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El
estreno del año llegó. El inesperado regreso a la pantalla grande de la
franquicia cinematográfica más célebre y exitosa de la historia ocasionó desde
su anuncio hace ya algunos años, como era de esperar, una inmensa expectación
alimentada especialmente por la incertidumbre ante la nueva e insólita
situación de la marca Star Wars y de la productora Lucasfilm, adquiridas por
Disney en una operación que suponía que
casi 40 años después George Lucas ya no tendría ningún control ni propiedad
sobre la franquicia (ni tampoco sobre otras creaciones suyas como la saga
Indiana Jones). J.J Abrams, hombre de moda en el show bussiness estadounidense forjado
principalmente en la televisión y que ya hizo sus pinitos en el reboot del otro
gran universo ci-fi cinematográfico (Star Treck) será el encargado de comandar
la nueva trilogía cuyo principal cometido es - tanto para la crítica como para
los fans de Star Wars- superar la mediocridad de la trilogía precuela de
1999-2005 y claramente a tenor de lo visto en este filme acercarse a las
entrañables y sugerentes coordenadas de las tres primeras películas, todo un
estándar universal del entretenimiento y del imaginario colectivo de la
humanidad, por muy rimbombante que suene. Lo cierto es que esta The Force Awakens, que dirige y
coescribe (junto con Lawrence Kasdan, que participó en el guión de El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi) el propio Abrams además
de superar las entregas I-III (algo no muy difícil) resulta un estimulante
aunque bastante premeditado y maquiavélico retorno a las esencias de aquellos
primeros filmes con naves sucias y desgastadas y mundos interplanetarios más
bien terrenales en contraposición con la impoluta imaginería infográfica de las
precuelas; pero eso no es todo: un guión pleno de la acción, el sentido del
humor y la impronta de aventura de los
cuales los tres anteriores filmes carecían (se nota la mano maestra de Kasdan)
colma las exigencias del seguidor de la franquicia, algo que era principalmente
lo que se le exigía a esta cinta. Y aunque se suceden en la historia no pocos
remedos y casi autoplagios de la primera trilogía tanto en personajes, trama,
trasfondo del argumento e incluso situaciones concretas (especialmente de la
película de 1977), El Despertar de la Fuerza hará disfrutar y
mucho a seguidores de La Guerra
de las Galaxias y a amantes del cine fantástico y de aventuras aunque se nos
ofrezca al fin y al cabo más de lo mismo, esta vez envuelto en un oportuno y
convincente tamiz contemporáneo destinado a conectar con una nueva generación
de espectadores, algo en lo que esta saga sigue triunfando año tras año y ya
llevamos casi cuarenta.
Con
una mezcla de decorados naturales y efectos especiales mecánicos y otros
efectos y escenarios generados por ordenador, The Force Awakens descansa como
hemos dicho sobre una historia que suena a deja vú pero que sabe como resultar
interesante, emocional y sobre todo muy Star Wars. El hecho de la existencia de
una nueva trilogía cinematográfica que iba a obviar los múltiples productos en
forma de novelas, cómics y videojuegos que continuaban la historia de los
míticos Luke Skywalker, Princesa Leia Organa y Han Solo después de El Retorno del Jedi (conocida como
Universo Expandido y que abarca una magnitud de material increíble) ya dejó un
tanto desconcertados a los seguidores de la serie creada por George Lucas y se
nota por ello que este filme trata de resultar respetuoso con todo el legado de
su creador aunque ha puesto el protagonismo de estas entregas en nuevos
personajes, tanto héroes como villanos, que llevaran el peso específico de la
historia de las mismas y aunque aquí nos encontremos 32 años después con Leia
(Carrie Fisher) despojada de su realeza y convertida en una autoridad militar
en el planeta Takodana, a Han Solo (Harrison Ford) que ha vuelto a sus
quehaceres de contrabandista espacial después de una ruptura con Leia a causa
de una desgracia…y al maestro jedi Luke Skywalker (Mark Hamil) cuya
desaparición ha propiciado una búsqueda por parte de sus amigos. Rey (Daisy
Ridley), una joven chatarrera huérfana que vive en el desértico planeta Jakku
se convierte en la nueva protagonista cuando se decide unir a la Resistencia, una
célula de lucha surgida en la nueva república galáctica que trata de hacer
frente a la Primera Orden,
un movimiento totalitario nostálgico del imperio liderado por el monstruoso
Líder Supremo Snoke (Andy Serkis) y que tiene como principal apoyo al General
Hux (Domhnall Gleeson) y al misterioso Kylo Ren (Adam Driver) un enmascarado
caballero de la nueva Orden de Ren cuya principal inspiración es el lado oscuro
de la Fuerza
…y Darth Vader. A Rey se une Finn (John Boyega) un Stormtrooper de nuevo cuño
desertor ante las atrocidades de la Primera Orden, Poe Dameron (Oscar Isaac), el
mejor piloto de la
Resistencia, y el androide BB8, un curioso robot esférico que tiene un mapa
que puede dar con el paradero de Luke. Chewbacca (Peter Mayhew), C3PO (Anthony
Daniels) y R2D2 vuelven a aparecer todos dispuestos a colaborar con la Resistencia y hacer
frente a la base Starkiller, una nueva Estrella de la Muerte construida por la Primer Orden mucho más grande y
destructiva que aquella.
Hay
muy buenos momentos de acción y una trama trepidante y bien construida aunque,
insistimos, con cosas básicamente ya vistas, y unos convincentes efectos
visuales en que afortunadamente no logran colapsar el elemento épico más
rudimentario (y degustable) del filme. Algún instante emotivo, luchas a sable
de luz tan vistosas como siempre y los combates galácticos de turno (demasiado
reminiscentes a Star Wars: A New Hope)
pintan un fresco totalmente disfrutable para los amantes de la saga que verán
redimido el sabor agridulce de las tres anteriores entregas y aunque la
historia sea aún demasiado enigmática y no tengamos datos sobre todos los
personajes. El reparto cumple, con unos Ridley y Boyega que, vaya, no lo hacen
nada mal resultan totalmente creíbles como los héroes de la nueva generación de
la saga o un Harrison Ford que devuelve a aquel personaje tan irrepetible que
fue aquel granuja intergaláctico de chaleco negro que al final se ligo a la
princesa. También nos encontramos con personajes generados por ordenador y
animados por los movimientos de sus intérpretes como el mismo Snoke o la pirata
Maz Kanata (Lupita Nyon’go), que tiene trazas de convertirse en la nueva Yoda
de esta recién inaugurada trilogía. De acuerdo, sobra algún homenaje pueril, la
historia puede resultar algo poco clara y el autoplagio a veces es cantoso
hasta decir basta, pero nos hemos reencontrado de nuevo con el
cine-espectáculo de los 70 y 80, y eso
es una auténtica gozada