto y con diferencia es el británico Benedict Cumberbatch como un villano de armas tomar que esconde una sorpresa que entusiasmará a los fans de la saga (y que es de lo mejor del filme) como también agradará a los trekkies ver de nuevo a Leonard Nimoy como el viejo Spock, al igual que en la anterior entrega, en un diálogo transtemporal con su joven ego. Con mayor presupuesto aunque con historias poco  atrayentes, la Enterprise parece decidida a seguir surcando el espacio y esto siendo algo que se inició en 1966, resulta sencillamente prodigioso.   

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