A finales del siglo IX
de la era cristiana un misterioso caballero de origen escocés se convirtió en
el Primer Señor de Vizcaya tras vencer a los intrusos asturleoneses en la
batalla de Padura, creando así el régimen foral vasco. Las crónicas lo nombran
Jaun Zuria, el Señor Blanco. ¿Existió realmente? ¿Era descendiente de los reyes
de Escocia? ¿Tenía orígenes sobrenaturales? ¿Era un bravo guerrero que tras una
cruenta batalla dio a los vascones una cierta independencia con respecto al
Reino de Castilla? ¿Cuál fue su verdadero nombre? Más leyenda que realidad, el
mito de Jaun Zuria ha atravesado la historia como un sugerente relato de
aventuras, fantasía y caballerías aunque con algún sustrato histórico aún no
muy claro. Una historia con elementos celtas, castellanos y vascones;
históricos y fabulosos, heroicos y corteses.
Nos adentramos en la leyenda vasca por antonomasia
La historia del Señor
Blanco
El mito medieval de Jaun Zuria (el Señor Blanco en euskera) primer Señor de Vizcaya de origen británico o
céltico, es el paradigma de la historia pseudolegendaria vasca en tanto que su
leyenda cuenta (indirectamente) el origen de algo tan significativo y
esencialista en la historia del País Vasco como son los Fueros (primero
vizcainos y después vascos), las leyes que durante siglos -desde el alto
medioevo hasta finales del siglo XIX- otorgaron de cierta autonomía política a
las llamadas “provincias vascongadas” (Bizkaia, Gipuzkoa y Araba) con respecto
a los sucesivos reinos y estados a los que ha pertenecido (Reino de Navarra,
Castilla, y España desde el siglo XV) y además traza el comienzo de la genealogía
de el linaje de los Señores de Vizcaya, los regidores feudales del entonces
llamado “Señorío de Vizcaya” (territorio de la actual provincia vasca de
Vizcaya-Bizkaia) entre lo siglos XI y XIV. Lo cierto es que aunque se considera
al oscuro Iñigo López apodado Ezquerra como primer Señor de Vizcaya
entre la década de 1040 y 1071, nada
claro dice la ciencia histórica sobre el origen de los Fueros Vascos como
tampoco hay indicios de cómo surgió este título feudal, que muchos
historiadores datan del siglo IX sin que haya apenas pruebas documentales de
Señores de Vizcaya anteriores a Ezquerra.
A falta de información histórica, como casi siempre ocurre, la leyenda hace su
acto de aparición y es aquí donde nos encontramos con Jaun Zuria, el “salvador
venido del extranjero” (las islas británicas), el supuesto primer Señor de
Vizcaya llegado de tierras remotas y creador de los fueros vascos en el siglo
IX de la era cristiana. Parece imposible la existencia del llamado Jaun Zuria
sobre todo cuando se analizan las diferentes versiones de la historia,
reelaborada en siglos sucesivos hasta encontrarnos con su versión literaria definitiva a
finales del siglo XIX. Es la leyenda de Jaun Zuria, romántica, épica,
patriótica, un relato que bebe de muchas fuentes y tradiciones y que solo por
eso- mas allá de su nula verosimilitud, de su muchas veces interesada
utilización política y lo escasamente estimulante y original de su historia- y
por su sugerente trasfondo mítico que se alimenta de una gran variedad de mitos
occidentales y clásicos (como ya han demostrado varios autores de diferentes
épocas como Llorente, Mañaricua o Juaristi) merece ser considerado como un
metarrelato indoeuropeo de primer orden, ya que elementos interesantes no le
faltan, ya bien desde el punto de vista literario, el mitológico e incluso el
histórico.
Jura de un Señor de Vicaya o Jaun Zuria jurando defender la independencia de Bizkaia (1882) de Anselmo Guinea. Casa de Juntas de Gernika. |
La leyenda de Jaun Zuria, de origen incierto en la alta Edad
Media, a partir del siglo XIX fue considerada como lo que es, una leyenda que
muchos (incluidos algunos de sus últimos relatadores) han pretendido que sea
historia siguiendo el modelo de los mitos del Rey Arturo, los romances
históricos carolingios (La Chanson de
Roldan) o el Cantar del Mio Cid. También desde el siglo XIX la leyenda de
Jaun Zuria ha sido caracterizada como una historia exaltadora del nacionalismo
vasco por parte de sus partidarios, algo a lo que se presta fácilmente. Este mito,
que en su primera aparición escrita el siglo XIV fue narrado como crónica
histórica aparentemente cierta, explica el origen del Señorío de Vizcaya y de
los Fueros Vascos mediante elementos pseudo históricos la mayor parte de ellos
inventados e inexistentes y en sus primeras versiones incluso fantásticos. Hoy
en día, ni tan siquiera hay un acuerdo en el nombre de ese supuesto Señor Blanco identificado de nombre real
como Don Zuria, Lope de Vizcaya, Lope Fortún, Lope López Zuria o Froom: los
primeros nombres castellanos algunos de raíz euskérica (zuria es blanco en
euskera) y el último de supuesto origen anglosajón, anglonormando o celta.
