****
Hace dos años que nos dejó Ennio Morricone, uno de los
más grandes compositores cinematográficos que han existido cuya obra y legado sería
imposible de resumir. Durante el periodo 2019-2021 Giuseppe Tornatore, cineasta
con el que el músico italiano ha trabajado varias veces entre ellas en su memorable
Cinema Paradiso (1988), llevó a cabo un ambicioso documental sobre la figura de
Morricone en el cual se entrevistó con un gran número de personalidades del
cine y de la música además del propio Ennio, quien murió en medio de la
producción y rodaje de este filme pero que ya dejó grabado un buen minutaje de
declaraciones desde su casa en roma que vertebran este estupendo documental. Tornatore
es un hombre de cine que como casi todos los cineastas y amantes del séptimo
arte comprende la importancia de la figura de Ennio Morricone y por ello se ha
propuesto hacer un documental a la altura que merece la empresa y lo ha
conseguido. Ennio, sin ser redondo,
es un filme con el que los amantes de la música y el cine disfrutarán de lo
lindo. Hablar de Morricone y de los filmes que ha musicado (incluyendo los que
hizo solamente los arreglos de músicas de otros compositores en el comienzo de
su carrera) es prácticamente hablar también de la historia del cine en los últimos
70 años, del cine italiano, del europeo, y del internacional; y este filme recoge
magistralmente esa esencia y ese mensaje. Las propias intervenciones en la película
de un Morricone nonagenario rememorando su carrera, los filmes y directores con
los que ha colaborado y sobre todo las sensaciones que le producía su trabajo -
algunas trufadas de una sincera y conmovedora emoción- son momentos sublimes que
nos trazan rasgos poco conocidos del maestro como su inicial reserva y vergüenza
al componer música para películas (algo que para un compositor de música seria
era una deshonra), la difícil relación con su maestro Goffredo Petrassi, su
frustración ante el inicial poco reconocimiento que le hicieron en los Oscar o la
influencia de su mujer María en su vida y en su carrera.
Sus comienzos como trompetista influenciado por su padre, su inicio en el mundo del Show Business como arreglista musical televisivo y de éxitos de la canción italiana de gente como Gianni Morandi, Gino Paoli, Rita Pavone o Edoardo Vianello y sus intentos por introducir la vanguardia musical en la música popular y las soundtracks son el preludio al verdadero leiv motiv del documental que son sus inmortales bandas sonoras: un repaso muy completo que lógicamente por falta de espacio no incluye algunos trabajos pero que no obvia ninguno de sus más recordados logros. Oímos las tres inmortales partituras de la llamada Trilogía del Dólar (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El Bueno, el Feo y el Malo) y de otros western de los 60 como Hasta que llegó su hora, también dirigida por su compañero de escuela en la infancia Sergio Leone cuya Érase una vez en América (1984) es uno de los momentos cumbre en la carrera de Morricone; La Batalla de Argel, El Clan de los Sicilianos, Sacco y Vanzetti, Investigación de un ciudadano bajo sospecha, Quiemada, Novecento, Días de Cielo o la que es para muchos su obra maestra, La Misión. Todo en orden cronológico mientras el maestro repasa su impresionante carrera con los testimonios valiosísimos de un logrado e interminable grupo de entrevistados: John Wiilliams, Lina Werrtmüller, Dario Argento, Oliver Stone, Edoardo Vianello, Dulce Pontes, Hans Zimmer, Boris Porena, Nicola Piovani, Clint Eastwood, los Taviani, Bernardo Bertolucci, Bruce Springsteen, Quincy Jones, Tarantino, Barry Levinson… y más. Todos ellos hablando de sus relaciones y/o colaboraciones con Morriconne o lo que les ha influido en sus carreras cinematográficas o musicales. Una película documental imprescindible para cualquier cinéfilo/melómano y un merecido y digno homenaje a un genio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario