** y 1/2
Interesante aunque justito el resultado de la alianza
entre el director Danny Boyle (Trainspotting,
28 días después, Slumdog Millionaire, 127
Horas) y el guionista Richard Curtis (Cuatro
Bodas y un Funeral, El Diario de
Bridget Jones, Love Actually) con
una comedia romántica con reminiscencia de musical (o más bien, un filme con
muchas canciones) con un elemento central-homenaje que casi 60 años de su
irrupción en el planeta tierra aún mantiene intacto su poder de atracción y de
inspiración: la música de The Beatles. Con este filme, es evidente que Danny
Boyle trata de recuperarse de sus últimos fracasos de crítica y público (Trance, Steve Jobs, T2 Trainspotting)
por medio de un filme más o menos comercial y amable que de algún modo entronca
con el cierto tono optimista y esperanzador de Slumdog Millionaire pero sin ningún elemento verdaderamente dramático
y si una curiosa premisa-mcguffin fantástica que funciona convincentemente
dentro de su extravagancia. Para conseguir reencontrarse con el público, el
recurso de un libreto de Richard Curtis, rey del almíbar british en la comedia británica
podía parecer una decisión no del todo acertada, pero la cosa ha funcionado más
o menos gracias a un guión inteligente, simpático, con cierta mala uva y crítica
social y que sobre todo sabe homenajear como se merece a aquella banda de
Liverpool que cambió los cimientos de la sociedad occidental.
Partiendo de un delirante what if, como es el de que ocurriría si de repente todo el mundo hubiese
olvidado las canciones de los Beatles y su existencia y solo una persona los
recordase, se traza un filme que a base de las canciones del legendario grupo
británico (suena un número considerable de ellas) nos cuenta lo difícil que es
mantener la honestidad personal y una relación normal con los seres queridos
cuando el éxito y la aclamación golpean la vida de alguien. Ese es el dilema
que atormenta al joven cantante sin éxito Jack Malick (Himesh Patel), quien
tras un misterioso apagón total a nivel mundial se encuentra con un mundo (el
nuestro) en el que los Beatles no han existido nunca (ni otras muchas cosas)
con lo que aprovecha a presentar el repertorio de los Fab Four como propio alcanzando
el estrellato y la fama, un extraño fraude que con remordimientos siente que
debe acometer. Su mejor amiga y manager, Ellie (Lily James), será quien calibre
las contradicciones de la nueva situación de Jack, llegando a cuestionar el propio
sentido de la vida del protagonista y su relación con su entrañable amiga. No
faltan elementos divertidos en esta película- algunos muy conseguidos y otros
no tanto- y un tono en general bastante humanista lastrado tal vez por algunos
recursos fáciles y moñas dentro de la comedia romántica y unas cuantas
situaciones resueltas muy fallidamente, pero al película se deja ver y degustar
por ese atractivo tono de cuento de hadas contemporáneo y ese amor que
desprende a la música y a los Beatles. Himesh Patel resulta todo un descubrimiento,
cantando además él excelentemente todas las canciones y Lily James esta
sencillamente encantadora y demuestra ser una estupenda actriz. Como cosa
curiosa, un irreconocible Robert Carlyle interviene sin acreditar en un
sorprendente Cameo en uno de los momentos culminantes del filme.
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