**
Prosigue la saga reboot de la franquicia El Planeta de Simios, que se inició en
2011 y quede momento se ha limitado a cumplir el expediente con tres películas
que cuentan el ascenso de los simios y la caída de los humanos casi como una
suerte de precuelas de los míticos
filmes de los 60 y 70 aunque como buen reboot alejándose en cierto grado de las
premisas iniciales de aquella primera serie. Salvo la segunda y anterior
entrega El Amanecer del Planeta de los
Simios algo mejor que los otros dos filmes, estos nuevos simios están
resultando tediosos, repetitivos y con justo o escaso atractivo. Todo lo que se
había avanzado en la anterior película se diluye en esta con un guión flojo,
vago y sin relieve y sin aquellas reflexiones antropológicas que aunque de
manera más bien simple daban cierto lustre intelectual a la historia. Esta
tercera entrega es un mal pastiche de cine bélico con una acción predecible y
calcada de instantes anteriores de las otras dos películas pero sería injusto
no reconocer buenos momentos sobre todo en las escenas donde el chimpancé Cesar
(Andy Serkis mediante motion capture),
el líder de los emancipados simios, tiene protagonismo. No obstante, la
reflexión del enfrentamiento simio-humano parece que ya se explotó en la
anterior entrega y aquí sencillamente nos encontramos con un fallido drama de
simiesco héroe trágico shakespeariano con bastantes clichés y con abundancia de
escenas bélicas que nos recuerdan una vez más que en realidad estamos ante un
mero filme comercial de acción.
No se puede reprochar nada a la dirección artística ni
a los espectaculares efectos digitales que nos vuelve a traer una impresionante
horda de chimpancés, gorilas y orangutanes que trata de defenderse y de
prepararse para reinar el planeta tierra con los humanos extinguiéndose pero
dispuestos a acabar con los simios, así como ciertos momentos de la película
resultan logrados gracias a la utilización de una épica dramática un tanto de
manual pero al fin y al cabo efectiva. Pero uno de los elementos más fallidos
del filme- tal vez el que más- es la poca relevancia que se da a la historia de
los humanos en el momento de la película, con un personaje el del Coronel
(Woody Harrelson) que no aporta nada en realidad más que tics de villano barato
y un antagonismo de tebeo con Cesar. Por no hablar del personaje de la niña
humana (Amiah Miller) que se supone que tiene todas las papeletas para ser un
personaje fundamental de la saga (si es que se continua) por su correspondencia
con otro de la serie antigua, pero además de ser una desconcertante
contradicción en su planteamiento, parece que casa muy mal con la temporalidad
en la que se supone que está transcurriendo la saga, algo que se puede ver en la
aparición de otros personajes que entroncan aparentemente con los míticos
simios setenteros. Una pena que uan saga tan mítica de la ciencia ficción
cinematográfica esté dando tan poco de si en su nueva encarnación, pero si algo
hemos aprendido es que los remakes y reboots la mayor parte de las veces son
inútiles. Y se empeñan en seguir haciéndolos, oye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario