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Ha sido una de las películas francesas más taquilleras
en su país en 2018 esta esforzada comedia romántica que juega inteligentemente
con lo políticamente correcto y con ciertos estereotipos, tomando como punto de
partida la realidad de personas con discapacidad física, en este caso en silla
de ruedas, de un modo natural y desdramatizador. El cortejo de un egocéntrico,
vanidoso y mujeriego ejecutivo parisino en la cincuentena, Jocelyn (Frank
Dubosc, director del filme) con una atractiva e inteligente violinista y
deportista cuarentañera, Florence (Alexandra Lamy) que está confinada en una
silla de ruedas y que por un malentendido obliga a Jocelyn a ahcerse pasar
también por discapacitado, es el punto de partida de una película que sin
renunciar totalmente a los tics de la comedia francesa parece preferir los
estándares de la comedia americana incluidos gags simples y diálogos y
situaciones previsibles, aunque sería injusto no reconocer un buen desarrollo
de la historia- que al final flojea irremediablemente- y una buena presentación
de su mensaje. Los dos protagonistas son los que llevan el filme a buen puerto
y se agradece su esfuerzo interpretativo y su comicidad (sobre todo en el caso
de Dubosc) a la hora de hacer creíble la historia, ya que con unas
interpretaciones del montón la película hubiese sido inevitablemente un bodrio.
Todo el quid de la historia reside en el engaño que el
embaucador Jocelyn urde para hacer que Florence crea que el tampoco puede
andar, poniendo en relieve que el pudiente hombre de negocios desconoce todo lo
relacionado con las personas con discapacidad física con unos esfuerzos por
integrarse en ese mundo y la vida de Florence verdaderamente tragicómicos. La
historia de amor no está nada mal desarrollada aunque en los compases finales
caiga en lo banal y previsible con algún exceso de almíbar arruinando lo que
hasta el momento era un relato salvable. Es de recibo también su trasfondo
social y su esfuerzo por hacer un retrato amable y sin tópicos de la
discapacidad y su inserción en la sociedad, aunque al final unos u otros
elementos no consigan conformar una gran película.
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