domingo, mayo 06, 2012

Mis 50 discos que te cagas (49): RADIOHEAD – THE BENDS (1995)


 

La aparición del segundo álbum de Radiohead demostró que el rock alternativo de los 90 tenía un margen de evolución musical mucho mas amplio de los que se creía, a parte de los esquemas del Indie americano, el grunge, el rock industrial y el noise. Y es que ya en la segunda mitad de la década los británicos habían vuelto a tomar la iniciativa en la creatividad musical consiguiendo además remozar el pop rock de una manera mucho más refrescante de la que eran capaces los muchas veces repetitivos yankis gracias a eso que se dio en llamar el Brit Pop, el regreso al Pop rock british de toda la vida partiendo de premisas alternativas y con innovaciones musicales inspiradas en el legado estadounidense de los primeros 90. Radiohead, que con su primer álbum Pablo Honey (1993) se había convertido en la banda alternativa británica del momento especialmente por el éxito de su tema Creep, se vio agobiada por las presiones de la industria musical y del público y ellos mismo terminaron cansándose de su sonido Indie aún demasiado filoamericano y grunge viéndose en la necesidad de renovar con urgencia su sonido. The Bends  fue la respuesta inglesa, tan innovadora y creativa como chovinista ante el cada vez más rutinario rock independiente americano, aunque aún era perceptible el influjo de bandas como Smashing Pumkins o Soundgarden y carecía de la inmediatez comercial de los primeros grupos etiquetados como Brit Pop, tales eran Oasis, Blur o The Verve. Sonaba extraño, híbrido, heterógéneo y en ocasiones marciano, pero poco a poco crítica y público acabaron adorando The Bends y tras la tibia acogida inicial pasó a convertirse en un LP de culto que desde luego resultó decisivo en la música popular de los 90. Y claro está, Radiohead lograron auparse como uno de los mejores grupos del planeta por derecho propio con una nutrida legión de seguidores.  La banda de Thom Yorke, aplicados investigadores y currelas musicales de enorme valía artística, en lo sucesivo no ha dejado ni un momento de evolucionar y de renovar drásticamente su sonido  y ahí sigue, ofreciendo discos sorprendentes, innovadores y competentes. Pero vayamos a lo que íbamos.

El contenido de The Bends muestra de alguna manera el bajo estado de ánimo que vivía el líder, cantante y guitarrista Thom Yorke, con un sonido en ocasiones oscuro y deprimente e incluso fantasmagórico, unas voces melodramáticamente quejosas y en semi falsete y letras enigmáticas de poesía urbana postmoderna sobre las miserias y avatares de la sociedad contemporánea. Pero la oscura belleza de gran parte de los temas del álbum es innegable, así como su apabullante variedad y versatilidad incluso en un mismo tema. Con todo, The Bends puede ser visto como un disco de  total homogeneidad, servida sobre todo por su sonido imponente servido por su ubicua instrumentación . El primer single, High and Dry ya demostraba la habilidad del quinteto de Oxford para conjugar delicadeza melódica con fuerza guitarrera, rítmica potente y un tono oscura sin renunciar a bases acústicas; era más o menos lo que habían anticipado con el single de 1994 My Iron Lung, que se incluye también en The Bends, una alucinante combinación de medio tiempo rockista de regusto brit con marasmo guitarrero semi grunge en un tema cuya instrumentación fue grabada en directo para más tarde añadir la voz de Yorke grabada en estudio: el cambio rítmico fortuito será una marca de al casa en Radiohead en la segunda mitad de los 90. La perfecta emocionante versatilidad y la variedad es la tónica en este LP, con momentos de rock de estadios casi hard como Bones y pasajes de intensidad casi progresiva y tono arty como la sublime Street Spirit (Fade Out), el último single (y tema) del álbum y uno de los mayores hits del mismo, una maravilla semi acústica que pone los pelos como escarpias con la afectada y sentida interpretación vocal de Thom Yorke; uno de los temas más valiosos y emocionantes del pop-rock de los 90   

Just, muestra la fluidez instrumental y la conjunción de la banda para crear sonidos casi experimentales e hipnóticos, gracias muchas veces a la versátil guitarra de Johnny Greenwood. Planet Telex sonaba dream pop pero también pendenciero y envolvente sin casi ninguna pista de sonido sin cubrir. Y la preciosa balada Fake Plastic Trees sigue enamorando y sonando en directo tan imponente y emocionante como siempre aunque a la banda al principio no le gustaba mucho. En definitiva, unos argumentos musicales de primer orden para una banda que demostraba que estaba llamada a hacer grandes cosas y a estar entre los mejores. Porque tras una obra maestra como The Bends, el grupo, lejos de acomodarse, demostró su grandeza y ofreció un LP aún mejor: entonces la gloria llegó. 


FICHA TÉCNICA

Géneros: Pop Rock Alternativo, Noise, Art Rock, Rock Experimental, Brit Pop, Dream Pop
Publicación: marzo 1995
Sello original: Parlophone
Producción: John Leckie
Duración: 48:37
Músicos:
Thom Yorke: voz,  guitarra, piano, arreglos de cuerda
Johnny Greenwood: guitarra, órgano, teclados, piano, flauta, arreglos de cuerda
Colin Greenwood: bajo
Ed O´Brien: guitarra, coros
Phil Selway: batería, percusión
Caroline Lavelle: violonchelo
John Matthias: violín, viola

Track listing

1- Planet Telex
2- The Bends
3- High and Dry
4- Fake Plastic Trees
5- Bones
6- (Nice Dream)
7- Just
8- My Iron Lung
9- Bullet Proof. I Wish I Was
10- Black Star
11- Sulk
12- Street Spirit (Fade Out)

No hay comentarios:

Publicar un comentario