****
El
Oscar al mejor largometraje documental se lo llevó esta producción sueco- norteamericana
que parte de la razonable premisa de que detrás de una apasionante historia
real incompleta a falta de información hay un relato extraordinario para ser
contado y sin necesidad de fabulación ni de ficcionalización. Malik
Bendjelloul, un joven director sueco que demuestra una innata habilidad
cinematográfica, consigue un excelente filme documental con enorme personalidad
aunque se recurra a algo tan manido como la biografía de genios malditos y
semidesconocidos y (aparentemente) el proceso de investigación sobre el
(oscuro) personaje en cuestión. No se ha inventado nada nuevo con esta película
pero lo que importa no es su forma sino su sugerente mensaje final, que desde
luego que da que pensar y que resulta al mismo tiempo esperanzador y un tanto
frustrante
Searchin for Sugar Man nos acerca a una figura fascinante y verdaderamente
oscura, la del cantautor norteamericano de origen mexicano Rodríguez (Sixto
Rodriguez de nombre completo) un cantante social y contestatario al estilo de
Bob Dylan o Phil Ochs que a principios de los 70 publico dos discos alabados
por la crítica y su discográfica pero que no tuvieron ninguna repercusión en
EEUU y en ningún país del mundo salvo en la Sudáfrica del apartheid. Allí Rodríguez
se convirtió en un ídolo de masas pese a lo controvertido de sus letras y ayudó
según parece a crear una conciencia social entre la minoría blanca de
afrikaners que comenzaron a ver gracias al cantautor que esto de machacar a la
mayoría negra era algo que tenía que cesar urgentemente…aunque nadie en el país
africano sabía nada de él parte de las fotos de las portadas de sus discos. Lo
que básicamente recoge la película es el proceso de investigación de dos de sus
“personajes” (un periodista musical y el dueño de una tienda de discos, ambos
sudafricanos) por dar con el paradero de Rodríguez a finales de los 90 al no
saber si estaba vivo o muerto, y en ese sentido el trampantojo
cinematográfico-documental que nos ofrece esta película - ya que no es el
propio director quien realiza la investigación, sino que se encarga de
documentar las investigaciones de otros- resulta muy interesante ya que recorre
varias modalidades del documental audiovisual y sin ningún artificio ni falta
de coherencia con el conjunto del filme. Gracias a que en los primeros compases
de la película se consigue que nos familiaricemos con la esquiva figura y la
obra de Sixto Rodríguez mediante sus canciones (buenas la mayoría, algunas
excelentes), el interés sobre este personaje a mitad de la película es total
para el espectador y en ese sentido se consigue una total progresión dramática
conforme avanza la película y las pesquisas sobre tan curioso personaje (con inquietantes
preguntas al aire a modo de elipsis). Y los momentos finales, llegan a la
catarsis con parábola incluida y la demostración de que esta vida es demasiado
complicada para que todo salga perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario