Oso Bimbo
Muy popular en los países de habla hispana, en donde se
distribuyen mayormente los productos de esta empresa panificadora mexicana, es
el osito vestido de panadero símbolo de Bimbo. La compañía, creada en el país
azteca en 1944 como “Super Pan Bimbo” y hoy presente en varios países dio a luz
a este oso blanco antropomorfo con delantal, gorro y un pan de molde bajo el
brazo en 1945 inspirándose en la tarjeta de felicitación navideña que recibió
uno de los fundadores de Bimbo, Jaime Jorba, en la que aparecía un osito
vestido de Papá Noel. Le pareció dulce simpática y tierna la imagen al
empresario (tal y como debían de ser los panes y bollos de Bimbo) y decidió que
la imagen de marca de la empresa fuese un osito “tan blanco como la harina y
tan tierno como el pan” esta vez vestido de panadero. En el diseño original del un tanto moñas
plantígrado intervinieron uno de los directivos fundadores de Bimbo, Alfonso Velasco
y la esposa de Jaime Sendra, otro de ellos, a quien se le ocurrió lo del
delantal, el pan y el gorro (sin estos elementos ya no sería el oso de Bimbo).
La figura del oso panadero andante marcando el paso con su
pierna derecha desde los años 40 no cesó de aparecer como logotipo en los
envases de los diferentes productos de Bimbo (pan de molde, pastelitos, pan de
hamburguesas, bollos, pan rallado…), en anuncios de valla, carteles y prensa y
sobre todo en los omnipresentes camiones de distribución que todas las mañanas
llegaban a la tienda del barrio. El oso en cuestión, con su sempiterna pinta de
osito de peluche y su un tanto cursi pero entrañable estampa infantil durante
largo tiempo no modificó un ápice su aspecto, aunque desde finales de los 80
comienza a hacerse más expresivo y elaborado y desde los 2000 ya luce un diseño
infográfico y mas de 3D. Asociado siempre a la todo lo que esté hecho de trigo
y vaya en envoltorio de plástico (incluidos los legendarios pastelitos Bony,
Bucaneros y Tigretón), algo en lo que la empresa Bimbo fue pionera, se hace
difícil imaginarse una vida sin este entrañable úrsido andante
Mascotas Kellogg´s
No una sino varias (una legión) son las mascotas que ha
tenido/tiene la multinacional norteamericana de cereales Kellogg´s, cada una
para casi todos sus famosísimos productos (Smacks, Krispies, Frostis, Corn
Flakes, etc.) En EEUU son auténticas instituciones más que iconos pop y han
acompañado a generaciones y generaciones de norteamericanos, no siendo menos
conocidas en otras partes del mundo. La compañía, creada en Battle Creek,
Michigan en 1906 por el singular Will Keith Kellogg ideó su primera mascota
para su primer producto, los Corn Flakes, en los años 20 y fue el inmortal gallo
verde y rojo Cornelius, que hasta los 2000 no tendrá una forma claramente
antropomórfica en contraste con el resto de animales-símbolo de las otras
marcas de la compañía, conservando durante largo tiempo su diseño original
vintage y curiosamente cubista.
Los Krispies tienen como “agentes publicitarios” desde los
años 30 a
sus míticos duendecillos Snap, Crackle y Pop, quienes han protagonizado cómics
y merchandising variado en EEUU y son tal vez las mascotas Kellog´s más
populares además de ser las más antiguas representadas en dibijo “simpático”. También
nos encontramos a Tony el tigre de Frosted Flakes/Frosties (creado en 1951), la
rana Dig´em (Me Gustan) de Honey Smacks (1972), o Coco el mono de Choco
Krispies, como mascotas con más solera y que aún perduran, aunque en algunos
productos hubo otras mascotas antes e incluso tuvieron sustitutos temporales.
Protagonistas de multitud de anuncios televisivos en dibujos animados (de los
primeros de este tipo que se hicieron en USA) las mascotas de Kellogg´s,
símbolos de algo tan americano como los cereales de desayuno que se toman con leche
son hijas del American Way of Life y embajadoras involuntarias en todo el mundo
de las excelencias USA desde el final de la
II Guerra Mundial. No habrá manera de
quitárselas del medio, no.