Aunque ya ningún casi ningún historiador considera a este personaje como real
no faltan investigaciones que indagan sobre una posible filiación del personaje
Jaun Zuria en una figura de existencia real, algo que en el mundo de las
leyendas orales no resulta nada raro.
La batalla de Padura:
una crónica épica
¿Y que es lo que cuenta la leyenda de Jaun Zuria? Pues
básicamente y de manera resumida lo siguiente: En el siglo IX (hacia 870) el
territorio de Vizcaya, desprovisto de señor feudal, recibió la llegada de las
tropas del rey de Asturias y León reclamando la dote periódica en especies que
los vizcainos habían pagado al reino de Asturias desde tiempo atrás, pero estos
se negaron reclamando su hastío de seguir dependiendo de los astur-leoneses.
Encolerizado, el rey Alfonso y sus tropas arrasaron y quemaron varias zonas y
poblados de la costa vizcaina matando a muchos de sus habitantes. Los
vizcainos, quisieron responder al cruel monarca astur y el rey les declaró la
guerra, pero dijo que solo lucharía contra un ejército comandado con alguien de
linaje real. Tiempo atrás había llegado a la aldea de Mundaka (o nacido allí de
una princesa extranjera exiliada) un joven noble escocés desterrado de Escocia
por su hermano - o padre- el rey de los escotos (en algunas versiones es
Inglaterra la que cumple la función de la patria de este noble o príncipe) que
accedió a convertirse en el comandante de los ejércitos de Vizcaya ante la petición de los
vizcainos. Sus nuevos vasallos le llamaron Jaun Zuria por sus claros cabellos
rubios y su extremadamente blanca tez, inusuales para ellos.
Ermita de Santa Katalina en Mundaka, Bizkaia. Allí comienza nuestra historia |
Jaun Zuria comandó las tropas vizcainas contra las leonesas batiéndose
en una cruenta batalla en el valle de Padura, un paraje cercano a lo que más tarde será la villa de Bilbao. Sancho
Estéguiz, poderoso Señor de Durango, luchó junto a Jaun Zuria pero cayó en la
batalla, lo mismo que el bravo Ordoño, el hermano del rey Alfonso. Muchas
fueron las bajas por ambos bandos y un espeso manto de sangre roja se esparció
sobre el valle pedregoso, llamándose a partir de entonces la zona Arrigorriaga
(Lugar de las Piedras Rojas), que en al actualidad es un municipio de la
provincia de Bizkaia. Aunque muchos
astures trataron de huir del campo de batalla, los vascones vizcainos les
persiguieron logrando matar a muchos de ellos, si bien otros lograron huir
traspasando el límite de Vizcaya que establecía el llamado árbol Malato que
separaba a Vizcaya de Álava en la aldea de Luyando, frontera que les estaba
prohibida a los vizcainos para cualquier incursión bélica, y desde entonces a
la sierra que atraviesa esa zona del Valle de Ayala en Alava por donde huyeron
a salvo los astur-leoneses se le llama Sierra Salvada. El Jaun Zuria desposó con la hija de Sancho
Estéguiz y fue nombrado por su gesta señor de Vizcaya, ahora independiente de León.
El Arbol Malato de Mamerto Segui |
Esta a grandes rasgos es una síntesis de diferentes
versiones sobre las leyendas de Jaun Zuria y de la Batalla de Arrigorriaga o
Padura (a veces, aunque pocas, tratadas de manera independiente y sin que Jaun
Zuria tome parte en la segunda). Como se ve, se trata de un relato típico de la
literatura caballeresca y del romance medieval y que en un primer contacto se
aprecian bastantes elementos en común con la mitología artúrica (un dux bellorum que es elegido para
comandar unas huestes sin jefe frente al enemigo invasor) y con el relato oral,
esto último bastante evidente (se sigue a grosso modo la estructura de
varios cuentos y relatos tradicionales, como bien afirmó Jon Juaristi) lo que
nos demuestra la filiación de la tradición oral en el relato de Jaun Zuria. Es
curioso constatar como más que un señor feudal, Jaun Zuria es un caudillo
militar (como lo fue el supuestamente auténtico
Arturo) o un caballero mercenario. También resulta significativo que
pese a que muchos autores (apologistas y detractores) consideran a esta leyenda
como una explicación del origen de los Fueros Vascos, nada se dice en realidad
del origen de dichos fueros propiamente dichos, aunque sí se nos presenta el
supuesto origen de los Señores de Vizcaya, o lo que es lo mismo, de los
hacedores y espíritu de los Fueros.
¿Qué hay de verdad en esta historia? ¿Qué es lo que se sabe
de Jaun Zuria como personaje histórico? ¿Fue un príncipe escocés o inglés
llamado Froom el primer Señor de Vizcaya? Aunque de manera romántica se ha
tomado como cierto el origen etimológico aparecido en estas leyendas de algunos
nombres de la geografía vasca como Arrigorriaga o Salvada así como de diversos
símbolos vascos (el escudo y la bandera de Bizkaia, como veremos luego), cada
vez que se ha analizado el mito del Jaun Zuria especialmente desde finales del
XIX siempre se ha llegado a la conclusión que todo este relato pertenece a la
leyenda y la invención. Ninguna documentación histórica verdaderamente fidedigna
habla de Jaun Zuria ni de ninguno de sus supuestos nombres castellanos o de
otro origen bajo los se le conoce en algunas crónicas y también parece dudosa
la existencia de la batalla de Arrigorriaga. Además, algunos primeros
escritos sobre la leyenda presentan bastantes elementos fantásticos
(intervención de seres irreales) que obviamente hacen caer al relato en el
terreno de lo legendario y en la literatura de caballerías. Todo esto hace
necesario un repaso por la evolución de la leyenda y por los cambios y
aportaciones que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo.
La leyenda según Don
Pedro Alfonso (1344): Froom, el héroe extranjero
La batalla de Arrigorriaga |
La primera crónica escrita sobre la leyenda de Jaun Zuria
aparece en 1344 y no fue en castellano ni en euskera sino en portugués. Se
trata de una referencia que aparece en el Livro
das Linhagens (Libro de los linajes, también conocido como Nobiliario del Conde Don Pedro) un libro de recopilación crónicas y
genealogías de linajes nobles, un tipo de literatura muy común en el siglo XIV,
escrito por Don Pedro Alfonso, Conde de Barcelos (1288?-1354) hijo bastardo de
rey Dionís de Portugal. El conde había estado exiliado en Castilla años antes
de escribir el tratado y conocía de sobra los linajes castellanos, teniendo
constancia además de la genealogía los Señores de Vizcaya gracias a su amistad
con María Diez de Haro y Juan Núñez de Lara, a la sazón cabezas del señorío. En
dicha obra no solo incluyó el supuesto origen de familias nobles portuguesas,
sino que hizo lo propio con varias de la Corona de Castilla. Así, cuenta la
historia del supuesto primer Señor de Vizcaya comenzando con esta reveladora
frase “Biscaya fue Señorío antes de que
hubiese reyes en Castilla y después estuvo sin señor” Después narra que el conde asturiano Don
Moniño exigió a los vizcainos pagar una dote anual de una vaca, un buey y un
caballo blanco. Mas tarde llegó a Vizcaya en una nave ”un hombre bueno” llamado Froom, hermano del rey de Inglaterra y su
hijo Fortún Froes (Fróez). Al enterarse de los problemas de los vizcainos con
el conde, Froom se ofreció a defenderlos con la condición de que le aceptasen
como su señor. Froom desafió a Don Moniño a que fuese a buscar el mismo el
tributo pactado y este, aparentemente enojado por el desaire, compareció con su
ejército batiéndose con los vizcainos capitaneados por Froom. Los asturianos
fueron derrotados “cerca de la aldea de
Vusuria” (Busturia). Según Pedro Alfonso, tras morir Froom, el primer señor
de Vizcaya, le sucedió su hijo Fortún Fróez, del que nada se dice en versiones
posteriores o muchas veces se confunde su nombre con el del primer Señor de
Vizcaya (Fortún sería una castellanización de Froom). También cuenta el conde
de Barcelos que se derramó mucha sangre y que “se dio al campo el nombre de Arrigorriaga” cuando poco antes este
autor había asegurado que la batalla se libró en Busturia, una localidad que se
encuentra a 25 km.
de Arrigorriga.
Históricamente no hay constancia del tal Don Moniño (que
autores posteriores rebautizarán como Ordoño), así como la referencia al origen
etimológico de Arrigorriaga (del que Pedro Alfonso será su primer cronista)
parece geográficamente desconcertante a la luz del dato que antes hemos
expuesto. Es posible que el noble autor portugués se esté marcando un farol
sobre el origen de dicho nombre que el hubiese oído de sus amigos los Señores
de Vizcaya sin que tuviese relación con la leyenda: piedras rojas, sí, pero ¿necesariamente
por la sangre?. Además también hay que tener en cuenta que siendo harri o arri piedra, gorri puede ser
rojo o también abrupto o pelado, algo que casaría con el paisaje de la zona.
Con todo, la explicación de Don Pedro Alfonso sobre el origen del topónimo fue
aceptada por los continuadores del tema de Jaun Zuria así como en la tradición
popular vasca. La cuestión de sí Don Pedro creó el mito del primer Señor de
Vizcaya llegado del extranjero (aún no llamado Jaun Zuria) o se inspiró en
leyendas anteriores de la zona de Vizcaya resulta interesante en tanto que todo
parece indicar- como así lo afirman Labayru, Mañaricua o Juaristi- que el portugués se inspiró en
leyendas orales vascas y en algún elemento tomado de diversos relatos europeos.
La historia de Froom, tal y como nos la cuenta el Conde de
Barcelos, guarda similitud con no pocos relatos de caballerías del ciclo
artúrico protagonizados por Lancelot o por el propio Arturo, que durante los siglo
IX y X penetraron en Europa procedentes de Francia y la Inglaterra Normanda en
forma de romances, así como dicho relato sigue la estructura de narraciones de
la mitología griega. Es muy posible que el autor portugués embelleciese y
solemnizase con estos elementos algunas narraciones orales vascas que hubiesen surgido en
los siglos XI o XII y en donde se habría narrado una mítica batalla de los
vascones contra invasores leoneses que muy posiblemente nunca hubiese tenido
lugar, y que de algún modo resulta cierta reelaboración de la mítica batalla de
Roncesvalles (778) en donde los vascones de Navarra derrotaron a los
carolingios y de donde está inspirada el célebre poema épico en francés La Canción de Roldán (siglo XI). Y es
muy posible que la idea del “Señor extranjero” tuviese otra génesis folklórica
popular diferente a la de la batalla, lo más posible una leyenda popular
pagana, algo que en la versión de Alfonso no parece claro pero que en la
reelaboración del siglo XV de la leyenda a cargo de Lope García de Salazar, que
luego veremos, parece más notable. Con todo, el autor y noble portugués añadió
evidentemente el componente épico, caballeresco
y heroico clásico que toda historia de legendaria preciase y más si
figuraba en un libro genealógico donde a menudo se mitificaba el origen de los
nobles emparentándolos con dinastías legendarias de la mitología Griega o del
antiguo testamento: emparentar a los Señores de Vizcaya de la casa de Haro con
Inglaterra era relacionar a dicha casa nobiliaria con el mítico Eneas, tal y
como señala Jon Juaristi, ya que para la mayor parte de los historiadores de la
Baja Edad Media Bruto el biznieto de
Eneas fue quién estableció la primera población en Gran Bretaña. Respecto a la
etimología del nombre de Froom (¿nombre inventado por Pedro Alfonso basándose
en la fonética de otros nombres anglosajones?) tema también interesante, decir
que existen varias hipótesis pero todas farragosas y no convincentes. Constatar
finalmente que el propósito del autor portugués para establecer el origen de
los Señores de Vizcaya fue sin duda el
complacer a la casa de Haro enalteciéndola creando un origen mítico (que hundía
sus raíces en la antigua Grecia) y además políticamente oportuno en el momento
en que se narró la historia, ya que los territorios de Castilla eran favorables
a una alianza con Inglaterra.
Siglo XV: Las
aventuras de Jaun Zuria el Caballero Blanco según Lope García de Salazar
Se puede decir a tenor de lo visto que D. Pedro Alfonso fue
el padre literario del mito de Jaun Zuria aunque el aún no nombrase así al
caballero británico que fue según la tradición elegido primer Señor de Vizcaya.
Así, antes de detenernos en la versión que estableció en el siglo XIV el
hidalgo e historiador Lope García de Salazar, será necesario recordar las
fuentes en las que se basó Alfonso y que
son la base sobre la que se ha ido elaborando el mito.
1) Relatos orales vascos sobre un hombre excepcional que
vivió en la costa de Bizkaia (¿Busturia? ¿Mundaka?) y del que se suponía
extranjero o al menos con rasgos físicos bastantes diferentes a los de los
vizcainos; y sobre una legendaria batalla que enfrentó a vascos contra intrusos
foráneos.
2) Relatos de caballerías, cantares de gesta, leyendas
artúricas y romances carolingios varios.
3) Leyendas clásicas sobre héroes de la antigua Grecia
(Jasón, Perseo, Teseo)
4) Documentos pseudohistóricos sobre genealogías fantaseadas
de casas nobiliarias europeas (Geoffrey de Montmouth)
Lope Garcia de Salazar |
En 1454 aparecerá la segunda crónica escrita conservada
sobre el primer señor de Vizcaya esta vez con una intención claramente
histórica y no pseudofabuladora, como lo fue la del conde D. Pedro y además
originalmente escrita en castellano. Su autor fue un personaje tan singular
como Lope García de Salazar (1399-1476), historiador vizcaíno natural de
Musques (actual Muskiz) y señor banderizo con un destacado papel en las guerras
de bandos o banderizas que tuvieron lugar en Vizcaya en la baja Edad Media.
Salazar fue una especie de Sir Thomas Mallory vasco o hispano, un señor de
horca y cuchillo, belicoso, ruin y patán pero con inclinaciones literarias y de
cronista histórico. El valle de Somorrostro, las Encartaciones de Vizcaya y la
villa de Portugalete, donde falleció, fueron testigos de sus correrías siempre
enfrentado con diversas familias de hidalgos vizcaínas (aunque fuesen como él
del bando banderizo oñacino) por ampliar sus posesiones territoriales. Salazar,
personaje clave en la historia de Bizkaia, escribió a finales del siglo XV su
célebre obra de 25 tomos Las Bienandanzas
e Fortunas, un compendio de relatos supuestamente históricos y otros
legendarios sobre la historia de Europa occidental y en especial de la
península ibérica y en donde también tenían cabida mitos bíblicos y
grecolatinos para explicar los primeros años de la humanidad. En esta magna y
pintoresca obra y en la Crónica de Siete
Casas de Vizcaya y Castilla (1454) Salazar narra la historia del primer
Señor de Vizcaya siguiendo el modelo del relato plasmado en el Livro das Linhagens con algunas
variaciones significativas. Es evidente que el autor vizcaino además de conocer
el relato del conde de Barcelos ya era sabedor de las tradiciones que al
parecer originaron el mito y que antes hemos enumerado, pero además añadió un
nuevo componente a la leyenda que era el de la literatura de caballerías, muy
en boga en Europa en el siglo XV y sobre todo en las letras castellanas. Lope
García de Salazar era muy aficionado a las novelas de caballerías y muy
posiblemente leía los romances carolingios y la literatura arturiana,
sobradamente conocida en toda Europa en el XV. Era la literatura de
caballerías proclive a presentar una Alta Edad Media irreal e idealizada donde
se transgredían las leyes de la naturaleza y abundaban dragones, gigantes y
encantadores además de invictos y heroicos caballeros andantes y princesas en
apuros. La versión escrita anterior a la de Salazar de Jaun Zuria ya poseía,
como hemos visto, el componente épico de
las novelas de caballerías tomado sin duda de los cantares de gesta medievales
de diversa procedencia (Roldán, Mio Cid) pero le faltaba el elemento
fantástico de la literatura de caballerías, algo que figurará en la versión
aparecida en las Crónica de Siete Casas
de Vizcaya y Castilla. También resulta asimilable que la historia del
primer Señor de Vizcaya en el intervalo de tiempo de un siglo entre ambas
versiones fuese conocida por el pueblo llano mediante la difusión
oral y que es posible que algunas tradiciones orales también enriqueciesen la
obra influyendo en la revisión salazariana.
Princesa celta |
La versión de Salazar, en la Crónica, sitúa el comienzo de la historia en Mundaca (Mundaka), en
donde desembarcaron unas naos con la hija del rey de Escocia y su numeroso
séquito, la cual huyó al no estar de acuerdo con que su hermano heredase el
reino a la muerte de su padre. Los escoceses, al ver que el agua “que descendía de Guernica turbia” se
aclaraba a la altura de una ría (la de Mundaka) exclamaron en latín aca munda (agua limpia), dando origen al
nombre de la localidad de Mundaca. La princesa doncella escocesa se quedó a
vivir en Mundaca con parte de su séquito (algunos se habían vuelto a Escocia al
cabo de un tiempo), donde quedó embarazada de padre desconocido, según algunos
de “un diablo que llaman en Bizcaya
Culebro, Señor de la Casa” dando a
luz después a un hijo sano y hermoso llamado don Zuria o don Zurián que quiere dezir en castellano don Blanco“ En el
libro XX de las Bienandanzas e Fortunas
(1471), se cuenta como tiempo después, Don Zuria, ya un apuesto mozo arengó a
los vizcainos a plantar cara al hijo del rey de León, que arrasó Bakio y
diversas tierras costeras en lo que es hoy la comarca vizcaina de Busturialdea
(Gernika, Busturia, Mundaka…) al no querer los vizcainos pagar tributo al
invasor. El príncipe leonés fue sometido a un “juicio de Dios” en Gernika, pero
el noble afirmó que el solo haría batalla contra un rey u hombre de sangre
real. Los vicainos, con Zuria a la
cabeza y la ayuda de el ejército del Señor de Durango Sancho Astegas (Estéguiz), libran batalla en
Padura “acerca de donde es Vilvao”,
donde cae Astegas y el príncipe leonés, resultando vencedores los vizcainos
quienes nombran a don Zuria su señor tras la victoria (no fue nombrado antes de
la batalla por un pacto previo y
condicionado de vasallaje, tal y como ocurría en la versión del conde de
Barcelos) casándose con Dalda, la hija de Sancho Astegas. El relato finaliza
con la asunción de don Zuria de su escudo de armas: dos lobos con sendos
carneros en sus fauces que el observó cuando partía para la batalla; es decir,
la supuesta génesis del escudo de Bizkaia (incluida la imagen de los lobos en
muchos escudos de localidades vizcaínas). Salazar
alude también al origen del topónimo Arrigorriaga e incluye por primera vez el
concepto del árbol de Luyando que separaba la frontera entre Vizcaya y Álava
(perteneciente a Castilla en el S. IX) al que llama árbol gafo (árbol maldito), ya que los vizcainos maldijeron el no
poder seguir allí a los leoneses que huían rebasando el árbol. Salazar también
establece por primera vez el origen del topónimo de Sierra Salvada (Gorobel)
Las principales novedades que el relato de Salazar presenta
sobre el mito de Jaun Zuria son las siguientes: el nombramiento del Señor de
Vizcaya como Don Zuria (llamado Zurián en castellano) o Jaun Zuria cuando se le
nombra en euskera, el hecho de que el noble caballero hubiese nacido en
Bizkaia, la aparición de la madre escocesa de Jaun Zuria y la fabulosa
concepción de este, la inclusión en la leyenda de Sancho Estéguiz y su hija, el
cambio de nacionalidad del protagonista (de inglés a escocés) y el nombramiento
de Jaun Zuria como señor de Vizcaya tras su victoria, que se culmina con el
casamiento de este con la hija de un noble señor fallecido en combate. A grosso
modo, la versión de Salazar será para los nuevos narradores de la leyenda en
épocas sucesivas el modelo canónico del mito de Jaun Zuria. Lope de Salazar
además pretendió de imbuir carácter histórico y verídico a dicho relato, que el
convirtió en una historia arquetípica de caballerías al gusto del siglo XV y en
donde no falta el elemento sobrenatural pese a paradójicamente tratar de ser
una crónica real. Parece evidente que tanto Salazar como muchos de sus
contemporáneos- incluidos gente de letras-
tomaron por cierta la leyenda de Jaun Zuria que el Libro de los Linajes
y supuestamente la tradición oral narraban, aunque el banderizo literato se
tomó la licencia de bautizar al héroe caballeresco con un nombre propio de un
caballero andante: el señor blanco, haciendo alusión a la blanca tez de su
supuesto origen celta. El hecho de
situar a Escocia como la patria de nuestro héroe en lugar de Inglaterra puede
que se deba a la influencia de los mitos arturianos (de origen galés pero con
versiones escocesas) y a la conclusión a la que tal vez llegó Salazar de que un
hombre extremadamente rubio y con la tez blanca debía de ser de origen celta si
procedía de la Gran Bretaña y así convirtió al origen del linaje de Jaun Zuria
en escoto. Por otra parte, la inclusión en la historia de una princesa escocesa
se debe sin duda a lo sugerente que resultaba en la literatura caballeresca el
personaje de una dama de origen gaélico como Ginebra, la Isolda de Tristán o
Viviane la Dama del Lago, paradigmas de la belleza femenina (con connotaciones
sobrenaturales) en el amor cortés.
El íncubo y la doncella |
Pero lo más llamativo en la versión de Salazar es sin duda
la inclusión del elemento sobrenatural y fantástico, tomado tanto de
las novelas de caballerías como de la mitología popular indoeuropea. Se narra,
como hemos visto, que la princesa escocesa madre de Jaun Zuria yació
(supuestamente nos dice el autor) con un “diablo
llamado Culebro” relación fruto de
la que nació Zuria. Es decir, el héroe es hijo de un ser maligno sobrenatural
que muchos han identificado con el ser mitológico vasco Sugaar, precisamente un
Culebro maligno. Además de ser perfectamente creíble la influencia de la
mitología vasca en esta parte del relato, no lo es menos la influencia del mito
occidental del íncubo, el diablo habitante terrestre que mantiene relaciones sexuales
con mujeres dando origen a hijos algunos con poderes sobrenaturales.
Considerase Salazar al padre de Jaun Zuria un diablo íncubo o un Culebro (un
dragón primitivo) está claro que ambas son representaciones del mal y que por
tanto Jaun Zuria sería prácticamente el hijo de un diablo, como lo fue el mago
Merlín: es muy posible que Salazar hubiese fusionado ese relato arturiano (el
de la concepción de Merlín) con el de alguna leyenda de Mundaka o Busturia en
la cual un Culebro (o un íncubo) engendró en una doncella un niño de
belleza sobrenatural o que hubiese acometido hazañas extraordinarias. Como
afirma Jon Juaristi, es más posible que Salazar para caracterizar a su Jaun
Zuria tomase a Merlín de modelo, aunque puede que también con elementos de Arturo
o del Cid Campeador. La cuestión de si Salazar pretendió agraviar a la casa de
Haro emparentándola con el diablo no parece tal si tenemos en cuenta que ser
hijo de un íncubo en la literatura popular medieval no equivalía necesariamente
a ser una criatura maligna sino a ser un sujeto con poderes extraordinarios o
gran sabiduría (como el hechicero Merlín). Decir además que Pedro Alfonso ya
barruntó el parentesco de los Haro con el demonio haciendo a Iñigo López, el
primer señor de Vizcaya documentado, en hijo de una “dama con pie de cabra” que
resultaría ser un encantador o un demonio bajo otra forma (hay autores que
identifican a este personaje con la diosa vasca Mari). Esta leyenda de
indudable origen folklórico vasco también se encontraría en la génesis de la
concepción prodigiosa de Jaun Zuria.
Por otra parte la cronología que manejó (casi
arbitrariamente) Salazar situó la batalla de Padura en el año 870 y la muerte
de Jaun Zuria en 909. Según el cronista, Jaun Zuria tuvo un hijo con Dalda Estéguiz
(identificado por algunos autores como Kepa de López) y otro con Iñiga de
Cantabria llamado Munio López que heredó el señorío, aunque no se conoce ningún
otro documento escrito sobre dichos personajes. Este Munio sería el padre de Iñigo
López Ezquerra, que gobernó según Salazar hasta 956 aunque el verdadero
Ezquerra ostentó el señorío entre 1040 y 1077.
Lope Fortún, Señor de
Vizcaya (visiones en la Edad Moderna)
Tras la versión de Salazar, el mito de Jaun Zuria o don
Zuria se popularizó en los siglos XVI y XVII
no solo en las provincias vascas sino en toda la península ibérica, ya
aún cuando la figura del Señor de Vizcaya había desaparecido en un Reino de España
resultante del matrimonio de Isabel de Castilla con Fernando de Aragón en
donde los fueros aún persistían en las “provincias vascongadas”. En la España
de los Austrias el relato, tomado como histórico por estudiosos e
historiadores, sufrió sin embargo cambios en algunas crónicas como la del
arcediano de Ronda Lorenzo de Padilla (1485-1540), que rebautizó a Zuria como
Don Hortiz en su Crónica de la Casa de
Vizcaya y lo hizo descendiente de godos en lugar de escoceses dada la
anglofobia española en el siglo XVI tras el Desastre de la Armada Invencible.
Otro autor de la Edad Moderna, Esteban de Garibay (1533-1600), historiador guipuzcoano bilingüe
(en castellano y euskera) que residió en Sevilla, Toledo y Madrid en sus Ilustraciones genealógicas de los Reyes
Católicos de España (1595) llama al personaje Lope López Zuria y lo hace hijo
de un tal Lope Iñiguez (no confundir con el Señor de Vizcaya real del mismo nombre),
un noble señor de Altamira de Busturia que navegando hasta Escocia se enamoró
de María, la hija del rey escocés secuestrándola y trayéndola a Vizcaya. Poco
después daría luz a “Don Lope”, que según Garibay fue en realidad el sexto
Señor de Vizcaya, versión esta que no tuvo éxito en versiones sucesivas de la
leyenda.
Jaun Zuria (Casa de Juntas Gernika) |
La castellanización del nombre del primer señor de Vizcaya
como vemos no fue unánime: el nombre Lope Fortún (este segundo nombre ya
aparecía con el conde de Barcelos) se extendió popularmente como el nombre del
primer Señor de Vizcaya a partir de las crónicas de Salazar pese a que este
autor no nombrase así al personaje. El hecho que el historiador vizcaino
apellidase López a los supuestos descendientes de Jaun Zuria (siendo además ese
el apellido de los primeros Señores de de Vizcaya de la casa de Haro) hizo
creer a muchos que el nombre del primer Señor de Vizcaya era Lope- el sufijo
-ez en el apellido originalmente significaba en castellano “hijo de”-, que
unido al nombre Fortún que el conde de Barcelos atribuyó al hijo de Jaun Zuria
(llamado por él Froom) dio lugar a Lope Fortún. Garibay y otros historiadores
consideraron que el nombre de Lope originaba la casa de López de Haro y dieron
por bueno ese nombre de pila aunque no hubo acuerdo sobre el apellido. Garibay
le apellidó López tal vez para encontrar coherencia con su pretendida
descendencia hariana -creando además el personaje de su padre Lope Iñiguez, del
que se originarían todos los López sucesivos- añadiendo Zuria (el blanco) como
el apodo puesto por sus vasallos, mientras que otros autores se abstuvieron de
darle apellido y así en varios documentos del siglo XVII figura como únicamente
como Lope de Vizcaya, a veces confundiéndose con el de su supuesto padre Lope
Iñiguez.
