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y 1/2
Ha
roto las taquillas de su país esta amable comedia-drama francesa sin excesivas
pretensiones y que se basa en el buen trabajo de sus intérpretes y en un
simpático pero rutinario guión para todos los públicos al que le faltan unos
centímetros para eludir lo predecible, algo en lo que cae sin remisión en todo
el metraje. La inteligente mezcla de diferentes tipos de comedia (costumbrista,
de enredo, de adolescentes, de sátira social) trufada de comercial aliento
melodramático y con el doble trasfondo del retrato amable del mundo de las
personas sordomudas (y su difícil integración en la sociedad) y las ansias de
construcción de la adolescencia de su propio futuro, no ha resultado todo lo
efectiva que se hubiese deseado y la película se queda a medio camino en su
intento de ser a partes iguales
plenamente emotiva y divertida. El director Eric Lartigau ha hecho un buen
trabajo especialmente en la dirección de actores y sabido insuflar a la
historia un indudable estilo de comedia francesa pero la película no sabe
llegar a todos los espectadores.
Utilizando
como excusa y mcguffin el tan de moda en los últimos años mundo de los
aspirantes a cantantes, la historia se centra principalmente en Paula, la hija
mayor de los Bélier, una familia de ganaderos y fabricantes de quesos de una
pequeña localidad del centro de Francia en la que esta chica de 16 años es la
única miembro que no es sordomuda, ya que tanto sus padres como su hermano de
13 años lo son. Paula, muy confusa y cansada de su rol en la familia de
“intérprete” y contacto con el mundo exterior de sus padres y de su hermano y
llena de líos sentimentales descubre su vocación de cantante en el colegio
siendo animada por su profesor de canto a presentarse a un prestigioso certamen
de cantantes noveles a nivel nacional. Estimulada por un lado por el
descubrimiento del amor con un esquivo chaval también muy dotado para la
canción y por el otro abrumada por las reticencias de su familia que no
entienden como la pasión de su vida es algo que ellos no pueden percibir, Paula
se cuestionará cada vez con más fuerza lo que para ella supone su clan
familiar, justo en el momento en que Rodolphe, el padre, pretende desafiar
todas sus barreras personales presentándose a alcalde del pueblo. Aunque los
buenos momentos no faltan en este filme y hay no pocos gags hilarantes, la cosa
no llega a mayores y al final La Familia
Bélier no pasa del aprobado raspado. Es de agradecer que
las canciones – interpretadas en su mayoría por su joven protagonista, Louane
Emera, que se antoja una firme promesa del cine europeo- sean poquitas en esta película y que no se
haya convertido en un remedo de filme musical. En lo que respecta al resto de
intérpretes que encarnan a los Bélier sordos, las interpretaciones son muy
meritorias ya que todos ellos son oyentes en realidad y tanto ellos como Emera
tuvieron que aprender la lengua de signos para esta cinta, que por otra parte
ofrece un retrato desdramatizado y revientatópicos de las personas sordomudas .
La excelente actriz Karin Viard esta estupenda como la madre del clan (de lo
mejor de la película) y el belga François Damiens también realiza un trabajo
formidable. Esta película no llegará a gustar a todo el mundo, pero es el
modelo de filme que a quien le guste le va a entusiasmar.
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