martes, agosto 19, 2008

El aparatito de Lumiere - EL CABALLERO OSCURO (THE DARK KNIGHT)


*** y 1/2

La película del verano 2008 no ha defraudado en absoluto las expectativas. Más allá de su innegable comercialidad (el personaje de Batman se ha convertido en una muy lucrativa franquicia para Warner Bros desde hace veinte años) y su capacidad para cumplir su objetivo fundamental, que no es otro que la de entretener al espectador en periodo vacacional, The Dark Knight es una muy sólida película de acción y aventuras muy bien estructurada y narrada y filmada con clase por Christopher Nolan, director también de la entrega anterior sobre el superhéroe creado por Bob Kane, Batman Begins (2005), con la cual se inauguraba una nueva saga sobre el personaje muy poco después de concluir la iniciada por Tim Burton y continuada por Joel Schumacher. Nolan continúa con este filme el sugerente estilo visual de al anterior entrega, igual de filme noir pero con mayor presencia de escenarios sofisticados y de alta tecnología. La revisión de los orígenes del personaje y la inclusión de nuevos caracteres inexistentes en el cómic original y en otras adaptaciones, lejos de ser un error se consolida como un sólido acierto. Y es que además, se han pulido y corregido errores de al anterior entrega, como la existencia de infinidad de tramas y personajes solapantes, y se ha conseguido una historia aparentemente sencilla pero en realidad muy compleja, combinando esforzadamente el análisis ético, psicológico y antropológico de la condición humana con la aventura épica. No se ha conseguido en ese sentido un resultado redondo (demasiada ambición y pretenciosidad), pero consigue dar el impacto. Este nuevo Batman tal vez sea junto con la mítica Superman (1978) de Richard Donner la mejor película de superhéroes hecha hasta la fecha.

Claro está, hay un añadido en el atractivo de esta película: el hecho de que se trata de la película póstuma del malogrado Heath Ledger, quien se puso en la piel del villano mas carismático de Batman: el Jocker. El morbo de ver la última interpretación de este joven y estupendo actor, quien además en este filme realizó su mejor interpretación, es innegable. Como también es un aliciente para el público el recurso al personaje del Jocker como malo malísimo de la función, ya las características del personaje en las últimas versiones cinematográficas, un psicópata histriónico, demente, sin escrúpulos y que utiliza el crimen como puro diversión es algo, que, se admita o no, ejerce una gran fascinación. Y Heath Ledger ha logrado componer un Jocker memorable, un ser ruin y despiadado que pone en jaque la integridad moral del propio Batman y de toda Gotham City. Ledger afirmó haberse inspirado en la inolvidable interpretación de Malcom McDowell como Alex en La Naranja Mecánica para caracterizar al psicópata-payaso que en este filme se convierte además en un megalómano terrorista. Repite gran parte del rutilante reparto del Batman anterior, con Christian Bale a la cabeza como el atribulado hombre murciélago. En esta ocasión, Batman se nos presenta como un héroe ya cansado de su propia condición y que desea delegar su rol de justiciero de Gotham en el ambicioso fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart), quien necesidad de artilugios ni de vestirte de leotardos lleva a cabo un exitoso golpe contra el crimen organizado en la ciudad, aunque Batman/Bruce Wayne ignora que el letrado se convertirá en el otro villano de la función: Harvey Dos Caras. Vuelven a aparecer también Michael Caine como Alfred, el mayordomo y confidente de Bruce Wayne, Morgan Freeman como Lucious Fox, el proveedor de armas y tecnología de Batman y Gary Oldman como el comisario Gordon. A parte de Heath Ledger y Aaron Eckhart, se incorporan entre otros Maggie Gylleenhall como Rachel Dawes, papel que en la anterior entrega pertenecía a Katie Colmes y Eric Roberts como el capo mafioso Maroni.

Ha sido un acierto - proveniente de Batman Begins- la reinvención del personaje que ha llevado a cabo Christopher Nolan, y que en esta entrega explota con espectaculares resultados. Aunque el filme es inspira en el título de una relativamente reciente adaptación del personaje en el cómic (The Dark Knight Returns, 1996) firmada por Frank Miller, en realidad no tiene mucho que ver argumentalmente esta película con dicha obra, aunque si conserva su esencia, que es el carácter de análisis ético y moral del propio personaje y sus enemigos. Aquí además se nos presentan diferentes casos de falsa moral, mentiras, hipocresía y corrupción de altos estamentos en lo que parece un tratado de miserias morales del ser humano, corrompido muchas veces por su egoísmo. La fina línea que separa al héroe del villano y que termina por representar el propio Batman, es otro de los temas, en un relato de temática claramente adulta pero que no renuncia al espectáculo y la épica de gran carga emocional.

La historia se desarrolla muy bien y unos e queda atónita ante un poderío visual impactante (espectaculres escenarios y efectos especiales), y un sabio manejo de la acción a años luz del típico cine de acción-espectáculo. La cinta sabe ponerse seria cuando es necesario y evasiva cuando también hace falta, aunque tal vez sobre algún que otro momento excesivo y cierta pedantería. No se llega a la moralina, pero en muchas ocasiones la película no culmina situaciones que resultaban bastante prometedoras desde el punto de vista de la narración y del discurso. Mucha acción, aventura, adrenalina, emoción, giros de guión, trampas inteligentes al espectador; todo se presenta impecablemnte, y aunque The Dark Knight no llega a la categoría de obra maestra, es un auténtico acierto el ir a verla, especialmente si lo que se quiere es diversión inteligente.

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