***
Estaba
en deuda España con su pasado colonial en el siglo XX en cuanto a argumento
cinematográfico, un episodio en la historia de la península ibérica tan efímero
como desconocido. Es por ello de agradecer esta vistosa y lograda aproximación
a la historia de Guinea Ecuatorial, la antigua Guinea Española que durante gran
parte del régimen de Franco fue la colonia africana por excelencia de España. No
obstante, lo que más se potencia en este filme es el elemento melodramático
trufado eso sí de visión histórica cargada de crítica político-social frente al
colonialismo, además de varios aspectos de thriller y de drama intimista.
Basada en una exitosa novela de Luz Gabás, esta película sin tener excesivas
pretensiones podría quedarse corta si su propósito fuese mostrar un tópico
melodrama intertemporal e histórico o una suntuosa producción de época, pero
afortunadamente su tono comedido y su aparente honestidad a la hora de mostrar
situaciones y personajes reflejo de una época, una situación y un lugar
consiguen un filme degustable y muy interesante pese alguna irregularidad y
algunas concesiones a los cánones del melodrama comercial cayendo en algún
momento en la sensiblería fácil. Fernando González Molina (Tres Metros bajo el Cielo) dirige con tino y clase una película
técnicamente muy bien realizada y que parece apostar por historias de regusto
internacional dentro de un panorama de cine español demasiado ensimismado en su
propio entorno.
Rodada
en Canarias y Colombia, ya que el Gobierno de Guinea Ecuatorial prohibió el
rodaje en su territorio, Palmeras en la Nieve cuenta la crónica
familiar de dos hermanos aragoneses Killian (Mario Casas) y Jacobo (Alain
Hernández) que en lso años 50 abandonan su aldea en los pirineos para reunirse
con su padre Antón (Emilio Gutiérrez Caba) en la isla guinenana de Fernando Poo
en donde este se dedica al lucrativo
negocio del cacao, en el que ambos hermanos se imbuyen. Medio siglo más tarde,
Clarence (Adriana Ugarte), la hija del recién fallecido Jacobo pretende conocer
todo lo que realmente hicieron su padre y su tío en el país africano, intrigada
al descubrir una pensión que uno de pasó durante años a una mujer guineana y su
hijo. El viaje de Clarence a la Guinea
Ecuatorial de hoy vuelve a traer los recuerdos de la Guinea Española donde su
familia descubrió el placer de sentirse un ser superior, rico y todopoderoso
como blancos en un país de población negra, a la que trataban despótica y
cruelmente. No obstante, las contrapuestas personalidades de ambos hermanos les
llevarán por caminos diferentes: mientras que Jacobo es un ser amoral,
orgulloso, egoísta e interesado, Killian es un hombre intrigado por el misterio
que ofrece al África negra y poco a poco irá comprendiendo las motivaciones,
los miedos y en fin la indignación de
sus habitantes, arrinconados por la soberbia de los colonos europeos. La
aparición de una joven del lugar llamada Bisila (Berta Vázquez), cambia
definitivamente la relación de Killian con el exótico país de acogida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario