*** y 1/2
A estas alturas, descubrir el enorme talento de Juliette
Binoche no tiene mucho sentido pero es cierto que hay películas que consiguen que su buen hacer y
profesionalidad se vean enormemente sublimados. Este es el caso de Un Beau Soleil Interior un excelente
drama romántico-psicológico con algún apunte de comedia tan realista como
enrevesado en donde Binoche constituye por si sola la película. Tanto desde una
óptica de una disertación sobre la dificultad de las relaciones amorosas y
personales en la vida moderna como desde una presentación de la búsqueda de la
felicidad por parte de las personas que de alguna manera se sienten
incompletas, el filme de la hábil directora francesa Claire Denis (coescrito
junto con la escritora Christine Angot) logra ser una obra sugerente que tal
vez tenga algunos fallos en el ritmo y una historia un tanto árida que impida
llegar a ser un filme cien por cien excelente pero el enorme trabajo de su
brillante reparto, su puesta en escena verista y sus ricos diálogos (y
silencios) marcan el buen devenir de una película que certifica la maestría del
cine galo para hacer obras complejas a la par que degustables por un
relativamente amplio espectro de público.
Isabelle, una pintora de 50 años divorciada con
anhelos de reencontrar el amor y de hallar sentido a una vida profesionalmente
exitosa pero que en realidad se antoja vacía emprende una serie de relaciones
consecutivas con varios hombres, con caracteres y circunstancias diferentes
entre sí, que terminan resultando insatisfactorias. Desde una relación abusiva
con un déspota y machista banquero hasta con la relación fortuita con un
compañero profesional, Isabelle no
parece lograr un equilibro emocional desde el lado afectivo aunque desde el
aspecto sexual no parece ir todo tan mal (o no). Es el drama de una mujer firme
y decidida pero parodójicamente insegura que parece sucumbir a ella misma y sus
propias obsesiones e imposibles anhelos. El catálogo de situaciones amorosas y
emocionales que se dan en esta historia es enorme y a ello ayuda el más que
convincente trabajo de Binoche y del
resto del reparto repleto de personajes contradictorios y al final tan frágiles
como la protagonista donde figura también Xavier Beauvois, Josiane Balasko,
Nocolas Davauchele, Philipe Caterine o Gérard Deperdieu en un papel clave en la
historia que termina llegando casi al fondo de la cuestión. Una película
inteligente y extraña en donde la comedia desde su vertiente más ácida suaviza
el drama de las relaciones amorosas y la falta de afecto contado sin ambages y
con respeto al espectador exigente e inteligente.
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