***
Curiosa y grata sorpresa con este filme basado en una
obra teatral de Jordi Vallejo que el mismo autor adapta con soltura al medio
cinematográfico y Dani de la Orden (que en el mismo fin de semana dos filmes) dirige
con precisión y mimo con el fin de hacer una comedia inteligente y con fuste. Aunque
es cierto que la filiación teatral de la película es evidente y condiciona
todos los aspectos de la puesta en escena no debe caer en modo alguno en saco
roto el esfuerzo del director y del guionista por dotar al filme de diferentes
elementos para estructurarlo como una historia concebida para la pantalla
grande. La premisa de la historia en realidad sirve de excusa para retratar
diferentes miserias humanas como el arribismo, la codicia, el narcisismo, la cultura
del éxito, la envidia o la sumisión al dinero y en definitiva para mostrarnos
como de jilipoyas podemos llegar a ser los humanos ante supuestas situaciones límite
en las cuales la ambición puede hacer renunciar a valores como la amistad o la
lealtad. Un quinteto de actores lleva el peso de la historia y son suficientes
para dar un estupendo trabajo interpretativo en un filme sustentado principalmente
en trabajados diálogos enmarcados en una ambigua y tragicómica lucha psicológica.
Con más de comedia que de drama la película consigue
una cosa no siempre sencilla que es mantener la atención constante del
espectador al tiempo que trata de ponerse en la piel de los personajes. Un
matrimonio cuarentón en crisis formado por Héctor (Carlos Santos) y Paula
(Miren Ibarguren) con una hija y necesitados de dinero, acceden a la invitación
de su viejo amigo Toni (Alberto San Juan) a su lujosa nueva vivienda. Toni, que
ha triunfado económicamente con mínimo esfuerzo tiene como pareja a una famosa
psicóloga mediática, Berta (Blanca Suárez) cuyo leiv motiv de uno de sus libros
sobre autocontrol constituirá el desafió que Toni plantea a sus amigos: aceptar
100.000 euros en ese momento o esperar diez años para recibir un millón. La
pareja ve difícil llegar a un acuerdo sobre cual es la mejor opción ya que
ambos son personas muy diferentes (más de lo que pensaban el uno del otro) y
además ante tal situación no tardarán en aparecer fantasmas del pasado y más
problemas.
Es cierto que todo el juego psicológico no esta tratado con demasiada intensidad y que los giros de guión pueden resultar previsibles, manidos y rutinarios hasta el punto de hacer que el espectador se decepcione un poco con las expectativas que al principio habría puesto sobre la historia, pero no es difícil identificarse con diferentes situaciones descritas en la película y pese a que como crítica social se le eche en falta una mayor contundencia (sobre todo al tema de los nuevos líderes de masas encarnado en el personaje de Blanca Suárez). El Test resulta una estimulante comedia dramática que demuestra que las buenas historias bien trtaadas pueden dar para bastante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario