*** y 1/2
Otra buena muestra del último cine latinoamericana, esta vez con una sólida película que llega desde Chile, país que últimamente esta cogiendo fuerza en el panorama cinematográfico internacional. Este drama hiperrealista dirigido por el joven realizador Sebastián Silva ha obtenido varios en diversos festivales (entre ellos en Sundance), la gran mayoría de ellos para la formidable actriz protagonista, Catalina Saavedra. Se nos cuenta la historia de Raquel, la criada de una familia de clase alta chilena, la cual lleva ya varios años sirviendo y por ese motivo se siente ya como de la casa, sin ser capaz de ver vida más allá de su trabajo, en parte tal vez por la casi inexistente relación con su propia familia. Totalmente entregada a sus obligaciones pese a problemas de salud que trata de ocultar en vano, Raquel se siente amenazada cuando la mujer de la casa decide contratar a una ayudante de doncella para liberar a Raquel de su estrés. Desde ese momento, y tratando de hacer la vida posibles a las sucesivas criadas auxiliares que llegan a la casa, Raquel empieza a cuestionarse su propia vida, bastante anodina y sin ilusión.
Con muy poquitos personajes,
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