***
Sin grandes pretensiones pero con ganas de contar una
buena historia ha conseguido destacar en cartelera esta comedia-drama de corte
independiente dirigida por los prometedores Tyler Nilson y Mike Swartz en donde
partiendo de una historia de superación personal al menos en su premisa se ha
trazado una atípica road movie en donde la motivación y personalidad de su
atípico protagonista marca el devnir excéntrico de la historia y la evolución
de los otros personajes importantes del filme cada uno también con su historia
particular que al final termina también redimida. El debutante Zack Gottasgen,
un joven actor con el Síndrome de Down, interpreta con desparpajo y solidez a
Zack, un muchacho aquejado de esa enfermedad que sin familia y sin recursos se
encuentra insólitamente interno en una residencia de mayores de la que tras
avrios intentos fallidos logra por fin escaparse. Su objetivo, apuntarse a una
academia de lucha libre regida por su ídolo el luchador Salt Water (Thomas
Haden Church) del que poco se sabe de su vida en los últimos años, y
convertirse en un luchador profesional. Por el camino se encuentra con Tyler
(Shia LaBeof) un joven de pueblo pequeño pescador furtivo y huyendo por sus
perseguidores por ajustes de cuentas varios. Tyler accede en su huida a
acompañar a Zack en busca de su sueño en un viaje principalmente fluvial por un
sur de los EEUU lleno de paisajes pantanosos, rednecks, encuentros fortuitos y
situaciones tragicómicas. No obstante, Eleanor (Dakota Johnson) la decidida
asistente social de la residencia y que manteiene un vínculo especial con Zack
esta buscando al chaval sin saber que entre Tyler y él ya se ha establecido una
relación entre lo fraternal y lo paterno-filial.
La película no busca ser la típica revisitación de la
aventura homeriana a la que se prestan road movies como esta (o mejor dicho,
river movies) sino que con una escusa
casi antropológica sobre la América profunda traza una historia de
maduración imperfecta y con vaivenes en donde los tres personajes principales
terminan alcanzando la plenitud pero de una manera más bien light pero
satisfactoria para ellos. Una visión de la consecución del sueño americano por
medio de outcasts y personajes imperfectos que al final en su perfl bajo se
hace totalmente entrañable. Es clara la inspiración de la obra de Mark Twain en
este filme (especialmente Las Aventuras de Huckleberry Finn) que además se
esmera en tratar a la discapacidad intelectual desde la esperanza y el respeto.
El trabajo interpretativo es encomiable, a parte de un excepcional Gottasgen,
Shia LaBeof hace su mejor actuación hasta el momento como un perdedor amoral
por que no le queda más remedio en su entorno pero que va descubriendo su lado
más bondadoso y Dakota Johnson rezuma credibilidad como una mujer que descubre
que la dedicación en su trabajo debe de tener más matices y no encorsetarse a
reglas. Y También es celebrable la reaparición de Thomas Haden Church, actor
por desgracia sin excesiva suerte después de su aclamada interpretación en Entre Copas (2004) que encarna a un exluchador maduro y acabado
que termina encontrando un nuevo sentido en su vida ante la llegada de
Zack. Una buena opción para ir al cine
este verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario