
Amenabar, ¿genio?, ¿farsante?, ¿sobrevalorado? Si uno analiza fríamente su filmografía vera que “no es para tanto”, teniendo en cuenta además que Mar Adentro era una película tramposa y efectista. No se le puede reprochar al director el no saber dirigir bien una gran producción (resulta mejor y más creíble que muchos directores americanos del ramo), ni tener buen tino para rodar buenas escenas (batallas, planos realmente conseguidos en secuencias antológicas) y captar bellas imágenes, pero como narrador es torpe, limitado y convencional. Junto con su colaborador habitual y compañero sentimental Mateo Gil ha firmado un guión íque podía dar mucho más de s, pero se pierde en un acople imposible de temas (la lucha religiosa, los descubrimientos científicos de Hipatia, y los conflictos políticos de poder) y deja al espectador con una sensación total de “¿aquí no falta algo?”. Por otra parte, en su oportuna crítica al fanatismo religioso y político (equiparable a nuestros días, por increíble que parezca) se le va la mano con los cristianos y al final terminan caracterizados como villanos de opereta. Habrá críticas desde la jerarquía eclesial, seguramente, que la tacharán (exageradamente) de anticristiana. La verdad es que esta es la típica película que irá a ver todo el mundo creyendo que se va a encontrar con otra cosa, y al final decepcionará a todos por una u otra razón: un sector del público creerá que se trata de una peli de acción al estilo Gladiator (y no lo es en absoluto), las feministas irán a hacer al ola creyendo que va a ensalzar la figura de Hipatia como mujer condenada por ser sabia en un mundo de hombres (y esto lo hace de manera testimonial), y los aficionados a la Historia clásica y la filosofía antigua creerán que es una película intelectual (y muy poco de ciencia aparece, aunque a más de uno en el público puede que le parezca indigesta). Por si fuera poco, anacronismos de juzgado de guardia terminan de dar la puntilla de mediocridad: obsérvese el plano donde aparece una reproducción de la Loba Capitolina con las figuras renacentistas de Rómulo y Remo
La interpretación de Rachel Weisz como Hipatia, es de recibo, cosa que no se puede decir del resto del reparto, conformado por en su mayoría desconocidos intérpretes internacionales. Despliegue técnico de primer orden y buena escenografía pero poca chicha. Esta haciendo unas taquillas impresionantes, el cine español puede que cuadre las cuentas en este 2009.