**
Esta secuela de la exitosa y resultona película de
animación de 2013 Wreack- it-Ralph (Rompe Ralph) solo consigue ser un
producto del montón viciado por las idénticas tendencias y clichés seguidos por
el cine animado en los últimos años, especialmente del norteamericano y sea de
la productora que sea. Walt Disney Pictures, dejando claro que ya el cine de
animación tradicional prácticamente ha quedado atrás, vuelve a estar en esta segunda
parte claramente inferior a la primera película y de nuevo dirigida por Rich
Moore esta vez acompañado por Phil Johnston. Si aquella fue una cinta que sin
ser nada del otro jueves ni ser excesivamente original tenía emoción, humor, acción
razonable y moderada y un mensaje pedagógico positivo para los más pequeños
además de contener dos personajes protagonistas entrañables (el gigante Ralph y
la pequeña piloto Vanellope Von Schweet) y con enjundia y poca tontería, esta
en cambio es una rutina en donde todos los tics de la entrega anterior se
repiten, y no estamos hablando del homenaje al mundo de los videojuegos de
todos los tiempos aquí por cierto más razonablemente atenuado debido al empacho
de la primera película, sino a lo más cansino de aquella: torpes referencias
semiadultas a la cultura popular, parodias predecibles de otras películas,
diálogos que tratan de ser ingeniosos y guais
pero que resultan pedantes…más o menos todo lo que se repite una y otra vez en
el cine de animación actual y que Disney también se empeña en repetir. Es una
pena que una compañía como la que nos ocupa haya caído en el consumismo Fast
Food que está malogrando muchos entretenimientos audiovisuales infantiles pese
a lo muchas veces loable de las premisas e intenciones.
No obstante, Ralph
Rompe Internet tiene sus virtudes, más allá de una vez más un buen acabado
técnico con imaginativa iconografía visual infográfica especialmente en los
personajes originales de la historia y un montaje repleto de escenas vistosas y
situaciones con poso de espectacularidad, y es que sabe mantener el interés del
espectador de cualquier edad con una historia sencilla y su oda a la amistad en
la relación de los personajes del bueno pero brutote de Ralph y la encantadora
y espabilada Vanellope, cala y emociona. Pero la película naufraga
relativamente tratando de hacer un torpe homenaje a Internet- el leiv motiv del
filme- con una traslación escenográfica tontorrona y predecible de todo lo
concerniente a la red (Google, eBay, los videos de Youtube, los buscadores, los
pop ups, Wikipedia e incluso los virus informáticas) y termina siendo un enorme
anuncio de estas y otras plataformas y compañías llegando a provocar fatiga en
el espectador. A esto tenemos que añadir innumerables cameos de personajes
reales y ficticios de la cultura popular que en la película pululan por el
mundo de Internet en el cual se meten sus protagonistas para conseguir comprar
por eBay el mando de un videojuego de máquina mítico, el Macguffin de la
historia. Mención especial merece, por lo significativo y fallido, el intento
auorreferencial y paródico de Disney con la incursión en algunos momentos del
metraje de personajes de la casa como las hiperexplotadas Princesas Disney: al final todo se queda en el autobombo y la complacencia.
Pese a todo, este filme una opción razonable a la hora de llevar a los peques
al cine en estas fiestas que empiezan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario