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Gracia Querejeta continúa demostrando que es una
cineasta excepcional tanto como narradora cinematográfica como en la dirección
de actores, talentos ambos que sustentan una buena película y con esta Invisibles pese a que no se trata de una
película redonda vuelve a manifestar sus ganas por contar historias poderosas y
atrayentes y esta vez con medios más bien poco convencionales. Un filme
sustentado casi únicamente por tres actrices y con una inusual estructura
espacial (prácticamente solo se desarrolla en un parque) consigue atrapar y
convencer al espectador y sin que haya tampoco ninguna historia convencional en
su estructura tradicional de planteamiento-nudo-desenlace: son los naturales y
cotidianos (pero enormemente reveladores) diálogos entre las tres
cincuentañeras protagonistas los que van tejiendo tres historias historia, las
de cada una estas tres mujeres, sin que veamos una sola imagen de los hechos
que acontecen y que son narrados por ellas. Pero ante todo, este es un filme reflexivo
y reivindicativo sobre la posición en la sociedad de las mujeres en la
cincuentena y los diferentes dilemas en los que se pueden encontrar como fruto
de su bagaje, experiencias pasadas, situación actual y perspectivas futuras
condicionadas por su edad (ni jóvenes ni mayores) y sobre todo por su condición
femenina. Esta claro que Querejeta ha querido realizar un retrato generacional,
entre tierno y amargo, en donde queda claro que las mujeres de dicha franja de
edad se encuentran de partida en una situación incómoda: su invisibilidad. La
rebelión de estas tres amigas, consciente o no, ante tal situación es lo que marca
el devenir de lo que se nos describe. En ese sentido, el guión que firma la
propia directora junto a su habitual colaborador Antonio Mercero (hijo) pese a
que veces sea algo impreciso y caiga en convencionalismos de más resulta muy bien
elaborado dentro de su disposición inusual y excelentemente dispuesto para el
buen hacer de esas tres grandes actrices que son Adriana Ozores (Julia), Emma
Suarez (Elsa) y Nathalie Poza (Amelia): un trabajo esforzado y deslumbrante.
Julia, una profesora de secundaria irónica pesimista y
amargada decepcionada por su matrimonio y cansada de su trabajo; Elsa una profesional
de éxito soltera convencida, atractiva y recelosa de todo lo que le rodea; y
Amelia, aparentemente más frágil que sus amigas, recién divorciada y en una
nueva relación donde el principal handicap es el rechazo de la hija de su
pareja, quedan cada jueves por la mañana dar una vuelta por el parque, momento en
el cual se cuentan su vida y sus preocupaciones; se sienten cada vez menos convencidas de la
idoneidad de sus vidas y ven como todo es cada vez más difícil al tiempo que al
relación entre ellas parece entrar en una extraña crisis. La diferencia de
caracteres entre las tres y sus distintos puntos de vista de las situaciones son
en realidad lo que mueven el devenir de los acontecimientos que ellas nos
cuentan y nosotros no vemos y que muestran unos retratos personales que literalmente
llegan a estallar. El estudio psicológico está aquí íntimamente ligado con el
pulso narrativo, que oscila entre el drama y la comedia con momentos de
bastante pulsión emotiva. Una pena que en ocasiones la película no mantenga su
intensidad y que esta precisamente vaya perdiendo fuelle en momentos que se
antojan cruciales. Pero lo fundamental es que Gracia Querejeta vuelve a
demostrar su gran talento en películas difíciles y constitutivas de reto.
These stories are truly incredible. Thank you for this information. gconsole
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