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y 1/2
Las
pretensiones de esta película ya las definió su director, el hábil orfebre de
la imagen pero irregular narrador Christopher Nolan: hacer una película para
todos los públicos que recuperase el espíritu del cine espectáculo de evasión
de los años 80. Pero ha ido mucho más allá: Interestellar
es un filme de ciencia ficción de muchos kilates que si bien apuesta por el
espectáculo entendido como un despliegue de imágenes poderosas y secuencias
perfectamente conseguidas gracias a un despliegue de imaginación
inconmensurable, no desdeña ni mucho menos un componente dramático-filosófico
que sin desproporcionadas y absurdas pretensiones (que podían haber echado por
la borda la película) solidifica un relato futurista-espacial sugerente y
conseguido. Nolan, ha echado el resto técnicamente para lograr una película con
un total poder atracción gracias a unas imágenes perfectas servidas por la
espectacular fotografía de Hoyte Van Hoytema y una trama clara y concisa que no
se anda con artificiosidades, fantasmadas ni tópicos propios del género de
ci-fi dentro de su vertiente de viajes espaciales. Entre la distopía y el
mensaje de esperanza filosófico-humanista, Interestellar
tiene como principal virtud el haber recuperado, efectivamente, el cine de
ciencia ficción dirigido al gran público (aunque ahora las preferencias de las
gentes en este género vayan por otros derroteros mucho más comerciales) pero con
una base de máximo respeto y amor tanto por el cine como por el arte de contar
historias, historias como en este caso que ofrecen algo más de lo que
habitualmente se estila en las salas cinematográficas
La
película nos traslada a un futuro indeterminado e inmediato donde escasean los
alimentos y al población mundial se ha empobrecido practicando una economía de
subsistencia basada en la agricultura mientras que la tecnología solo ha
logrado avanzar muy lentamente y unos extraños cambios meteorológicos ponen en
peligro la supervivencia humana en la tierra. Un antiguo astronauta, Cooper
(Mathew McConaughey) es seleccionado por una decadente NASA como uno de los
miembros de una misión consistente en viajar hacia otros planetas para calibrar
las posibilidades de establecimiento de colonias terrestres, misión en la que
también se encuentra Brand (Anne Hathaway), la hija del promotor de la misión
(Michael Caine). Un viaje no solo espacial
sino transtemporal que llevará a situaciones alucinantes. Una sabia
combinación entre efectos especiales tradicionales y digitales y unos momentos
antológicos con secuencias que quitan el hipo tanto de escenarios como de
acciones consiguen una factura visual única totalmente compenetrada con el
devenir y el sentido de la historia en su intento de plasmar visualmente
complicados conceptos de espacio-tiempo claves en el relato.
La sombra de 2001
de Stanley Kubrick es perceptible en Interestellar, pero este film no pretende
tener tantas pretensiones como aquel aunque no escatima en ofrecer preguntas al
espectador y en tratar de responderlas de la manera más convincente posible
aunque sea principalmente desde el punto de vista artístico. Aventura, intriga,
melodrama, reflexión, filosofía, humanismo y épica en casi tres horas de metraje
que se llevan estupendamente. El mejor filme de Nolan hasta la fecha.
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