Capitán Iglo/Frudesa
Aunque son muchas las mascotas publicitarias “humanas” que
se han utilizado desde hace años y años, pocas al final han quedado en el
recuerdo. Una de ellas, de fama internacional, es la de este viejo lobo de mar
creado por la empresa de alimentación congelada norteamericana Birds Eye y
adoptado más tarde por la anglo-holandesa Unilever para anunciar sus productos
de rebozado de pescado dirigidos al consumidor infantil (barritas de pescado
principalmente). Precisamente para despertar la atención de la chavalería se
creó a este venerable marino: aunque actualmente asociado a las marcas de
alimentos congelados de la multinacional Unilever (Iglo, con sede en Alemania y
distribución en Europa continental) Birds Eye fue la madre del personaje escogiendo
a un viejo y estereotipado capitán de barco de barba blanca, gorra de plato y
traje azul marino como mascota de sus productos de pescado inaugurando la línea
“Captain Birdseye”, cuya jeta sonriente aparecía en el logo de la marca dentro
de la inevitable ventana redonda naval. Eso fue en 1967 y pronto se rodaron spots
televisivos con el capitán comandando un barco con leal tripulación infantil al
tiempo que narraba las excelencias del sus productos de pescado. El actor
británico John Hewer dio vida al capitán Birdseye en varios anuncios de 1971 a 1998 que se vieron en
todos los países donde se distribuía la marca Iglo rebautizando al personaje
con el nombre de la marca en lugar de Birdseye; en España llegó en un primer
momento como el Capitán Iglo para después ser denominado Capitán Frudesa cuando
la empresa española de congelados pasó a producir muchos de los productos de Iglo.
Hubo un intento en los 90 de cambiar la imagen del viejo
capitán por un marino más joven, apuesto y atlético al estilo del Corto Maltés
del cómic, pero tras algunos spots con el nuevo capitán Birdseye/Iglo/Frudesa/Findus
(en Italia) se vio que la cosa no convencía y se volvió al entrañable barbudo.
En España la empresa de alimentación de pescado gallega Pescanova creó al
Capitán Pescanova, un personaje similar al joven Capitán Frudesa y esto originó
una pintoresca demanda judicial por parte de Unilever (cuando ya se había
vuelto al viejo capitán) por supuesto plagio que finalmente se resolvió
declarando que ambos personajes eran diferentes. Ahora un poco demodé y un
tanto olvidado, ¿podrá el Capitán Iglo con la crisis seguir surcando los mares
Snuggle Bear/Oso Mimosín
Los osos dan mucho juego como símbolos comerciales -los
ositos, mejor dicho- por aquello del mito de la adorabilidad del osito de
felpa/peluche, como ya lo vimos con el oso Bimbo, cuando se trata de vender un
producto cuya principal cualidad sea la blandura, la suavidad o la dulzura. Y
si hemos de referirnos a un ejemplo paradigmático del osito bonito con
finalidad publicitaria y comercial, ahí tenemos el oso de Snuggle, conocido en
España como el oso de Mimosín, que desde hace 30 años nos viene pregonando con
su cursi vocecilla en anuncios televisivos las cualidades de este suavizante de
ropa creado en EEUU. Aunque el producto nació unos años antes, hasta 1983 no se
creó la mascota del suavizante Snuggle, un osito de peluche blanco que
pretendía ser mono además claro está de ser tan suave como la ropa lavada con
el producto en cuestión. La mascota, ampliamente conocida en todo el mundo (en
España su seguimiento siempre ha sido casi de fenómeno de fans, en serio) ha terminado por ser el claro ejemplo de
mascota ñoña, infantil e insufrible hasta la nausea (teniendo en cuenta claro
está de que el muñeco en cuestión ha resultado enormemente atractivo para le
público infantil, siempre deseoso de que su osito de peluche hablase y cobrase
vida al igual que el Oso Mimosín pero sin hacer publicidad)
Snuggle o Mimosín (tal y como se conoce al producto
multinacional en España) fue creado no solo para aparecer en la etiqueta del
suavizante sino para protagonizar anuncios televisivos en imagen real; a tal
efecto se encargó al mítico marionetista Kermit Love, colaborador de Jim
Henson, crear un oso de peluche-marioneta. Aquel primer anuncio fue un éxito internacional
en los diferentes paises donde se emitió (en España popularizó el “¡Hola, soy
yo, Mimosín!”, con la voz de la dobladora Ángela González) y el insoportable
osito blanco será objeto de varias campañas televisivas en los años sucesivos y
hasta la fecha actual. Su imagen se ha modificado y perfeccionado varias veces
y desde los 90 se ha prescindido de muñecos y marionetas para dar vida
tridimensional al oso recurriendo a la animación por ordenador. Su popularidad
ha sido tan grande que hasta la empresa ha sacado varias veces mechandising relacionado con el personaje en
forma de muñecos de peluche, llaveros, posters, etc. Imparable el muñequito,
oiga.
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