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El mundo del periodismo siempre es merecedor de buenas
películas y de hecho hay varios ejemplos en la historia del séptimo arte, pero
como casi siempre suele ocurrir si la historia que se cuenta en pantalla es
real entonces la potencialidad de encontrarnos ante un peliculón - siempre y
cuando esté en manos de un gran director- es enorme. Esto es lo que ha pasado
con el último filme del cada vez más prolífico Steven Spielberg (en este
momento tiene tres o cuatro proyectos más en la recamara) que nos lleva hasta
el celebre caso de la publicación en 1971 por parte de los diarios The New York
Times primero y The Washington Post después de unos documentos confidenciales
del Gobierno de EEUU sustraídos directamente del Pentágono que revelaban que la Guerra de Vietnam había
sido una guerra-fraude perdida de antemano y mantenida por intereses
geopolíticos por sucesivos gobiernos durante varios años. Con un enfoque más de
thriller periodístico que político -ha sido un error la traducción del título
al castellano ya que, efectivamente, la película se centra más en los avatares
vividos en el periódico Washington Post que en los archivos y su contenido- , The Post
es un filme que pese a su presuroso desarrollo temporal no se hace
narrativamente precipitada en ningún momento y que gracias a la combinación de
drama, thriller y los consabidos apuntes sobre las vivencias de los personajes
se sigue con enorme interés. Con mucha profusión de detalles sobre los
acontecimientos y su discurrir (se nota un enorme trabajo de documentación) y
rindiendo un sentido homenaje no solo a al profesión del periodismo sino a
aquellos que en un momento dado de la historia de USA se encararon con la
todopoderosa y totalitaria maquinaria de la administración Nixon, la película
sin ser del todo apasionante triunfa como una narración al más alto nivel
aunque al fin de cuentas nos narre una historia conocida pero con su consabida
moraleja.
El peso de la historia descansa principalmente en al
relación profesional (y de amistad) entre sus dos personajes principales, el
director de The Washington Post Ben Bradlee (Tom Hanks) y la propietaria del
diario, Katherine Graham (Meryl Streep): él, un profesional ambicioso y
comprometido con el periodismo hasta el extremo, y ella una mujer con enorme
sentido del deber y la ética que buscó el equilibrio entre el respeto a su país
-perteneciendo a una elite adinerada de Washington, el beneficio económico para
su periódico, y el deber de informar a sus lectores, todo ello condicionado por
el hecho de ser una mujer en un mundo por entonces eminentemente masculino. Dos
personas que tuvieron que complementarse en un momento crítico para su
periódico dejando a un lado unas diferencias que al final no eran para tanto,
algo que refleja excelentemente la película. Sin abusar de elementos tópicos
del thriller y sin caer en los consabidos discursos éticos de pacotilla- aunque
a veces parezca que hace alguna concesión- y sin obviar elementos que en otras
manos se desecharían por poco aportadores o sobrantes (toda la rivaldad con el
New York Times, por ejemplo) The Post
gustará a los amantes de las intrigas con fundamento y los filmes ambientados
en los convulsos primeros setenta norteamericanos; en ese sentido la
ambientación de la época es inmejorable con mención especial para una
trabajadísima recreación de la redacción del Washington Post. Spielberg vuelve
a dar en el clavo y esperemos que aún siga teniendo cuerda para rato.
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