martes, agosto 01, 2023

MÁS QUE NUNCA (PLUS QUE JAMAIS)

 

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La espera de la muerte y el duelo son temas nada agradables de los que el cine se ha ocupado varias veces, pero no están de más nuevas películas sobre el tema sobre todo si resultan tan honestas y nada artificiosas como este Plus que jamais un canto a la vida que sin caer en el drama puro y duro ni en la feel good movie impostada ofrece tanto una visión realista y desdramatizadora de los últimos días de una persona joven como un nada cómodo debate sobre la decisión personal de que hacer cada uno con su cuerpo frente a la lucha por uno mismo. Es este el enfoque ético y psicológico sobre el que descansa esta película gala en donde sus protagonistas ejercen una dialéctica incómoda y sinuosa: Hélène (Vicky Krieps), una treintañera con una rara fibrosis pulmonar a la que quedan pocos meses de vida que decide viajar a Noruega para conocer a un maduro bloguero enfermo de cancer (Bjorn Floberg) responsable de una página sobre como llevar las últimas etapas de una enfermedad terminal, y su marido Mathieu (Gaspard Ulliel), desolado pero empeñado que Hélène viva lo mejor posible lo que le queda de vida y reticente a que su esposa se marche tan lejos y decida quedarse en el país nórdico una larga temporada (allí ha encontrado un entorno totalmente  nuevo y una cierta felicidad), sobre todo cuando un inminente transplante de pulmones se vislumbra como una esperanza. Los anhelos de él por poder estar con su mujer el mayor tiempo posible y los deseos de ella por disfrutar como quiere sus últimos momentos  y su rechazo a una operación muy complicada y sin garantías chocarán sin remedio y llevarán a ambos a un conflicto vital y de sentimientos bastante enrevesado.

El tema esta tratado con realismo y sutileza pero también con asperezas y no huye de momentos incómodos, reflejados en los diálogos de la pareja y en los momentos en los que Hélène muestra mayor debilidad física y psicológica. No obstante, el mensaje de esperanza y sobre todo del de la fuerza del diálogo predomina como aspecto central en un filme austero pero muy hábil a la hora de combinar escenarios/realidades (la Noruega rural y bucólica de los Fiordos que se presenta como un descubrimiento para Hélène, la vida doméstica de la pareja en su apartamento abocada irremediablemente al drama) y en donde las interpretaciones, sobre todo el de la luxemburguesa Vicky Krieps (vista en Tiempo de M. Night Shyamalan) son de categoría.    

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