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No esta mal este western revisionista que una vez mas trata la figura del legendario forajido del Oeste Jesse James, objeto de infinidad de westerns a lo largo de la historia del cine: En tierra de audaces (1939), La verdadera historia de Jesse James (1957) o Forajidos de leyenda (1979), se encuentran entre las mejores películas que se han rodado sobre el personaje, un delincuente escurridizo e intrépido, con homicidios a sus espaldas. Esta película, dirigida con carácter por el australiano Andrew Dominik, se centra en los últimos días en la vida del pistolero, interpretado por Brad Pitt, que es además uno de los productores del filme (en el que también ejercen tales tareas los hermanos Ridley y Tony Scott). La historia esta contada desde el punto de vista del hombre que le asesinó, Robert Ford (a estas alturas, ya no se desvela nada de la trama de una historia tan conocida, y si no, hay esta el título), interpretado por un sorprendente Casey Affleck, hermano pequeño de Ben, quien se postulo como un actor mas que extraordinario. Ford, miembro de la banda con la que James dio sus últimos golpes antes de retirarse a vivir como ganadero con nombre falso, pese a sentir autentica veneración pro su maestro y mentor, se siente despreciado y humillado por este, quien confía mas en otros miembros de su banda incluyendo los hermanos de Robert, y tras fracasar en ayudar a Jesse y sus muchachos en sus últimas andanzas, decide obtener la recompensa que se ofrece a todo aquel que capture a Jesse James vivo o muerto. James, quien bajo su nueva identidad se ha casado y tiene dos hijos, comienza además a sospechar de los miembros de su banda y a temer que le traicionen. Consciente de ello, Robert se encuentra atemorizado de que James descubra su plan y le mate a el.
La película, aviso, tiene muy poca acción, poquísimos tiros, y en definitiva, no es una película de western tradicional. Es más un drama psicológico, centrado en la curiosa figura de Rober Ford, un jovenzuelo inmaduro e ingenuo pero rastrero y ruin como el que más. Es la lucha de un fracasado contra un hombre de éxito, tema muy recurrido en el cien, aunque mas que envidia, lo que mueve al personaje de Robert Ford es su afán por superar su mediocridad matando al mito que idolatra. En ese sentido, la película esta muy bien conseguida gracias a las buenísimas interpretaciones de todo el reparto (en especial de Affleck, no tanto de Pitt, que también realiza un brillante trabajo, pese a todo), en donde todos los personajes aportan algo al drama de los personajes principales con sus acciones o puntos de vista. No obstante la película es muy, muy lenta y excesivamente larga, se enrolla en divagaciones y a veces a uno se le pierde el hílo de los diálogos, muy dilatados y pausados. Un ritmo mortecino que en algún que otro momento llega a aburrir, pero un guión aceptable consigue hacer recuperar el interés del espectador en momentos claves. Buena fotografia que incluye imágenes distorsionadas, como vistas desde el cristal de una ventana y algún que otro ejercicio de estilo, y excelente banda sonora minimalista a cargo del rockero Nick Cave y Warren Ellis. En fin, una visión desmitificadora que se limita a cumplir – con nota- el expediente, pero que podría haber sido mas estimulante de no ser tan larga y pretenciosa.
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