Precisamente en el XVII la historia de Jaun Zuria pese a
considerarse real tenía un sustrato legendario y una ausencia de documentación
histórica que cada vez la hacía menos creíble para muchos historiadores (y
aunque algunos autores identificasen al monarca leonés hermano del príncipe que
retó a Jaun Zuria como Alfonso III). De hecho, cada vez se considera más un
mito y ya a partir de la ilustración del siglo XVIII los historiadores desechan
el relato de Jaun Zuria considerándole una simple leyenda, aunque algunos
autores como Iturriza aún harán crónica de ella: es precisamente la versión de
Iturriza la que resultará definitiva en cuanto al intento de aproximación
histórica a la leyenda, tomando como modelo la versión de Garibay pero
considerando a Zuria como el primer Señor. En el siglo XVII, no obstante, los apologistas
de los Fueros Vascos aún defendían la veracidad histórica de la figura de Jaun
Zuria pese a que ya era considerado por muchos un mito y aunque la concepción
fantástica del personaje por parte de un diablo o genio maligno propuesta por
Salazar hubiese desaparecido de las versiones pretendidamente históricas del
relato a partir del XVI. Un documento de gran valor significativo del siglo
XVII es sin duda el cuadro que representa a Jaun Zuria dentro
de la serie de los retratos de los Señores de Vizcaya que se encuentran en la
Casa de Juntas de Gernika. La leyenda al pie del cuadro del caballero armado de
una daga y con el escudo de los dos lobos junto con el roble de Gernika comienza
con “Lope
de Vizcaya, corsario, robó a Doña María hija del rey de Escocia (…)” Es
decir, que al versión del marino vizcaino “ladrón” parece que satisfizo
bastante no ya solo a las clases nobles vizcainas sino a las de toda la
península ibérica.
A partir del siglo XIX, la pérdida de los Fueros Vascos tras
las Guerras Carlistas y el surgimiento del nacionalismo vasco, unidos al auge
del romanticismo cultural y político harán resurgir la leyenda de Jaun Zuria,
ya considerada un relato de ficción aunque de evocador poder romántico y con
ciertas connotaciones sociopolíticas.
CONTINUARÁ
Hola!
ResponderEliminarInteresante artículo que enlaza con la novela Brujas del viento de Oskar Benegas Dañobeitia sobre Jaun Zuria.
Algo de verdad tendran las leyendas mal relatadas y enredadas por el tiempo transcurrido para el 1200. Porque cuando el rio de la sangre suena, algo lleva....Ahora que la ciencia de la genetica en los ultimos 25 amos ha hecho saltos de gigantes para identificar de donde procedian hasta los faraones y hombres de atapuerca, se nota la presencia entre vascos de genetica que les emparenta no solo con los demas peninsulares y que son netamente de origen indoeuropeo y no autoctono paleolitico, pero exclusivamente al resto de la peninsula o Francia con marcadores geneticos que son identicos a los de las islas britanicas, y la normandia...asi que habria que buscar como llegaron. Y no creo el periodo vikingo solo produjo en la cornisa cantabrica el rapto al rey de Pamplona para pedir rescate, a mi me da se quedaron en las rias como en Santonna algunos mas a traficar, pescar ballenas y vivir a la vizkaina
ResponderEliminarYo no entiendo por qué ha quedado como leyenda? La Iglesia católica tiene un libro en su poder, el cuál Google lo reprodujo llamado Moysen Segundo y una copia en mi poder en el cual se refleja claramente que ese caballero existió y se llamaba Don Lope de Zuría, aunque no haya un acta de bautismo o algo parecido ya que en la época sólo se registraban crónicas no bodas ni nacimientos. Qué quieren? Una filmación de la Batalla de Padura? O una foto de Íñigo López Esquerra? Hay mucho escondido en la história y muchos archivos que están limitados injustamente... Saludos...
ResponderEliminarYo soy descendiente de la casa de Haro. No sabía sobre Jaun Zuria que interesante en verdad.
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