jueves, enero 28, 2021

HASTA EL CIELO

 

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Siempre dispuesto a tocar los temas y ambientes más turbios, Daniel Calparsoro ha conseguido con este filme una curiosa mixtura entre los códigos contemporáneos del Cine Negro y una indudable impronta ibérica que ha originado un trabajo de relieve aunque sin demasiados puntos álgidos. Para ello no ha dudado en usar como cierta referencia el llamado “cine quinqui”, aquel subgénero español que en los 70 y 80 nos mostraba las andanzas de navajeros callejeros del extrarradio, hoy traducibles en jóvenes poligoneros y barrieros que van más allá y se dedican al robo de coches, atracos a joyerías y golpes más bien sonados más escorados a la alta delincuencia. Pero lo que principalmente se nos propone es un relato de evolución personal y por así decirlo maduración negativa en la persona de su personaje principal, Ángel (Miguel Herrán), un chico que de participar casi por accidente en el alunizaje a una joyería (y ser detenido por ello) se irá convirtiendo poco a poco un ambicioso capo criminal cuyos deseos no tendrán límite. Puede que el enfoque moral de este tema en el filme no esté muy bien matizado ni explotado, pero todo lo concerniente a las tribulaciones de Ángel a lo largo del tiempo y la evolución de su persona están más que correctamente presentadas en el interesante guión firmado por el prolífico Jorge Guerricaechevarría.

Planteado más como cine de género que de crítica social (que también está presente), Hasta el cielo muestra muy bien los ambientes de las periferias urbanas y de sus habitantes más jóvenes, chicos y chicas humildes y sin esperanza que no dudan en utilizar la delincuencia como modo de vida sin ningún remordimiento moral. La cierta sordidez del ambiente y el paisanaje está muy bien encarnado por actores en su mayoría primerizos, en donde destacan el propio Miguel Herrán (mucho más que una presencia Mariocasesca) y Carolina Yuste (Goya a actriz de reparto en 2018 por Carmen y Lola) como Estrella, la joven que condicionará involuntariamente muchas de las decisiones de Ángel; sin olvidar a Richard Holmes, Asia Ortega o Dollar Selmuoni. Es bastante significativo el momento en que el crimen organizado por parte de sujetos aparentemente respetables (encarnado esto por el personaje del capo Rogelio encarnado por Luis Tosar) entra en escena recordando que el crimen esta presente en muchas capas de esta sociedad, además de la referencia a al blanqueo de capitales como culmen del mundo delictivo y aparente señal de distinción social y económica para el que lo perpetra. No se trata de una película perfecta, pero películas así en el cine español son bienvenidas.

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