****
Un ejemplo de cómo la globalización puede afectar positivamente al cine, superando barreras idiomáticas, proponiendo temáticas multiculturales y rompiendo el hasta ahora inamovible binomio país de producción – enmarque de la historia, aunque aquí la cosa sea casi exclusivamente desde el ámbito europeo. Esta es una producción francesa rodada en el Reino Unido, con actores de diversas procedencias (ingleses, malineses, irlandeses, británicos de origen pakistaní, franceses de orígen árabe, e incluso un vascofrancés de Baiona, Bernard Blancan): todo un reflejo del mestizaje que vive Europa hoy en día. El director, Rachid Bouchareb, es precisamente un parisino de origen magrebí. En la VO se utilizan varios idiomas (inglés, francés, árabe, dialectos africanos) pero en el doblaje en castellano se lo pasan por el arco de triunfo: todo en castellano. Por ello, conviene ver este filme en versión original en castellano.
London River es un drama social, y también humanista muy bien conseguido y totalmente verosímil que utiliza como punto de arranque un desagradable acontecimiento real, el atentado al metro de Londres en 2005. Dos personajes inicialmente distanciados geográfica y culturalmente terminan conociéndose fortuitamente debido a su lucha común y una espectacular coincidencia: la búsqueda de sus respectivos hijos, desaparecidos tras el atentado y que aparentemente mantenían una relación sentimental. Por una parte, Elisabeth (Brenda Blethyn), una viuda de unos 60 años residente en una localidad rural que no logra contactar con su hija Julie, una estudiante en la capital, y por otra Ousmane (Sotigui Kouyaté) un africano musulmán de raza negra residente desde hace años en Francia que al igual que Elisabeth, viajará a Londres para encontrar el paradero de su retoño universitario también desaparecido tras el atentado y al que no veía desde que este tenía 6 años. La ansiedad y la desesperación de Elisabeth contrastan con la serenidad y el pragmatismo de Ousmane, algo que se hace más evidente cuando ambos personajes unen sus fuerzas para esclarecer un caso que puede ser más complejo de lo que ellos pensaban al principio.
Esta película trata sobre los prejuicios, los tópicos y la incomprensión intercultural con un trasfondo de calor humano y de afán de lucha y superación. Los protagonistas se mueven por un laberinto de pistas falsas en donde se toparán con muchos obstáculos fruto de prejuicios sociales y de sus propios miedos. Con un estilo árido y documental, la película de esas que se deja ver muy gratamente pese a lo dramático de su temática. La interpretación de Brenda Blethyn es sentida y muy matizada, prácticamente ella lleva el peso de toda la película, sin olvidar la fascinación del casi impasible personaje que interpreta el gigantesco actor de Mali Sotigui Kouyaté, todo un descubrimiento. En definitiva, una película con mensaje inmejorablemente planteada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario