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Sin
ser ninguna obra maestra la verdad es que cumple y con creces esta curiosa
comedia británica de tintes negros que con premeditadamente engañoso disfraz de
película infantil – los personajes clave son tres niños- ofrece una certera lectura de la intrincada
dificultad en muchas ocasiones de las relaciones familiares y de la capital
importancia de una correcta educación a los hijos e hijas, todo ello en clave
ácida pero con oportunas dosis de ternura con el fin de hacer una película que
al final resulta amable pese al dramatismo de la esencia de su trama. Los
veteranos directores y guionistas televisivos Andy Hamilton y Gut Jenkin-
creadores de varios programas,
teleseries y sitcoms de éxito, entre ellos el mítico programa
humorístico de sketches Estas no son las
noticias de las nueve- han
conseguido un modesto y simpático
filme que va más allá del humor costumbrista británico para ofrecer una
original parábola sobre la visión de lo universo infantil del mundo de los
adultos repleta de símbolos y guiños en donde no se esquivan temas del calibre
como la relación del ser humano con la vida y la muerte.
El
punto de partida es la situación límite de un joven matrimonio inglés, el
formado por Abi (Rosamund Pike) y Doug (David Tennant) que recién divorciado
decide viajar con sus tres hijos de entre 4 y 10 años a las Highlands de
Escocia para asistir al cumpleaños del padre de Doug, Gordy (Billy Connolly)
ocultando su divorcio a Gordy y el resto de familiares escoceses. El patriarca,
un excéntrico ex futbolista profesional de 75 años con un cáncer terminal al
que poco le queda de vida, es un hombre carismático y despreocupado al que sus
nietos adoran y le ven como el único adulto que merece la pena en una familia
absurdamente disfuncional y con pintorescas tribulaciones. Los críos, dos niñas
y un niño, se convertirán inesperadamente en los protagonistas de una historia
en donde ellos no deberían serlo por un hecho fortuito, provocando todo un curioso
climax de la historia que resulta de los más inteligentemente divertido del
filme. Tampoco faltan momentos de ingenua poesía, ternura, comedia costumbrista y algún apunte gamberro
en una película en la que la heterogeneidad de esos elementos tal vez lastran
la solidez de un guión que aunque amable y trabajado no consigue credibilidad
por su a veces impostado forzamiento y algún momento tópico de sobra. Eso, si
los tres grandes pequeños actor y actrices Emilia Jones, Bobby Smallbridge y
Harriet Turnbull estan que se salen con sus conmovedoras interpretaciones y sus
diálogos, según los directores en su mayoría improvisados por los propios
niños. Advirtiendo en todo momento que esta no es un una película infantil, el
espectador sin prejuicios podrá disfrutar de una historia con cierta miga pero
entretenida, de los hermosos paisajes de la costa del norte de Escocia muy bien fotografiada por Martin Hawwkins
y de la bonita música con reminiscencias celtas de Alex Heffes, complementada
con canciones del gran Mike Scott y sus Waterboys.
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